México D.F. Martes 30 de septiembre de 2003
Comenta Woldenberg resultados de encuestas
La intolerancia aún marca la cultura política
La PGR ha procedido con transparencia en en el caso
Amigos de Fox, afirma Macedo de la Concha
ALONSO URRUTIA
Aunque el país ha logrado consolidar sus procesos
electorales, la democracia mexicana tiene encendidos focos rojos
en la prevalencia de algunos antivalores democráticos como la intolerancia,
la cual, según las encuestas sobre cultura política, es significativa,
sostuvo el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE),
José Woldenberg. Consideró que las expresiones de intolerancia
respecto a preferencias sexuales o contra los enfermos de sida muestran
la fragilidad de la cultura cívica.
Al inaugurar la Semana Nacional de la Ciudadanía
y la Democracia, Woldenberg alertó que los resultados de las encuestas
realizadas muestran signos que, si bien podrían interpretarse como
de "atraso cívico y cultural", también revelan "la pugna
entre ciertas formas de hacer política prevalecientes durante muchos
años y las que se abren paso con la modernización democrática".
La PGR "no define contiendas electorales"
En
el acto, el titular de la Procuraduría General de la República,
Rafael Macedo de la Concha, destacó la importancia de la preservación
del derecho en materia electoral como soporte de la democracia. En este
marco, asentó que la actuación de la dependencia "se constriñe
a la aplicación de la ley; no define contiendas electorales, sólo
las defiende".
Cuando faltan unos cuantos días para que el IFE
resuelva el caso Amigos de Fox, Macedo subrayó que la Fiscalía
Especializada para la Atención de Delitos Electorales ha actuado
con "transparencia" en todas las denuncias que ha recibido. "La procuración
de justicia no es un ejercicio discrecional, sino de respecto irrestricto
a la ley."
Destacó que si bien en las elecciones pasadas se
demostró el avance de las instituciones democráticas también
aparecieron fenómenos que deben preocupar y ocupar a las autoridades
responsables, señaladamente el elevado abstencionismo producido.
Asimismo, mencionó que ni la sociedad ni el gobierno habrán
de permitir que subsistan prácticas contrarias a la democracia,
como la coacción de votantes o la imposición de candidatos
sin importar lo expresado en las urnas
En su discurso, Woldenberg destacó que es preciso
asumir que el cambio democrático y la pluralidad manifiesta traen
consigo "nuevos fenómenos, como los gobiernos divididos, el poder
compartido, la búsqueda de pactos entre fuerzas antagónicas,
la incertidumbre en la aprobación de leyes e iniciativas que requieren
la edificación de una cultura democrática cada vez más
sólida".
Expresó que esa realidad debe traducirse en "códigos
de entendimiento de los actores políticos, partidos, gobiernos,
organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía". Por eso, señaló,
la voluntad de diálogo y la tolerancia deben ser los valores fundamentales
en la nueva etapa de la democracia mexicana.
La democracia -añadió- debe acreditar "que
es un orden al mismo tiempo estable y eficaz en la resolución de
problemas sociales, porque sólo de esta manera se garantizará
la dosis de legitimidad necesaria para sostenerse en el tiempo".
En este contexto, lamentó los resultados de las
encuestas sobre cultura política en el país, que muestran
algunos signos preocupantes como es que una gran proporción de la
sociedad se asume distante a estar informada de los asuntos públicos.
Esto es lamentable, anotó, porque no hay democracia que se sostenga
sin una sociedad bien enterada de las cosas públicas.
Asimismo, dijo, esta distancia de la sociedad está
ligada a un escaso conocimiento de los derechos ciudadanos, comenzando
por los que otorga la Constitución, de ahí la importancia
de impulsar acciones que permitan revertir los antivalores democráticos
que subsisten en la sociedad mexicana.
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