México D.F. Domingo 28 de septiembre de 2003
Aun con desarrollo en el país no se han
creado
Consultores Internacionales: desde los 90 se dificulta
generar empleos
NOTIMEX
México vive desde fines de los años 90 una
etapa en la que resulta cada vez más difícil generar empleo
en el sector formal; incluso cuando la economía crece no aumentan
las opciones de abrir nuevas plazas de trabajo, de acuerdo con Consultores
Internacionales (CI).
En
el estudio, la firma de consultoría señaló que en
el periodo de enero de 2000 a junio de 2003 la economía de México
creció 2.1 por ciento, en promedio, pero la creación de empleo
formal permanente ascendió a 48 mil 595 puestos (afiliados al Instituto
Mexicano del Seguro Social).
Mencionó que México requiere generar entre
1.1 y 1.3 millones de plazas laborales al año, pero enfrenta un
problema estructural en el empleo que se fue gestando durante años
y del cual hoy se ven sus efectos de manera más notoria.
Apuntó que en agosto de 2003 la tasa de desempleo
abierto alcanzó la cifra de 3.96 por ciento, la más alta
observada desde hace seis años, por lo que el subempleo y el comercio
informal se han posicionado como la válvula de escape para más
de 15 millones de personas que no encontraron mejores opciones.
En el documento 2003: el año del desempleo,
CI refirió que es latente la preocupación de que el crecimiento
del producto interno bruto (PIB) y la productividad no necesariamente estarían
acompañados de una capacidad de generar nuevos puestos de trabajo.
Consultores Internacionales advirtió que de no
contar con un esquema de desarrollo de mayor valor agregado, será
cada vez más común que un trabajador mexicano ocupe varios
empleos o permanezca desempleado por periodos más prolongados.
Señaló que para México el crecimiento
o la recuperación económica de Estados Unidos es el motor
que impulse la economía nacional, situación que es un error
histórico que tendrá consecuencias indeseables de largo plazo.
Precisó que aunque el fenómeno del desempleo
no es exclusivo de México, existen opciones para modificar esa tendencia
desfavorable: infraestructura de comunicaciones, valor agregado a la industria
energética, industrialización de sectores primarios, manufacturas
de mayor valor y contenido tecnológico, diversificación comercial,
recuperación del mercado interno, entre otros aspectos.
"Reconocer la necesidad de revertir esa tendencia es la
parte más fácil de la tarea; lo urgente ahora es imaginar
un objetivo común en el futuro y crear un sentido de urgencia para
llegar ahí; las reformas estructurales, la agenda legislativa y
del Poder Ejecutivo deben coincidir en ello", concluyó.
|