"No vamos a permitir que nadie domine ahí"

"Un cáncer", las bandas que operan en el norte del país: Santiago Vasconcelos

ROSA ELVIRA VARGAS

La delincuencia organizada que actúa en el norte de Tamaulipas y Nuevo León representa "una lacra, un cáncer", a decir del subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos. Admitió que no sólo la banda de Los Zetas opera en esa región; también están Los Chachos, el grupo de El Yeyo Falcón y el de El Chapo Guzmán, sin descartar el de Los Lobos, que actuaba en "asociaciones coyunturales" con otras organizaciones inclusive del lado estadunidense.

Interrogado sobre el reciente golpe de Los Zetas -ex militares de elite, de acuerdo con todos los indicios- comentó que existe una disputa de bandas, pero que a la Procuraduría General de la República no le interesa combatir a una para que llegue otra. La estrategia es actuar contra todos los grupos, pues "no vamos a permitir que nadie domine ahí, más que la ley".

El subprocurador fue entrevistado en las oficinas de la cancillería, en Tlatelolco, luego de la ceremonia inaugural de la primera Reunión Interamericana sobre Mecanismos de Cooperación contra la Delincuencia Organizada. Los temas abordados con él fueron diversos.

El responsable de investigar las denuncias que por delincuencia organizada se hicieron contra el cardenal Juan Sandoval Iñiguez indicó que "hasta ahorita no ha sido necesario" citar a declarar al prelado.

Sobre los escándalos por filtraciones telefónicas, señaló tanto el relativo a los árbitros Felipe Ramos Rizo y Edgardo Codesal como el de la diputada Elba Esther Gordillo: "vamos bastante avanzados y esperamos pronto dar resultados". Hay, dijo, líneas de investigación "muy buenas".

Luego se refirió a algunos planes de cooperación internacional en materia de terrorismo y de delincuencia organizada. Rechazó aventurar una cifra respecto al dinero que manejan las bandas internacionales, "porque no hay un estudio serio" que dé la dimensión de los recursos que manejan, aunque admitió que se trata de grandes volúmenes, porque se refieren no sólo a lo que llega por narcotráfico, sino por tráfico de personas, prostitución o tráfico de armas.

Se trata, subrayó, de un sinfín de actividades de delincuencia organizada "que no podemos resumir en cifras frías y menos tan desconocidas como éstas".