México D.F. Jueves 16 de octubre de 2003
Pide a Gobernación emprender una acción
conjunta
Propone la Profepa desalojar a invasores de Montes
Azules
ALONSO URRUTIA
Por considerar urgente la necesidad de revertir el crecimiento
de los asentamientos irregulares en la selva Lacandona y la devastación
acelerada de la misma, el titular de la Procuraduría Federal de
Protección al Ambiente (Profepa), José Luis Luege, demandó
la intervención de la Secretaría de Gobernación para
impulsar una acción conjunta del gobierno federal y desalojar a
las personas que la han invadido.
A
juicio de Luege, de los 41 asentamientos que existen actualmente en la
selva Lacandona, seis podrían ser desalojados "con relativa facilidad"
mediante el diálogo con las familias ocupantes y el ofrecimiento
de alternativas. Sin embargo, destacó la necesidad de que el gobierno
de Chiapas participe en las negociaciones, pues su presencia es fundamental.
Entrevistado al término de una reunión con
el secretario de Gobernación, Santiago Creel, el procurador ambiental
señaló que si bien es necesario privilegiar el diálogo
como vía para lograr la desocupación, aseveró que
en un momento dado se debe aplicar la ley con mano firme y, en algunos
casos, habrá que utilizar "la fuerza del estado".
-¿Se habló del sesgo zapatista que hay en
algunos de estos asentamientos?
-No tiene nada que ver. Está muy lejos de la influencia
del zapatismo. Sin embargo, efectivamente, cuando se acerca uno a hablar
con las personas, dicen que eso tiene que resolverse allá arriba,
con la comandancia. O sea, que ya todo se pretende ver con el mismo sesgo
de un movimiento político y no es el caso. Ahí hay extranjeros,
hay inducción inexplicable de algunas personas, que no alcanzaron
a entender que tiene como consecuencia la destrucción de la selva
Lacandona.
Luege dijo que el planteamiento de la Profepa es "la absoluta
necesidad de lograr desocupar esos asentamientos irregulares, recuperar
la selva y mantener el río Lacantún como límite de
absoluto respeto de la Lacandona.
Subrayó que si bien la extensión de tierra
irregularmente ocupada es relativamente pequeña, lo lamentable es
que esos asentamientos se van expandiendo y contribuyen a la devastación
de una zona que desde que se decretó como reserva de la biósfera
ha perdido más de la mitad de lo originalmente protegido bajo el
decreto. Montes Azules es una zona que debiera ser intocada, pues si bien
son familias que viven en condiciones de pobreza, también es cierto
que vivir ahí tampoco resuelve su problema de pobreza.
Comentó que Creel Miranda había respaldado
su postura de impulsar esta desocupación y, de entrada, se pactó
un encuentro con la Secretaría de la Reforma Agraria con el propósito
de ir diseñando una estrategia que involucre a todas las dependencias
vinculadas con el tema para lograr la desocupación.
|