México D.F. Jueves 16 de octubre de 2003
Los temas agrícola y de alimentos representan el obstáculo para su concreción
Incierto, el acuerdo comercial con Japón
Las negociaciones llevan avance de 90% No existe fecha perentoria, indica Derbez
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
Tokio, 16 de octubre. Las negociaciones del acuerdo de libre comercio entre México y Japón habían "reventado" en la madrugada de este jueves en Tokio. Las conversaciones se habían atorado en los temas agrícola y de alimentos. Sin embargo, luego de reunirse por más de una hora, el presidente Vicente Fox Quesada y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, salieron a informar que los equipos negociadores retomaban el paso con la confianza -expuesta por los dos gobernantes- de concluir la negociación en "las próximas horas".
Las pláticas, inclusive, podrían llevarse a Tailandia, donde a partir del próximo sábado México y Japón participarán en la 11 reunión cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). "Creemos que estamos en posibilidades de lograrlo, estamos llegando casi casi a un acuerdo; puedo decir ya que estamos en 90 por ciento de un acuerdo en sustancia. Nos queda poquito para alcanzar ese acuerdo en sustancia en el transcurso de las próximas horas, tal vez hoy mismo", precisó Koizumi.
Fox Quesada, por su parte, comentó que los dos gobiernos están "convencidos" de la importancia del acuerdo comercial, por lo que instruyeron a sus respectivos equipos a retomar las negociaciones y concluirlas "cuanto antes".
De acuerdo con funcionarios de la delegación mexicana, la intención del jefe Ejecutivo es acelerar el proceso, pero sin dejar fuera la parte de la reducción de los subsidios al sector agropecuario -que en Japón son altísimos-, pues eso "afectaría a los productores mexicanos".
Explícito, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, aclaró que el hecho de que los equipos negociadores hayan retomado las conversaciones implica un compromiso por concluir "las pláticas sobre todos los temas, pero de ningún modo estamos hablando ni imponiendo una fecha perentoria para su firma".
Sobre este punto cabe mencionar que en el mensaje conjunto que los gobernantes ofrecieron a los medios de México y Japón, Fox hizo hincapié en que el acuerdo que se negocia con Japón "tiene el valor de la participación activa de los productores, empresarios, agricultores y empresas de comercio internacional. Eso es lo que hará realmente valioso este acuerdo".
Los equipos negociadores de México y Japón habían suspendido conversaciones a las cinco de la mañana de este jueves en la capital japonesa, informaron Fox y Koizumi. En el transcurso de las próximas horas se sabrá si el "10 por ciento" que falta para concluir se cumplió satisfactoriamente para ambos gobiernos.
El "endurecimiento" del gobierno japonés para negociar sobre la reducción de subsidios y aranceles en los sectores agrícola y de alimentos, así como el tema de las compras de los gobiernos, "reventaron" en las conversaciones para un tratado de libre comercio entre México y Japón. Entre los empresarios y algunos funcionarios que acompañan al presidente Vicente Fox Quesada en la gira que lleva a cabo por esta nación asiática inclusive surgió el escepticismo en torno de las posibilidades reales de que se llegue a un arreglo.
Aunque de parte del presidente de la Unión de Keindarem (Federación Japonesa de Organizaciones Económicas), Akira Okuda, hubo un pronunciamiento en favor del tratado, hasta este jueves -cuando termina la estancia de Fox en Tokio- no ha habido avances.
El 27 de octubre del año pasado, en Los Cabos, durante la décima reunión cumbre del APEC, Fox y el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, anunciaron el inicio de las conversaciones para concretar un acuerdo comercial. En conferencia de prensa conjunta precisaron que el programa de negociaciones incluiría todos los sectores y servicios, entre ellos el agropecuario, a sugerencia de la parte mexicana. Fox y Koizumi manifestaron sus deseos de que el proceso concluyera satisfactoriamente en el transcurso de un año. El acuerdo -convinieron- se firmaría en Tokio, durante la visita de Estado del titular del Ejecutivo mexicano.
No fue así. En cambio, lo que ronda en la delegación mexicana que viajó a la capital japonesa es la incredulidad. Personajes como el empresario Roberto Alcántara y el senador Carlos Chaurand, que conocieron del curso de las negociaciones que encabezan los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez Bautista, y de Economía, Fernando Canales Clariond, comentaron que por la "dura posición" japonesa se ve "lejana" la firma del acuerdo comercial.
Desde el inicio mismo de sus actividades en Tokio, el miércoles, el Presidente de México ha puesto en el centro de sus presentaciones su interés por acelerar el proceso de negociación. Así ocurrió en el encuentro que tuvo con los dirigentes de la federación empresarial japonesa como en la cena que él le ofreció el emperador Akihito.
A los empresarios, Fox planteó: "las economías de México y Japón son complementarias, por eso mismo la firma de un acuerdo de complementación económica proporcionará alianzas estratégicas, promoverá el comercio y la inversión. Estaremos estrechando aún más las relaciones, que ya son muy avanzadas".
También hizo una amplia exposición sobre las ventajas que ofrece México a los inversionistas extranjeros, pues encuentran "abierta la posibilidad" de hacer negocios en prácticamente todos los sectores productivos del país, incluyendo el energético.
Asimismo, expuso que las "importantes cantidades de inversión extranjera directa" compensan "al ciento por ciento el déficit en cuenta corriente", congratulándose por el hecho de que en la actualidad México sea "uno de los tres países más atractivos del mundo para los inversionistas, junto con China y Estados Unidos".
Más tarde, en la cena de Estado en el Palacio Imperial, ante el emperador Akihito -que desempeña actos en asuntos de Estado como la promulgación de enmiendas a la Constitución, leyes, órdenes de gabinete y tratados, entre otras atribuciones y facultades-, Fox propuso "aprovechar al máximo la complementariedad" de las economías japonesa y mexicana.
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