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P O L I T I C A
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México D.F. Domingo 28 de septiembre de 2003

A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

Madrugar en umbría somnolencia

Las metáforas de Fox

El fantasma de Salinas

El ensueño de Andrés Manuel López Obrador

EN LA PENUMBRA del poder evanescente, Vicente Fox madruga para desayunar con un cardenal en la casa solariega de San Cristóbal. Y lo despierta el repique de campanas tapatías que festejan el "acuerdo" presidencial con el prelado. Sea por Dios. Aunque su vocero se vea en la penosa obligación de desmentir a quien Alberto Cárdenas y otros funcionarios de esta República laica llaman "príncipe de la Iglesia". Un general que es, además, procurador general de esta nuestra República, muerde la bala y prosigue la marcha de los alternantes sonámbulos. Ya iría a Nueva York el macabeo abajeño y, fiel a su espejo diario, llegaría tarde al almuerzo que ofreció Kofi Annan a los jefes de Estado y de gobierno programados para hablar ante la asamblea general.

Y AL PIE del avión la metáfora: o hay reforma energética o Pemex se irá de México. Luego diría Felipe Calderón que Pemex se queda, no se va, no emigra. Y habría tiempo de aclarar que lo del almuerzo campestre no pasó de charla amistosa entre el del capelo y el de la banda tricolor. No soy juez, declaró Vicente Fox. Digo tiempo y vuelve a la memoria el brillo lírico y bohemio de Renato Leduc, la "sabia virtud de conocer el tiempo". Por ahí debe andar, deambular en la somnolencia de la transición en presente continuo, algún sesudo especialista capaz de explicarnos cómo y por qué llega tarde a todas partes Vicente Fox; el mismo que fuera tempranero candidato cuando apenas se encendían los faroles sexenales y el amanecer de la sucesión era distante y doloroso, como la insana distancia entre Zedillo y el PRI.

FOX ENCARNO al candidato mediático espectacular capaz de sacar al PRI de Los Pinos. Las prisas de sus amigos y valedores lo hicieron reflejo del personaje de La sombra del caudillo que acuñó la sentencia: los políticos mexicanos sólo conjugan el verbo madrugar. Madrugó el macabeo abajeño y hoy lo aqueja extraña narcolepsia. No llega a tiempo a cita alguna, a ningún acto oficial, así sean programados en Los Pinos para que el titular del Ejecutivo no se vea obligado a sobrevolar la ciudad de la esperanza, ni exponerse a desaires de sindicalistas como los que le silbaron en el Museo de Antropología aquel 1Ɔ. de mayo de 2001. Presurosos, madrugadores, los agentes de ventas del señor Derbez pregonaron el feliz rencuentro de Vicente Fox y su amigo George W. Bush: estarán juntos durante más de una hora, decían los heraldos de Tlaltelolco.

COSA DE VER la dicha que inundó a los que se angustian porque no responden los teléfonos de la Casa Blanca; el alivio de los que escuchan los reproches del general Colin Powell y ya no se atreven a llamar "Connie" a doña Condoleezza. šEncuentro bilateral, por fin! Y no era tal. Serían comensales, vecinos distantes en la proximidad del almuerzo ofrecido por el secretario general de la ONU. El mandatario mexicano llegó tarde al almuerzo y no asistió al coctel que ofreció el de los Estados Unidos de América. No hubo tiempo. A destiempo alzaron la voz los mercaderes de nuestra diplomacia: la invitación del de Washington no tenía importancia protocolaria, dijo alguno. Ah, "la dicha inicua de perder el tiempo".

Y, ADEMAS, perder lo que el de Guanajuato había ganado con un discurso que expresaba nítidamente los principios de la política exterior mexicana. En la interior madrugan todos y todos ven fantasmas del pasado en la penosa duermevela de ambiciones desaforadas y compromisos personales desestimados. De los ideológicos, de los partidistas, nada digo porque los sonámbulos de la transición marchan sin rumbo y sin más objetivo que el de deambular con la esperanza de toparse con el poder sin expresar anticipadamente para qué se quiere, ni lo que se hará con él si se alcanza. Nada de ideologías, nada de invocar a la topografía política en la democracia de Babel. Queda siempre el recurso del método: meter en el mismo costal a Erasmo y a Torquemada. Cuando Fox dice que el suyo es un gobierno de centroizquierda, ratifica que los partidos de nuestro sistema plural entraron en lo que los astrónomos llaman "moción retrógrada".

SIN EXCLUIR al PAN de la derecha confesional, cuyo dirigente es acólito de la ultraderecha al servicio de la clerigalla. Dispersas las falanges de la brega de eternidad, optan por "la dirigencia impersonal" en el Senado y hacen del jefe Diego brazo fuerte de una hidra de seis cabezas; en San Lázaro, Juan de Dios Castro hace penitencia y deja la pendencia a jóvenes turcos que hacen como que siguen a Francisco Barrio y se le adelantan. Conjugan el verbo madrugar. Aunque el escenario político se trasladó al Congreso, los partiquinos del PRD se deslumbran con la popularidad de Andrés Manuel López Obrador, incontestable, inconmensurable: Cid para campear contra todo cadáver que cabalgue. No combate al rico, sino al dinero; no abraza al hombre, sino al nombre; no condena el acto, sino al actor.

