México D.F. Domingo 28 de septiembre de 2003
Los elementos de seguridad privada no podían consignar a delincuentes detenidos
Regresa la Policía Auxiliar a custodiar instalaciones del aeropuerto capitalino
TRIUNFO ELIZALDE
A partir del próximo primero de octubre, 315 elementos de la Policía Auxiliar del Distrito Federal volverán a hacerse cargo de la vigilancia de las instalaciones externas y los andenes del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Asimismo, en la misma fecha, 651 agentes de la compañía de seguridad privada Intercom asumirán la responsabilidad del control de los filtros de acceso a las salas de espera, así como del área estratégica de plataformas de operación de aeronaves, hizo saber ayer el capitán Sergio Bolio Tapia, subdirector de Seguridad, Reglamentación y Normatividad del AICM.
Lo anterior obedece a que las empresas privadas Eulen, de España, y la nacional Servicios Programados de Seguridad, que tenían a su cargo la vigilancia de esas áreas, perdieron la última licitación pública que convocó el grupo aeroportuario que administra la terminal aérea capitalina. Ambas empresas cotizaron por encima de lo ofertado por Intercom, que obtuvo un contrato por valor de 46 millones de pesos por un año de servicio.
Respecto a los más de 600 agentes de Eulen y 189 de Servicios Programados de Seguridad que laboraban ahí, Bolio Tapia hizo saber que la administración del aeropuerto "ha recomendado ampliamente a los más de 300 jóvenes que tienen a su cargo los filtros de ingreso al interior de la terminal aérea, tanto por la capacitación, entrenamiento y costo que representó su preparación hasta que se obtuvo un equipo humano que alcanzó la más alta calificación por su trabajo".
Es de esperar que la nueva compañía privada recontrate "a por lo menos 80 por ciento de ese personal", dijo.
La razón principal por la que regresa la Policía Auxiliar, que el pasado 30 de diciembre de 2002, de manera sorpresiva, se retiró del aeropuerto capitalino -al que durante siete años consecutivos había custodiado-, inconforme porque no fue considerada en la licitación pública que permitió la llegada de Eulen y Servicios Programados de Seguridad, obedece a que los elementos de Eulen, encargados de vigilar los andenes y puertas de entrada al público en general, carecen de autoridad jurídica para llevar a cabo la aprehensión y presentación ante el Ministerio Público del fuero común de los delincuentes que lograban detener en flagrancia.
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