Dos vistosas anotaciones del argentino Alfredo Moreno

Cuarta derrota al hilo de Chivas en el Jalisco; 2-3 ante el Necaxa

Guadalajara continúa en el sótano del grupo cuatro y los Rayos rebasaron al Atlante

AGENCIAS

Guadalajara, Jal., 27 de septiembre. Las Chivas sufrieron su cuarta derrota consecutiva en casa, seis en total en el torneo, al caer 2-3 ante el Necaxa, con lo que siguen en el sótano del grupo cuatro con apenas 10 unidades de 30 posibles.

Por su parte, los Rayos obtuvieron su segunda victoria al hilo y rebasaron al Atlante en el primer lugar de ese mismo bloque, al sumar 17 puntos, por 15 de los Potros.

El partido fue agradable para los escasos aficionados que acudieron al estadio Jalisco. Sin embargo, los fanáticos observaron vistosas anotaciones, en una mala noche de Oswaldo Sánchez, quien regresó a la alineación luego de un partido suspendido.

Los visitantes se fueron al frente al minuto siete. Luego de una falta sobre Armando Tavira, Diego Martínez condujo el esférico y dio pase a la izquierda a Braulio Luna, quien observó adelantado a Oswaldo y lo venció con tiro bombeado.

Chivas empató 1-1 sólo dos minutos después, en un penal rigorista marcado por Manuel Glower, en una supuesta falta de Miguel Acosta a Miguel Sabah. Anotó Francisco Palencia con tiro a la derecha de Rubén Ruiz Díaz.

Las Chivas fueron beneficiadas otra vez y se fueron al frente al 51. Tavira cobró con potencia un tiro libre que se estrelló en el larguero y Omar Bravo aprovechó su posición adelantada para anotar, sin marca, mediante un cabezazo.

El cuadro del Yayo de la Torre pudo definir el partido al 59, pero Johnny García entregó su remate al arquero, cuando estaba sin marca.

En cambio, los visitantes no perdonaron al minuto 67, en una jugada de talento del hondureño Milton Núñez. El apodado Tyson cedió retrasado con la cabeza a la llegada del argentino Alfredo Moreno, quien empalmó el esférico de volea y venció a un estático Oswaldo con tiro a la derecha, para el 2-2.

Ya en pleno contragolpe, el propio Moreno anotó el 3-2. El delantero tomó el esférico antes de la media cancha y, al observar adelantado a Oswaldo, lo venció con tiro elevado.

A partir de entonces los aficionados gritaron gol a Oswaldo cada que tocaba el esférico.