México D.F. Jueves 2 de octubre de 2003
"Café, amarillo, negro y blanco, estamos
listos para luchar": líder sindical de LA
Llega a Washington la caravana por la libertad para
los inmigrantes
Unas 900 personas cruzan el país en 18 autobuses;
ya no es asunto exclusivo de Texas o California
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington
y Nueva York, 1º. de octubre. Los integrantes de la caravana que
llegaron a Washington desde Seattle bajaron de sus autobuses con pancartas
en las que se leía: "22 naciones"; los de Chicago con otras que
declaraban: "14 naciones"; los de Phoenix trajeron cruces con los nombres
de los inmigrantes que han muerto al cruzar la frontera, y junto con otros
800 provenientes de varios puntos del país arribaron a esta capital
con una sola voz para exigir la legalización y el respeto de los
derechos de los inmigrantes indocumentados.
La Marcha de la Libertad para los Trabajadores Inmigrantes
está ya en Washington, donde ha preparado dos días de manifestaciones,
cabildeo y foros en favor de la legalización de los trabajadores
inmigrantes, exigir la reunificación familiar al permitir su ingreso
a este país y que sus derechos laborales básicos sean respetados.
Al bajar de los autobuses, mexicanos, etíopes,
somalíes, hindúes, chinos y de decenas de otras nacionalidades
enarbolaban banderas de sus países junto con la estadunidense; los
organizadores de esta hazaña destacaron que esto es una demanda
por el respeto a todos los inmigrantes en este país.
"Café, amarillo, negro y blanco, estamos aquí
y listos para luchar", declaró María Elena Durazo, líder
sindical en Los Angeles y coordinadora nacional de este esfuerzo que cuenta
con el apoyo de la central obrera AFL-CIO, iglesias nacionales, organizaciones
de derechos civiles y de defensa de inmigrantes. "Ya no pueden detener
este movimiento", afirmó.
En la semana, unas 900 personas en 18 autobuses cruzaron
el país visitando más de 100 ciudades y pueblos para reunirse
con sus compañeros en manifestaciones y foros enfocados en la demanda
de la legalización y el respeto de los derechos de los indocumentados.
"Ahora ya no se trata de un asunto de Texas, California o Nueva York, estamos
creando un movimiento nacional", declaró Durazo al llegar a esta
capital con los miembros de la caravana. "Fuimos a pueblitos que nunca
habían visto algo como esto, salieron el alcalde, los legisladores
locales y hasta el gobernador para saludarnos".
Anoche, en Durham, Carolina del Norte, el alcalde se presentó
y anunció que propondría una nueva medida que prohibirá
a la policía local interrogar a inmigrantes sobre su calidad legal,
y esto se repitió en todas las rutas de esta caravana, informó
Durazo.
En Atlanta, continuó, unas 5 mil personas dieron
la bienvenida a los inmigrantes y celebraron un acto en la iglesia de Martin
Luther King Jr., junto con el hijo del famoso reverendo y figura heroica
del movimiento de derechos civiles. Este movimiento por la dignidad fue
inspirada en las "caravanas de la libertad" que demandaban los derechos
civiles de los negros en los años 60, y varios de los veteranos
de esa lucha se han sumado a ésta en favor de los inmigrantes.
"El movimiento de derechos civiles no puede y no llegará
a su fin hasta que cada uno en Estados Unidos goce de los derechos y libertades
garantizados por los convenios de la fundación de nuestra nación",
escribió hoy el legislador federal John Lewis en el Washington
Post. Lewis, integrante de las "caravanas de la libertad" de los 60,
agregó: "como los miembros de las caravanas de 1961, la Marcha de
la Libertad 2003 pide que gente ordinaria haga cosas extraordinarias: poner
sus cuerpos sobre la línea en un momento de la historia estadunidense
en que la inmigración es un asunto volátil en todas partes;
defender sus derechos y los de muchos más; llamar la atención
sobre malas leyes que dañan a gente buena, y retar al gobierno federal
a actuar donde parece determinado a no hacerlo".
La marcha a través del país fue organizada
principalmente por sindicatos y los participantes -la mayoría indocumentados-
son jornaleros, trabajadores de restaurantes, carpinteros, personal de
limpia de oficinas y los que atienden estacionamientos, entre muchas otras
ocupaciones. Pero esta diversidad en trabajo, origen, raza, al unirse está
creando lo que es este nuevo movimiento nacional, señaló
Durazo.
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