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México D.F. Jueves 16 de octubre de 2003
ASTILLERO
Julio Hernández López
El hermano Raúl yerra el tiro
Defiende Las Mendocinas; calla sobre la partida secreta
"Poderosos grupos se beneficiaron de mi desgracia"
EL INGENIERO RAUL Salinas de Gortari ha enviado a este tecleador (que no cobra 10 por ciento por reproducir cartas de sus lectores) una especie de maldición compuesta por nostalgias de hacienda mendocina y ecos de alguna partida secreta presidencial: "Tal vez mis huesos se conviertan en polvo en la cárcel, pero sí es seguro que usted nunca tendrá un país con justicia, y que su alabanza al atropello habrá contribuido a ello".
LAS PROFECIAS LLEGARON en el cuerpo de una carta que comenzaba con un "Respetado Señor Hernández López" y que se relacionaba con la columna que "el día de hoy se refiere a 'Peculado, la piedra del tropiezo'" (título impropio el que consignó el ingeniero Salinas pues, pretendiendo este escribano esotérico dar a la frase un cierto sentido bíblico y no una precisión específica, el texto original decía "de tropiezo", no "del tropiezo"). Como bien recordarán las legiones de fanáticos de esta sección, el pasado martes se advirtió desde esta atalaya que el licenciado Carlos Salinas de Gortari estaba en grave riesgo, pues un juez de distrito había negado un amparo que para su hermano en prisión afanosamente buscaba mediante cabildeos de gran altura el distinguido ex presidente, pues era de su especialísimo interés que no se ligara el ejercicio que durante su sexenio hizo de la partida presupuestal secreta con las cuentas personales de su hermano Raúl. Se dieron datos confidenciales (extraídos, mediante espionaje, de privadísimos archivos periodísticos) referentes a números de cuentas y nombres de los involucrados, entre otros el del enigmático presunto muerto Ernesto Sentíes, y se recordaron los cánticos de inculpatorio despecho contra su hermano Carlos que el encarcelado Raúl hizo hablando por teléfono con su hermana Adriana y que el pérfido Ernesto Zedillo mandó grabar y luego difundir por el Canal de las Estrellas.
PUES BIEN, el ingeniero Salinas de Gortari tuvo a bien hacer a un lado todo el alegato que con tanto esfuerzo había armado el arribafirmante tecleador, y dirigió sus esfuerzos de presunto esclarecimiento a una frase de refilón, en la que se decía que el hermano Carlos había organizado encuentros de todo tipo para tratar de conseguir que el juez Silverio Rodríguez "amparara al ingeniero Raúl y de esa manera invalidara la pretensión de ligar el ejercicio de la partida secreta salinista con el así aún más explicable enriquecimiento del mártir de las Mendocinas". Como podría entender hasta el actual secretario de Educación Pública, la referencia a la susodicha hacienda no es la sustancia del asunto consignado en Astillero, sino la desviación de fondos de la partida secreta a las cuentas personales de Raúl.
NO ENCONTRO, sin embargo, mejor asidero el hermano en prisión para intentar alguna forma de defensa, y del clavo ardiente de Las Mendocinas se agarró en una misiva que luego de los protocolos dice: "Qué bueno que relaciona usted la presencia política de mi hermano Carlos con los reveses judiciales que me infligen" (aunque, en estricto sentido, aquí se dio cuenta de los esfuerzos hechos por el hermano Carlos, desde su nueva posición de reaparecido todopoderoso, para tratar de impedir que se avance en la indagación de la mencionada piedra de tropiezo que es la partida secreta). "Habité la hacienda Mendocinas porque tenía legítimo derecho a ello. Siempre declaré mi participación patrimonial en esta propiedad ante la entonces Secretaría de la Contraloría. Le anexo copia de estas declaraciones oficiales. Obra en mi poder, y está a su disposición, el peritaje contable que demuestra que mi participación, legítima y pública, significaba el 98 por ciento de la propiedad, y que el señor Juan Gómez Caro detentaba solamente el 1 por ciento de la propiedad y que por este 1 por ciento lo sentencian como mi testaferro". (La hacienda de las Mendocinas es un rancho de más de 150 hectáreas, con construcciones del siglo XVI, ubicado en Huejotzingo, Puebla, y que aparecía valuado en 23 millones 409 mil 320 pesos, además de 2 millones 323 mil 550 pesos en cuadros, muebles y otros enseres, según nota de Juan Manuel Venegas y Ciro Pérez Silva en La Jornada del 11 de abril de 1996. En su momento, la revelación de ese secreto inmobiliario fue la punta del iceberg que mostró a los mexicanos, sobre todo desde las páginas de Proceso, el enriquecimiento asombroso del hermano mayor del entonces presidente Salinas). Luego viene del no mártir el párrafo que a esta tecla aventurera estremece y que en sus calenturientas especulaciones pareciérale que fuese un reclamo velado a su propio hermano Carlos al que en otros escenarios ha tachado de traidor y cobarde: "Poderosos grupos políticos y económicos se benefician de mi desgracia, pero la verdadera víctima es México", y, luego, el cierre tétrico consignado en el primer párrafo de esta entrega.
LAMENTA, SIN EMBARGO, este escribano, tener que romper el encanto justiciero del hombre al que el sino martirizó poniendo en sus manos millones de dólares mientras su hermano también se sacrificaba gobernando al país. El punto no son en este momento Las Mendocinas, hacienda que no es sino una aguja en el pajar de la gran corrupción salinista, sino la investigación judicial en curso del desvío de 200 millones de pesos de la partida secreta presidencial hacia las cuentas de Raúl Salinas de Gortari. A esos esclarecimientos debería dedicarse el ingeniero: Ƒpor qué hubo dinero de la partida secreta que fue depositado en sus cuentas? ƑCarlos Salinas autorizó, y por tanto tiene responsabilidad penal, en esas transferencias? Por lo demás, y antes de ponerse masiosare, este aporreador de teclados no encuentra mejor manera de luchar por un México con justicia que no siendo cómplice ni siquiera por omisión de los atropellos desde el poder a los que no se hace aquí alabanza, sino denuncia constante (šZácatelas, con tanta seriedad, esta columna ya hasta pareció sermón de cardenal!)
ASTILLAS: Política inmobiliaria: los acuerdos, en la cabaña de Marta; la operación, en la casa que Carlos Ahumada le compró a Guadalupe Rivera Marín y ahora le renta a Rosario Robles; y la celebración oficial, en la Universidad del Claustro de Sor Juana, propiedad de Beatriz López Portillo... Carlos González Félix, un policía judicial que fue jefe de escoltas de Ernesto Ruffo en el gobierno de Baja California, fue asesinado el pasado lunes en Los Pinos, que es un selecto fraccionamiento residencial de Tijuana. Ya en 1995, González Félix había sido detenido por ser escolta de la banda de los Arellano Félix y, en especial, de Aldo Ismael Higuera, hijo del famoso capo apodado El Mayel... Bonita fiesta de cumpleaños con cargo al erario se organizó ayer Arturo Montiel en la Casa de Gobierno del estado de México. Sesenta y dos velitas y un pachangón de esos que salen mejor si se pagan con el dinero del pueblo... šAh, la señora Marta de Fox y el presidente siguen de gira! Fax: 5605 2099 [email protected]
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