No se falta a la ética cuando se practica un legrado, sostiene Ruy Pérez Tamayo

"Gran ineficacia" de la penalización para impedir el aborto, según expertos

Zamora Pierce: constituye un problema de salud pública, no de aplicación de la justicia

Expertos y abogados insistieron en que la penalización del aborto ha mostrado una "gran ineficacia" para reducir esta práctica, pues en México se realizan 850 mil cada año y sólo 51 mujeres fueron sancionadas -ninguna encarcelada- entre 1995 y 2001.

Ruy Pérez Tamayo, del Colegio de Bioética, indicó que "no se falta a la ética cuando se práctica un aborto", sobre todo cuando está en riesgo la salud de la madre. Lamentó que el debate se centre siempre en el futuro del producto y no en la suerte de la mujer, a la que se le estigmatiza o se le considera de "mala fama".

Al participar en el coloquio Aspectos éticos y legales del aborto: la despenalización a debate, precisó que el código ético de la medicina obliga a los galenos a preservar la salud de las personas, a curarlas o aliviarlas y a evitar muertes prematuras. Si bien, apuntó, al practicar un aborto se viola el tercer precepto, debe considerarse que el médico lo hace pensando en "hacer el menor daño posible". Esto no es diferente de aplicar quimioterapia -tratamiento que también implica efectos secundarios-, porque la intención es salvar la vida de quien padece cáncer, precisó.

Por su parte, Jesús Zamora Pierce, de la Academia Mexicana de Ciencias Penales, aseguró que el aborto es un problema de salud pública y no de aplicación de la justicia, por lo que mantener la penalización no evitará su práctica.

"En los hechos -expuso-, la legislación sobre el tema está derogada". Refirió que si se sancionara por lo menos a 300 mil mujeres de las 850 mil que se practican un aborto cada año -además del personal médico que las asiste-, el sistema carcelario nacional sería insuficiente o estaría saturado, pues la población detenida se multiplicaría seis o siete veces.

Alfonso Ruiz Miguel, abogado y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, planteó que cada año se practican en el mundo 50 millones de abortos, de los cuales 30 millones ocurren en países no desarrollados y gran parte se realiza en condiciones de riesgo.

Al igual que Pérez Tamayo y Zamora Pierce, consideró que las dos partes enfrentadas en este debate "nunca se pondrán de acuerdo" -definió la situación como un "choque de absolutos"-, pero rechazó toda injerencia de las religiones en el tema.

El catedrático resaltó también la inutilidad que tiene actualmente la penalización del aborto, pues sólo en España se sanciona a dos mujeres por cada 10 mil que se practican uno. "La acción punitiva resulta inútil y esa es una buena razón para no tomarla en cuenta", afirmó.

Durante la realización del coloquio, unos siete integrantes de Provida se manifestaron pacíficamente frente a las instalaciones del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) -organizador del encuentro con el Grupo de Información en Reproducción Elegida- con una manta en la que se leía: "Macedo, el derecho a la vida no se debate, šse respeta!", por lo que Alvaro Vizcaíno, integrante de la institución, deslindó al procurador general de la República -el Inacipe pertenece a la PGR-, al señalar que las opiniones del foro no representaban la posición de la dependencia.