Laura Alicia Garza Galindo

ƑCuál nacionalismo?

En parte por la cumbre en Cancún y por la celebración de la Independencia nacional, se escribieron varios artículos, destaco dos: uno de Jesús Silva Herzog, Cuesta y el nacionalismo, publicado el 15 de septiembre y otro, de Gabriel Vargas Lozano, Identidad nacional y globalización, publicado el 23 de septiembre. Ambos, estudiosos de la coyuntura y de la realidad nacionales; uno escritor y columnista; otro, riguroso profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana. Es del primero, del que disiento. No sé. Quizá el tono, quizá la intención.

Me alerta el juego de párrafos y frases entremezcladas, que muy a tono con su prodigiosa inteligencia y cultura, pareciera se orientan más hacia las peculiaridades de algunos mexicanos que a quienes desde la política profesional y en particular desde el Senado, nos proclamamos, sin ambages, como nacionalistas. Me refiero, a que en delicada filigrana, formula duras críticas a quienes el maestro Jorge Cuesta criticaba hace un siglo, por su entonces inculta preferencia por la literatura mexicana, que a las entonces -y hoy- excelsas obras de la literatura de todas latitudes. Y critica igual a los viajeros que llevan consigo su guarnición de chiles picantes. Y sin embargo se mueve... No pretendo extraer de contexto algunos párrafos, tan picantes como los ajíes, pero juzgue usted:

"El nacionalismo sigue siendo en México una idea bien vista. Una superstición que ha provocado las peores guerras y las tonterías más aberrantes de este siglo sigue siendo aquí una noción prestigiosa. La máscara del chovinismo y del racismo, el desprecio de lo ajeno, una defensa de la tradición que niega el derecho al cambio, es vista entre nosotros como algo noble, como el desinteresado amor por la nación. La palabra es tomada como el amor a México. Así de simple. Los nacionalistas son los que quieren a México. Los otros terminan siendo los vendepatrias. Es curioso, mientras vemos con sospecha a los nacionalistas de fuera, precisamente porque son nacionalistas, confiamos en los de dentro, porque son de aquí.

"Pero en materia política y económica, el nacionalismo goza de buena salud. La clase política mexicana sigue empleando con orgullo la palabra nacionalista. No conozco ninguna encuesta sobre el tema, pero apuesto que la mayoría de nuestros gobernantes se describiría como nacionalista. La amplia alianza conservadora tiene justamente ese carácter: un conservadurismo nacionalista.

"El deber de la política es guarecer lo nuestro, cuidar un legado histórico, evitar que ideas ajenas a nuestra idiosincrasia perviertan nuestra preciosa tradición. Lo curioso es que buena parte de estos agentes de la preservación se describirán como hombres de izquierda, paladines de una política de progreso.

"Con su obsesión por las aduanas, los nacionalistas empequeñecen a la nación."

Silva Herzog me merece respeto. Y tanto, que no atino a definir si su artículo me atañe en tanto que priísta con un ideario político, que defiendo a capa y espada; tanto como intento que no se privatice, que no se entregue a los extranjeros, lo poco -y tanto- que nos queda: el gas, el petróleo, la energía eléctrica, los pocos subsidios para los más empobrecidos, la eliminación de aranceles del maíz y del frijol. ƑSabía usted que en México el consumo de frijol ha caído 40 o 50 por ciento porque se han desalentado las siembras de estos cultivos y porque comprar frijoles y cocerlos es más caro que adquirir unos pequeños envases, importados o contrabandeados de China, que cuestan 1.80 pesos? ƑQue de ese producto se venden 10 millones de porciones diarias? ƑQue las tortillas ya cuestan seis pesos? ƑQue las personas también han reducido su consumo? ƑQue las milpas de maíz se reducen porque nanaiz de Procampo y casi desaparece la economía de subsistencia? ƑY que si el pueblo no come frijoles y tortillas, dieta básica de los mexicanos, pronto, muy pronto, tendremos ejércitos de desnutridos hasta el raquitismo? Sí, Jesús Silva Herzog, de esos que vemos por televisión en Africa, en Argentina, en Centroamérica y que empiezan a incomodar en México.

ƑConservadurismo nacionalista? ƑDe derecha?, šQué barbaridad! ƑY la lucha de tantos siglos? ƑNacionalismo, tradición que niega el derecho al cambio? ƑCuál cambio? ƑEl del voto útil, al que importa más lo de afuera que lo de adentro?

Si eso, combatir eso, es despreciablemente nacionalista, me quedo con mi nacionalismo ramplón, que nada tiene que ver con la cultura y el arte ni con la literatura, sino con el hambre, los mareos, la inanición y la muerte. ƑSabía usted que arrecia la lucha por desaparecer Diconsa y Liconsa? ƑY que empiezan a perseguir a los deudores del antiguo Banrural? Sí, son los nuevos "financieros rurales," esos, los que se quedaron con 31 mil millones de pesos: 11 mil, que etiquetados como deuda pública se registraron en el presupuesto de 2002, más los 20 mil que les arrebataron a los trabajadores, de ese fondo de Afore que decían que no pertenecía a nadie. Y perdona, Silva Herzog, mi nacionalismo, el que quizá te avergüenza y hace arrugar tu nariz, me da para indignarme y mucho, por lo que pasa a los amolados.

Tú y yo siempre podremos pagar la luz eléctrica: tú para aparecer en la tele, vestido de negro y yo para observarte embelesada. Siempre podremos, tú y yo, pagar el gas, por caro que sea y la gasolina y el coche... mientras, que los menos privilegiados del DF se muevan en el Metro y vayan como sardinas, cansados y hambrientos; que la gente del sureste, Chiapas, Oaxaca, viaje en camiones, cansados y hambrientos. Pueblo de rostros tristes, sin esperanzas.