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México D.F. Martes 30 de septiembre de 2003
ITACATE
Cristina Barros y Marco Buenrostro
La milpa maya
DEBEMOS A LA amistad de Silvia Terán, coautora con Christian H. Rasmussen y Olivio May Cauich del libro Las plantas de la milpa entre los mayas, la posibilidad de conocer las prácticas agrícolas en una población de Yucatán, Xocen, y admirar más aun a los herederos de una de las más importantes culturas.
DE ACUERDO CON sus circunstancias, señalan, cada pueblo ha favorecido alguno de los elementos de la agricultura: la tierra, el agua o las plantas. Estas han sido el eje, en el caso de Yucatán y buena parte de Mesoamérica, región que se considera uno de los centros de domesticación de plantas más importantes del mundo.
PARA LOGRAR ESTA especialización de las plantas, la selección de semillas y la inducción de ciertas especies que primero fueron silvestres y hoy forman parte de la milpa, se han requerido conocimientos científicos y una capacidad sobresaliente para la observación de la naturaleza por parte de los campesinos y biólogos indígenas, cuyo trabajo continúa hasta hoy.
SE SUELE CONCEBIR a la milpa tan sólo como el sembradío de maíz; sin embargo este sistema de cultivo implica una gran cantidad de plantas que varían según la región. Desde el punto de vista de los autores, y lo compartimos, esta práctica merece un estudio sistemático, pues hoy se han ''reivindicado los valores ecológico, genético, económico y cultural de los sistemas tradicionales de manejo de la naturaleza", que ''obedecen a una racionalidad profundamente acorde con aquella de los ecosistemas en que se han desarrollado... por lo tanto, son prácticas que se inscriben en el ahora llamado desarrollo sustentable".
EN LA MILPA maya, como en la mayor parte de las milpas de México, se consideran básicos el maíz, el frijol y la calabaza. En Xocen, además de estas especies, se cultivan dentro del sistema otras, como el melón, la sandía, el pepino y los guajes que sirven como recipientes. Son importantes también el chile y los tomates. Entre los tubérculos y raíces hay camote, macal, yuca, jícama, ñame y papa voladora. Otras plantas de la milpa pueden ser la chaya, la papaya, el guano, el plátano, ciertas variedades de cebolla y ajonjolí.
ESTOS ELEMENTOS proporcionan las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales necesarios para una alimentación equilibrada; combinarlos desgasta menos los suelos. Además tiene la ventaja de que, según el caso, se obtienen otros productos comestibles como guías, flores, vainas y hojas, desde que la planta es joven; y si por las plagas o el clima alguno fallara, los otros aportarán alimentación. Por eso se siembran juntos.
UNA ESTRATEGIA COMO ésta garantiza la autosuficiencia, pues habrá alimento y trabajo para el siguiente ciclo. Por ello en las comunidades, la milpa contribuye a reunir y organizar a la familia, y es también generadora de prácticas culturales como la cocina, las ceremonias religiosas y otras celebraciones. [email protected]
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