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México D.F. Jueves 2 de octubre de 2003
En marcha, modernización de los 330 de la ciudad
Inaugura López Obrador el primer pozo de agua potable automatizado
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
La modernización del control de los 330 pozos de agua potable que hay en el Distrito Federal permitirá detectar automáticamente la suspensión del fluido en alguna zona por la interrupción en el funcionamiento de las bombas, y así restablecer el servicio en menos de una hora. Esto antes llevaba mucho más tiempo, pues luego de las quejas de vecinos afectados se tenía conocimiento de las fallas en la red, explicó el director general del Sistema de Aguas de la ciudad de México, Antonio Dovalí Ramos.
En tanto, el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, puso en funcionamiento ayer el pozo Alameda-Tacubaya, primero de 70 que se automatizarán este año, lo que garantizará además una adecuada cloración del agua, de acuerdo con la norma de salud ambiental para uso y consumo humano, NOM-127-SSA1-1994, emitida por la Secretaría de Salud.
Según la Secretaría del Medio Ambiente, una cloración insuficiente del agua puede provocar enfermedades gastrointestinales, mientras que en altas concentraciones, el cloro ocasiona sabor desagradable e irritación en los ojos y la piel.
Dovalí informó que en otros cuatro pozos están prácticamente concluidos los trabajos de automatización, en 65 las obras están en marcha y para 2004 se modernizarán los restantes 260 pozos, con una inversión total de 114 millones de pesos. En conjunto, los 330 pozos aportan 40 por ciento del agua que se consume en la ciudad, refirió.
Con la automatización, detalló, es detectada cualquier interrupción en el servicio, derivada de fallas en la corriente eléctrica, por falta de cloro o por un problema mecánico, y el tiempo de reacción será menor a una hora.
El sistema de automatización permite controlar 70 variables, principalmente el caudal, presión, volumen, dosificación de cloro, paro y arranque de motores, cloro residual y actos de vandalismo. Al respecto, refirió que se instalaron sensores de movimiento de aire que permiten detectar el ingreso de intrusos a los pozos.
El principal problema de vandalismo, señaló, es el robo de tableros, así como la sustracción del cableado de cobre, por lo que se está cambiando la instalación con cable de aluminio, que tiene menos valor.
"A final de cuentas los vecinos deben también cooperar en la seguridad de las instalaciones, pues cuando éstas fallan ellos son los primeros afectados", advirtió. Cada pozo surte en promedio a 15 mil habitantes.
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