EL TABASQUEÑO llamaría hermano lobo al coyote de oro que portaba Carlos Trouyet. De Carlos Salinas, nada, sino exorcizar su sombra. De Carlos Slim, ni hablar. Los une el Centro Histórico en el retorno memorioso y la revisión conceptual del financiero que condena los 20 años de recetas del FMI: "Es tiempo de un cambio en este modelo dedicado a la estabilización por otro de desarrollo y generación de empleos", dice Slim. Ah, diría el estratega de Nacajuca: por eso denuncio el retorno de Carlos Salinas; por eso combato a los fantasmas del pasado. Y con otro Carlos en mente, el de la parisina misa, el paisano de Garrido Canabal se erige caballero Bayardo en defensa del cardenal tapatío que con tanto sacrificio combate a los demonios del salinismo, que nada más modificaron el 130 y no entregaron las concesiones de radio, televisión y otros juegos de azar para la era del espectáculo.

LOS DEL PRIATO tardío y los apóstatas del nacionalismo revolucionario tropiezan entre sí, mientras conjugan el verbo madrugar los que aprendieron sus primeras letras cuando los caudillos no eran sombra, cuando se habló de maximato y no del minimato que hoy invocan para asustar niños y pastorear ingenuos. Cosas veredes, el populista López Obrador declara buena persona y hombre de buena fe a Vicente Fox y abomina del tal Salinas y su retorno a la escena con el malévolo intento de erigir "un maximato". Pero Salinas de Gortari reclama solidaridad para las reformas de Vicente Fox: bueno el hombre para el del ensueño; buenas sus obras para el fantasma. Con razón saltó a la palestra José Murat: "el pueblo ya no tolera caudillos ni maximatos, menos en el PRI". Ni en tiempos del Turco tenían poder real los ex. Hoy, hoy, hoy, menos. Aunque extrañamente coinciden, se atraen los polos opuestos al conjuro del verbo madrugar.

EL DE AGUALEGUAS no sabe lo que es de veras La Quinta Chilla, pero la tiranía de la memoria hace que el estratega de Nacajuca lo confunda con la sombra del caudillo y diga que Carlos Salinas es nuevo jefe máximo. ƑDe la Revolución? ƑAunque suya sea la obra demoledora de la salinastroika y suyo el legado del glasnost que Zedillo transmutó en corona de olivo para el democratizador que entregó el poder a la derecha extrema? Los sobrevivientes del naufragio priísta vieron el combate imaginario por sus despojos y salen a flote para no interrumpir la marcha del cortejo sonámbulo que metafórica abdicación del alternante a la mitad del camino. Sonámbulos pero madrugadores los de la sucesión anticipada.

SANTIAGO CREEL consulta arúspices y no alza la voz en las comparecencias para no despertar al dinosaurio. Felipe Calderón pasa de una curul a un banco, y de ahí a secretario de Energía en el reino de Morfeo. En Bucareli estuvieron ambos: el del cauto liberalismo porfirista y el hijo de fundador del PAN, inesperado refundador de la rectoría estatal. Hágase la luz, dijo Alfredo Elías a los dos madrugadores panistas y al conjunto de aspirantes tempraneros del PRI que acudieron a la casona de Covián: luz, dinero, money, money, money o nos quedamos a oscuras. Cosas de las reformas estructurales y el debate sobre iniciativas inexistentes. No se trata de privatizar, sino de financiar al sector eléctrico, reitera el régimen nonato que sigue al pie de la letra la partitura del priato tardío.

POR ESO VIERON fantasmas sin necesidad de salir de noche los que leyeron lo dicho por Carlos Salinas a Pablo Hiriart. No hace falta ser una lumbrera para ver el apoyo abierto y tozudo de Salinas a las reformas que pide Fox. Y en torno a esa mesa estaban Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo, Enrique Jackson, Manlio Fabio Beltrones, Heladio Ramírez, Leonardo Rodríguez Alcaine, Miguel Alemán, Manuel Angel Núñez Soto, Melquiades Morales y Manuel Andrade. Felipe Calderón habló de "mecanismos para canalizar 570 mil millones de dólares y alcanzar la autosuficiencia en el sector en los próximos 10 años". Ah, mecanismos, como para canalizar Suez y Panamá en una década: Vale. Pero Tehuantepec es istmo y hay nudo mixteco.

JOSE MURAT trajo a cuento lo sano que es unir los esfuerzos del PRI a los del gobierno federal y su partido. Este primer paso, dijo, demanda que el Ejecutivo de la Unión formule claramente la necesidad de reformar la Constitución, que el Congreso analice la pertinencia de esas reformas y que el PRI cumpla consigo mismo y discuta la modificación de sus documentos básicos. La propuesta en cuestión tiene que llevarse ante el consejo nacional, y si persistiera la idea de privatizar el sector, el servicio público, sería necesario convocar a una asamblea nacional del PRI para que modificara sus estatutos. Se iluminó el rostro de Roberto Madrazo: "Como ya dijo Murat, recibimos esta propuesta y la vamos a revisar en las instancias del partido".

ALMUERZO EN LA ONU, encuentro en Bucareli y comida en casa de Roberto González: cumbre empresarial y de gobierno para que la cúpula del PRI escuchara de viva voz las propuestas de reformas de Vicente Fox. Asistieron 12 gobernadores y diputados y senadores. Tomás Yarrington venía de un coloquio sobre la pobreza y de compartir con Felipe González la experiencia de haber sido y el dolor de ya no ser. El tamaulipeco habló de la cuenca de Burgos y del gas. Hermética y no hierática fue la maestra milagrosa. Madrazo concluiría que urgen los cambios, pero "la asamblea nacional del PRI decidirá lo que se deba modificar, porque ninguno de los que estamos en esta mesa puede garantizar eso".

La vida es sueño.

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