México D.F. Sábado 11 de octubre de 2003
El gobierno reformista de Teherán se apresuró a felicitarla por tan alto logro
Obtiene la humanista iraní Shirin Ebadi el Premio Nobel de la Paz 2003
El Papa, postergado por repudiar el control de la natalidad y la homosexualidad: versión
AFP, DPA Y REUTERS
Oslo, 10 de octubre. La abogada y defensora de los derechos humanos iraní Shirin Ebadi ganó este viernes el Premio Nobel de la Paz por "sus esfuerzos dedicados a la democracia y los derechos humanos", en especial por su defensa de las mujeres y los niños, dio a conocer el Comité Nobel al fundamentar su decisión.
Las reacciones no se hicieron esperar, pues el gobierno reformista de Irán se apresuró a felicitar a la primera mujer musulmana en obtener el galardón, mientras que Ebadi se manifestó "conmovida", desde Pa-rís, y se declaró contraria "a cualquier intervención extranjera" contra su país.
"El pueblo iraní lleva a cabo el combate por los derechos humanos y estamos en contra de una intervención extranjera en Irán", dijo en una de sus primeras declaraciones la activista y también profesora de 54 años de edad. Añadió que "el Islam no es incompatible con los derechos humanos".
La galardonada, profesora de medio tiempo en la Universidad de Teherán, fue felicitada por el gobierno de Estados Unidos, que destacó sus trabajos sin descanso y con sufrimientos por el régimen clerical, "por haber promovido la democracia y los derechos hu-manos", pues pasó tiempo en prisión.
También recibió felicitaciones de Alemania, Francia, la Unión Europea, Naciones Unidas, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el papa Juan Pablo II, el ex presidente checo Vaclav Havel, dos ex premios Nobel de la Paz, el costarricense Oscar Arias y el polaco Lech Walesa, así como del disidente cubano Osvaldo Payá, entre otros.
Shirin Ebadi señaló que "es un gran honor para mí recibir este premio". No obstante, acotó que "este día no es mío, sino que pertenece a todos los militantes de derechos humanos del mundo", y apuntó que el galardón le da "más energía para seguir luchando por un futuro mejor".
En conferencia de prensa, desprovista de toda indumentaria que le cubriera la cara, como ocurre en su país, Ebadi aprovechó para reclamar la liberación cuanto antes de todos los prisioneros iraníes que "luchan por la democracia". Señaló que "se acabó el tiempo de las revoluciones y de las guerras".
Shirin Ebadi fue la primera mujer en asumir como juez en Irán, en 1974, pero debió renunciar tras la revolución islámica de 1979, pues los responsables religiosos consideraron que las mujeres son demasiado "emotivas" para dirigir un tribunal.
Desde entonces la ahora galardonada ha luchado por la defensa de los derechos de las mujeres y los niños en una sociedad musulmana ultraconservadora, además de haber otorgado asesoría jurídica a personas perseguidas, pese a las amenazas recibidas.
Aseguró que "el Islam no es incompatible con los derechos humanos, y todos los musulmanes tienen que congratularse con este premio. Leyendo el Corán uno se da cuenta de que no hay nada en contra de los derechos humanos".
Agregó que lleva 20 años transmitiendo el mensaje de que se puede ser musulmán y al mismo tiempo tener leyes que respeten los derechos humanos.
Ebadi, a quien se consideraba una amenaza para la seguridad del Estado islámico, confesó su admiración por el papa Juan Pablo II, "por haber condenado la intervención estadunidense contra Irak".
Pero también pidió al gobierno de Irán que respete los derechos humanos y expresó su deseo de que se produzca una evolución positiva en un futuro.
Lech Walesa, ex presidente polaco y premio Nobel de la Paz 1983, señaló: "No tengo nada contra ella, pero si alguien me-recía el premio este año era el Papa".
Se rumoró que Juan Pablo II sería el galardonado, y se dijo que el Comité del Nobel no se inclinó por él debido a su postura opuesta al control de la natalidad, el sexo fuera del matrimonio, la homosexualidad y la ordenación de mujeres como sacerdotes dentro de la Iglesia católica.
El portavoz del gobierno iraní, Adullah Ramezandadeh, expresó su felicitación a Ebadi y consideró que el premio Nobel ga-nado se debe a sus méritos.
Aseguró que sus puntos de vista por los derechos humanos, en favor de las mujeres y los niños, han sido tomados en cuenta en círculos pacifistas del mundo y que esto honra a las mujeres iraníes y demuestra que las mujeres musulmanas hallarán en su país un buen espacio para sus actividades.
El vocero dijo que Ebadi regresará a Teherán el próximo martes y que un representante del gobierno participará con ella en la ceremonia de premiación a efectuarse el 10 de diciembre en Oslo, cuyo galardón está dotado de un millón 300 mil dólares.
Sin embargo, el director del diario oficialista Resalat, Amir Mohebian, señaló que "el premio conlleva el mensaje de que Europa pretende presionarnos más con los derechos humanos para lograr sus objetivos".
Otras felicitaciones fueron de los ministros de Cultura y la cancillería y del vicepresidente Mohamed Alí Abtanhi; todos destacaron la alegría por el galardón y por la labor de Ebadi en favor de las causas de los niños y las mujeres.
El Comité Nobel destacó que "en una era de violencia, ella ha apoyado de forma consecuente la no violencia y, para su punto de vista, es fundamental que el poder político supremo en una comunidad se construya sobre la base de elecciones democráticas".
Expresó que el comité espera que el pueblo iraní sienta alegría por este hecho, ya que por primera vez en su historia se le otorga el Nobel a uno de sus ciudadanos.
"Esperamos -concluyó- que el premio sirva de inspiración a todos los que luchan por los derechos humanos y la democracia en su país, en el mundo musulmán y en todas las naciones donde la lucha por la dignidad humana necesita inspiración y apoyo."
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