México D.F. Domingo 5 de octubre de 2003
Contratadas obras por $94 mil millones y el
erario deberá cubrir 91 mil millones
Participación privada en energía compromete
finanzas de 4 sexenios
Tan sólo en el gobierno de Vicente Fox
se pagarán 46 mil millones por concepto de Pidiregas
Por cada peso que particulares invierten obtienen
73 centavos de intereses, señalan expertos
ISRAEL RODRIGUEZ
La creciente participación privada en el sector
energético mexicano compromete a la actual y a las próximas
tres administraciones gubernamentales a cubrir cerca de 91 mil millones
de pesos como resultado de la contratación de obras por 94 mil 215
millones de pesos mediante esquemas de inversiones financiadas que deberán
pagarse entre 1998 y 2019, alertó José Manuel Becerra Espinosa,
ex subdirector de Transmisión y Distribución de la Comisión
Reguladora de Energía (CRE) y catedrático de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
Precisó que menos de 3 por ciento del monto total
fue pagado por la administración del presidente Ernesto Zedillo,
lo que significa que en las siguientes cuatro administraciones tendrán
que cubrirse cerca de 91 mil millones de pesos. De los 94 mil 215 millones
de deuda total contraída con el sector privado, desde el sexenio
pasado, la amortización representa 57.61 por ciento, equivalente
a 54 mil 286.2 millones de pesos y el restante 42.39 por ciento, que representa
39 mil 928.9 millones, se erogará por intereses.
Sólo en la administración del presidente
Vicente Fox (2000- 2006) se tendrán que realizar pagos al sector
privado por los Proyectos de Inversión de Impacto Diferido en el
Registro del Gasto (Pidiregas) por más de 46 mil millones. De esta
cifra, 21 mil 343 serán por concepto de amortización del
capital y 24 mil 687 millones de pesos por pago de intereses.
Becerra
Espinosa, doctor en ingeniería, reconoce que aunque es difícil
cuantificar la real aportación del capital privado en la industria
eléctrica y en la contabilidad de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE), debido a que se separan los proyectos de producción
independiente, se puede apreciar la creciente presencia del capital privado.
Esto, destaca, pone en evidencia que han sido suficientes
las condiciones e incentivos de apertura, y por lo tanto, no hay lugar
a queja de una falta de participación de la iniciativa privada.
Con fines comparativos, Víctor Rodríguez-Padilla,
investigador de la Facultad de Ingeniería, concluye que para el
sector privado representa un negocio muy rentable, ya que por cada peso
que invierte en obra pública en materia eléctrica obtiene
73 centavos de intereses.
A futuro, la CFE estima que en el periodo 1998-2007 deberá
tenerse 21 mil 743 megavoltios de capacidad, con un escenario de crecimiento
anual de 5.8 por ciento. En los proyectos de plantas generadoras previstos
por las autoridades de la Secretaría de Energía y de la CFE
se aprecia la tendencia hacia un mayor uso del gas natural como combustible
en la capacidad adicional y en donde se espera tener una considerable participación
del sector privado.
La evolución de programas del sector generación
elaborada por la Secretaría de Energía detalla que entre
1998 y 2007 se requerirá un total de 166 mil 864 millones de pesos.
De esa cifra, 92.49 por ciento provendrá de los proyectos de inversión
financiada.
José Manuel Becerra, quien también fue alumno
de excelencia por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, advierte
que a pesar de estas cifras, las autoridades afirman que el Estado asume
los riesgos y, por ende, no existe una verdadera inversión de capital
de la iniciativa privada. Por ello, derivado de los datos anteriores y
analizando los planes de expansión, se evidencia una sobreinversión
en algunas áreas y una subinversión en otras.
Además, se aprecia una falta de imaginación
para diversificar los financiamientos futuros, lo que puede comprometer
un deseable desarrollo de la industria eléctrica.
Autofinanciamiento
En su estudio Producción independiente: alternativa
viable a la reforma radical del sector eléctrico, el académico
resalta que para evitar el riesgo que significa un incremento del costo
para la sociedad de la expansión del sistema de suministro de energía
y no comprometer las finanzas públicas de las próximas administraciones,
se requiere que la CFE revierta la tendencia actual de disminución
en su autofinanciamiento y sirva de contrapeso a la dependencia del sector
privado, así como de los ciclos combinados.
El autor señala que aun sin cambios estructurales
o privatizaciones se ha logrado imponer la inversión privada en
el sector eléctrico también por medio del modelo de productor
independiente, el cual no está agotado y puede seguir en función
con algunas adaptaciones, cuyas implicaciones no son comparables a la reforma
radical del sector propuesta por las autoridades.
Sin embargo, para que continúe siendo viable este
esquema se debe depurar el marco legal y contar con una más adecuada
repartición de los riesgos, otorgar autonomía a la Comisión
Federal de Electricidad, para que pueda recuperar lo que invierte, y dejar
de ser visto como elemento de apoyo a las políticas macroeconómicas.
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