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México D.F. Jueves 2 de octubre de 2003
Relata el camarógrafo los hechos que
vivió cuando cubrió el 2 de octubre de 1968
Jamás apareció la cinta que grabé
de la masacre: Malfavón
Trabajaba para Excélsior; "dejé
la película en el periódico y me fui a mi casa atemorizado"
Contenía la luz de bengala cuando la lanzaron y cuando cayó,
precisa
JORGE CABALLERO
El 2 de octubre de 1968 el camarógrafo Ignacio
Malfavón entró a trabajar a las 15 horas al periódico
Excélsior; en ese entonces el diario tenía un noticiario
trasmitido por Telesistema Mexicano (hoy Grupo Televisa), titulado Tv
Producciones Excélsior; él era uno de los encargados
de registrar las noticias para dicho noticiario. "Me avisaron que tenía
que cubrir la marcha que culminaría en la Plaza de las Tres Culturas
en Tlatelolco; le dije a mi jefe, 'parece mentira que las cosas más
duras de este movimiento me ha tocado cubrirlas a mí'. Acudí,
estaba al lado de Oriana Fallaci, junto a tres periodistas extranjeros
más: un alemán un español y un brasileño. Estaba
haciendo mis tomas cuando vi la luz bengala del helicóptero y cuando
bajó el Batallón Olimpia", recuerda echándose sus
anteojos a un lado y enjugándose con la muñeca derecha las
lágrimas provocadas por su memoria.
Ignacio
Malfavón continúa su relato -hasta ahora inédito-,
el cual no había sido registrado porque "me ponía muy triste
por todo lo que les hicieron a los muchachos. Cuando las balas comenzaron
a surcar por todos lados nos tiramos al piso; estábamos mojados
porque rompieron tuberías y había llovido; un señor
del edificio Chihuahua nos escondió, a cinco personas, en su departamento
del sótano, advirtiéndonos que no fumáramos y que
permaneciéramos callados; allí estuvimos durante un rato.
La película que había filmado la saqué de mi cámara,
la guardé y en su lugar puse un rollo virgen; cuando salí,
un oficial al ver la cámara me la quiso quitar, pero le dije: 'Mire,
oficial, no alcancé a grabar nada'; me respondieron: 'Está
bien, pásale'. Los periodistas extranjeros pudieron salir por su
acento".
"Jamás volvimos a tocar el tema"
El camarógrafo, quien en 1992 se jubiló
de la mencionada casa editorial, prosigue: "Cuando llegué al periódico,
Julio Scherer me preguntó: '¿Cuántos muertos hubo'?;
le contesté: 'como 300'; me respondió: '¡Estás
loco! ¿Tú sabes lo que son 300 personas? Vete a tu casa y
descansa, ya mañana hablaremos; estás muy perturbado'. Jamás
volvimos a tocar el tema él y yo", el señor Malfavón
apenas termina de decir estas palabras y por segunda vez se seca las lágrimas,
pero en esta ocasión utiliza un pañuelo, el cual además
despliega para limpiarse la nariz. Luego continúa: "El cálculo
de los muertos lo hice en función de las camionadas que salían
con los cuerpos, claro que no todos iban cargados con cadáveres,
pero gran parte sí. Dejé la película en el periódico,
algunos compañeros me prestaron ropa seca y me fui a mi casa atemorizado".
-¿Qué pasó con la cinta que filmó,
don Ignacio?
-Lo del 2 de octubre y otros acontecimientos los filmé
en 16 milímetros; meses después, cuando fui a recuperar una
entrevista que le hice a Cantinflas en la Plaza de Toros México,
cuando filmaba una película en la que toreaba, para sacarle una
copia, no la encontré. Me acordé de la cinta del 2 de octubre
y quise buscarla, pero tampoco estaba... ni ninguna otra de las cintas
relacionadas con el movimiento. Pregunté, pero nadie sabía
nada de ellas, no sé si las autoridades dieron la orden de que se
recogieran, pero ya no existían. Quiera Dios que no vuelva a ocurrir
una cosa semejante, como lo del 2 de octubre. Nosotros las mandábamos
a Televisa y después las devolvían; esa noche metimos un
pedazo en el noticiario del 3 de octubre, pero jamás las volví
a ver.
-¿Qué contenía su filmación?
-La luz de bengala cuando la lanzaron y cuando cayó;
a Oriana, que se quejaba del tiro que le dieron en una pierna, a algunas
personas alcanzadas por las balas, pero cuando me tiré al piso estuve
grabando hacia todos lados, como media hora, al puro tanteo. Jamás
vi el pietaje completo de la cinta.
Historia de una fotografía
El noche del miércoles 2 de octubre de 1968 Ignacio
Malfavón llegó a su casa con ropa diferente de la que usaba
cuando había salido en la mañana. A pesar de las preguntas
de su mujer, no le contó los acontecimientos que presenció
horas antes en la Plaza de las Tres Culturas, pero al día siguiente,
después de las llamadas telefónicas de colegas de su esposo
para saber cómo se encontraba Ignacio, porque lo reportaron desaparecido,
su mujer lo encaró y le preguntó: "¿Qué fue
exactamente lo que sucedió ayer?"; él le narró los
hechos.
El domingo siguiente, o sea, el 6 de octubre, el camarógrafo
llevó a su mujer y a sus cuatro hijos: Marco Antonio, Luis Ignacio,
Malú y Mario Alberto, a la Plaza de las Tres Culturas. ¿Qué
lo motivó a regresar y tomar una foto con sus hijos? Malfavón
responde esta interrogante: "En parte por el oficio y en parte por la explicación
que le tenía que dar a mi esposa de por qué había
llegado esa noche a casa con ropa distinta. También quise que mis
hijos estuvieran allí, pues sabía que era un hecho histórico;
el más pequeño, Mario Alberto, que no aparece en la foto,
tenía como ocho días de nacido, hace unos días festejó
su cumpleaños 35, precisamente.
"Cuando llegamos a la Plaza de las Tres Culturas le mostré
a mi mujer el lugar donde había estado escondido. En el lugar aún
había una cantidad impresionante de zapatos de la gente que cayó
ahí; al ver los tanques, y como sólo llevaba cámara
fotográfica para registrarlo, pedí permiso al soldado que
aparece encima del vehículo militar para tomar una foto a mis hijos.
Cuando tratamos de adentrarnos más, hacia donde se ve el otro tanque,
nos impidieron el paso. Disparé más fotografías, pero
los soldados se nos quedaron viendo feo y ya sabe que con ellos no se juega,
así que nos fuimos."
El 6 de octubre de 1968, Ignacio Malfavón, entonces camarógrafo del periódico Excélsior -en aquella época el diario tenía un noticiero en Telesistema Mexicano (hoy Televisa)-, tomó esta imagen de sus hijos frente al edificio Chihuahua de la unidad Tlatelolco. ''Sabía que lo ocurrido el 2 de octubre era un hecho histórico'', narra a La Jornada. El profesional cubrió la movilización estudiantil y fue testigo de la matanza. Su material desapareció FOTO IGNACIO MALFAVON
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