México D.F. Martes 30 de septiembre de 2003
Taller sobre el significado del flujo genético
Se debe considerar al maíz bien público para su conservación
Faltaron productores afectados por los transgénicos
MATILDE PEREZ U.
La producción y comercialización de transgénicos rebasan las investigaciones científicas y se convierten en una decisión política que en algunas ocasiones no favorece a la gente, dijo el presidente de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (Fumec), Jaime Oaxaca, luego de inaugurar el taller Flujo genético: qué significa para la biodiversidad y los centros de origen.
Interesado en que el tema de los organismos genéticamente modificados sea discutido entre diversos actores de la sociedad, y convencido de que son una alternativa para combatir el hambre en el mundo, Oaxaca consideró que en los avances tecnológicos ningún país debe estar en desventaja: "Los transgénicos deben ser producto de una profunda discusión, juntas y reuniones para obtener recomendaciones y tomar decisiones transparentes, aunque en este tema hay un amplio espectro de grises, no se trata de algo blanco o negro".
Agregó que en el debate y decisión en torno de la producción y comercialización de transgénicos también es importante que los gobiernos sean producto de "elecciones transparentes" y que los empresarios sean "honestos y tengan mayor sentido de la hambruna de millones de personas".
Aunque al foro asistieron científicos, directivos de empresas como Monsanto, funcionarios de las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), integrantes de organizaciones ambientalistas y ecologistas, faltaron (como dijo Silvia Ribeiro, del Grupo Etc) los productores y las comunidades cuyas cosechas han sido afectadas por la contaminación de los organismos genéticamente modificados.
Ribeiro, al igual que Rafael Ortega Paczka, de la Universidad Autónoma de Chapingo, y Juan Manuel Hernández, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, exigió al gobierno federal que detenga la importación de maíz transgénico y no fomente su producción.
"Más que investigar las alternativas de maíz transgénico, debería fomentar la producción de las variedades criollas que han demostrado su resistencia en los diversos microclimas del país", dijo. Agregó que hay gran incertidumbre en torno de los beneficios o daños que puedan causar los alimentos transgénicos y se acentúa por el proyecto de Ley de Bioseguridad, que no toma en cuenta el principio de protección que establece el Protocolo de Cartagena, ratificado por México en la primera quincena del mes en curso.
Al hablar sobre las causas de la erosión genética del maíz, el investigador Rafael Ortega Paczka expuso que algunas son: impulso a la producción de maices mejorados, bajos precios provocados por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), harinas industrializadas, desplazamientos por otros cultivos -entre ellos la siembra de enervantes-, cambios de hábitos de consumo, catástrofes naturales, movimientos armados y represión gubernamental.
Ortega Paczka destacó que toca al Estado proteger las razas y variedades de maíz y considerarlo como un bien público para asegurar su conservación, pues no debe limitarse a regular y controlar, sino establecer una política nacional de conservación genética. En la actual disyuntiva, acotó, "es mejor hacer más investigaciones y gastar menos en debates".
A su vez, el director de Instituto Nacional de Ecología, Exequiel Ezcurra, dijo que México debe dejar las puertas abiertas en la tecnología para decidir hacia dónde quiere orientar su agricultura, que asegure la producción alimentaria y su patrimonio genético. Se pronunció en favor del cultivo de transgénicos como, por ejemplo, la soya o de otros productos que no son originarios del país, que no tienen parientes silvestres y que se ha demostrado que son inocuos para la salud humana.
"Este no es un problema de transgénicos sí o no, hay que analizar cada uno de los casos" y volvió a citar un ejemplo: "La insulina se obtiene de cultivos de microorganismos transgénicos, eso demuestra que en algunos casos han traído beneficios."
No se debe caer en una generalización de "todos los transgénicos son buenos o son malos, sino hacer el análisis de los riesgos de caso por caso y las posibilidades de daño al medio ambiente".
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