México D.F. Domingo 28 de septiembre de 2003
"Dejaron a la industria eléctrica en
la inanición presupuestal para justificar su enajenación"
Recurrirá el PRD a "alianzas necesarias" para
impedir la privatización energética
"Ingenuidad suicida", no darse cuenta de la intención
de los países desarrollados: Batres
RENATO DAVALOS Y ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Los compromisos con intereses extranjeros que el presidente
Vicente Fox hizo desde su campaña, particularmente con los estadunidenses,
a los que sirvió durante mucho tiempo, explican hoy la persistencia
del mandatario en la privatización energética y ahora en
la idea de "sacar a Petróleos Mexicanos del país", señaló
el Comité Ejecutivo Nacional del PRD.
A este respecto indicó que se recurrirá
a las alianzas políticas que sean necesarias para evitar la venta
de la paraestatal y de la industria eléctrica, a la que se ha dejado
en la "inanición presupuestal" para justificar su enajenación.
El
comité perredista especificó que por más enmiendas
al discurso presidencial que haya tratado de hacer el secretario de Energía,
Felipe Calderón, lo cierto es que Fox sólo insistió
en el tema que ha sido su principal preocupación durante su gobierno,
y no los intereses nacionales, como le marca el texto constitucional.
Son tan primordiales los compromisos que el mandatario
hizo en su campaña y después de su triunfo en 2000, que no
le ha importado permitir que prevalezcan las prácticas del viejo
régimen priísta, no sólo en el ámbito político,
sino en el económico, indicó.
Además esto ha quedado de manifiesto con el acuerdo
a que llegó con el PRI para evitar que los líderes petroleros
involucrados en el Pemexgate fueran juzgados, añadió.
Así, se ordenó al presidente de la Cámara de Diputados,
Juan de Dios Castro, ex empleado presidencial, que diera marcha atrás
a la posibilidad de desafuero de Ricardo Aldana, a cambio del compromiso
tricolor para aprobar las reformas estructurales que le interesan
a Fox.
Dentro de esos compromisos, resumió, también
se inscribe la reforma laboral, que tiene la directriz de favorecer a la
parte empresarial, particularmente la trasnacional, a costa de las conquistas
laborales. Por ello, argumentó, hoy más que nunca se requiere
la concurrencia de los gremios, de las organizaciones no gubernamentales
y de la propia sociedad civil para evitar la profundización de una
estrategia que ha demostrado en México y en el mundo que sólo
agrava las desigualdades y aumenta el número de pobres.
Consigna popular
El Gobierno del Distrito Federal, por su parte, recurrió
a la popular consigna "la patria no se vende", en su discurso oficial para
conmemorar ayer la nacionalización de la industria eléctrica.
Ante el secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas,
Rosendo Flores, el subsecretario de Gobierno de la ciudad, Martí
Batres Guadarrama, advirtió que sería una "ingenuidad suicida"
no darse cuenta de la intención de los países desarrollados
por controlar los energéticos de las otras naciones.
"La privatización no es agenda nacional, sino de
compañías y poderes extranjeros que en lo que menos piensan
es en ayudar a nuestro país", alertó.
En el acto, al pie de la columna de la Independencia en
Paseo de la Reforma, el funcionario destacó que las reformas que
el país necesita no son las que proponen la privatización
de esta industria y la entrega de las riquezas del país a extranjeros,
sino las que permitan repartirlas de una manera justa para combatir la
pobreza.
Por ello, dijo, los recursos energéticos que pertenecen
a los mexicanos "deben defenderse con firmeza y claridad por todos los
poderes del Estado y en todos sus niveles".
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