Se estrenó el tríptico sobre María Zavala, María Sabina y María Zambrano

Sabe María intenta esclarecer diferentes niveles del conocimiento humano

Se busca una estética que lleve a momentos poéticos de gran belleza: Rocío Becerril

ARTURO JIMENEZ

Tres universos femeninos ''inmensamente distintos" pero ligados por el concepto del conocimiento son los que ofrece la coreografía Sabe María, tríptico con guión y dirección de Rocío Becerril.

Se trata de tres cuadros independientes en los que ''la emoción y el conocimiento humanos se manifiestan de distintas maneras y colores" para presentar a tres mujeres: María Zavala, María Sabina y María Zambrano.

''Son tres mujeres de conocimiento que me inspiran, me provocan, me llevan a la acción, a la reflexión, a la poesía. Tres mujeres reales, de distintas épocas", dice Becerril, y cuenta:

''A María Zavala la conocí por medio de una vieja fotografía de la Revolución. No sabemos mucho de ella. A partir de eso creamos el cuadro Y todos la mirábamos."

Zavala, dice Becerril, era una mujer vestida de hombre, guerrera, agresiva y violenta, que apodaban La Destroyer porque al parecer dinamitaba trenes.

De este personaje, que Becerril ya había trabajado, se buscaron ''otras posibilidades: su lado suave, femenino, juguetón".

De ese cuadro se pasa al de María Sabina. ''La coreografía se llama Mujer reloj soy, águila sagrada soy, y apunta a mostrarnos a una mujer sabia que representa a las chamanas dedicadas a los rituales y conocimiento de las plantas sicotrópicas".

Pero lo que más interesó a Becerril fue entresacar la relación fuerte de María Sabina con su hermana y cómo desde pequeñas comenzaron a ingerir hongos alucinógenos. También recrea la relación de María Sabina con el investigador Gordon Wasson. ''Es una relación de dos sabios y él la da a conocer al mundo. Eso tiene un costo, pues como ella dijo, su sabiduría y el efecto de los hongos perdieron fuerza".

El tercer cuadro de Sabe María gira en torno de la escritora y pensadora española María Zambrano.

''La coreografía nos lleva a la reflexión sobre la poesía, la filosofía y la posibilidad del hecho poético, a la interpretación y consecución de atmósferas muy arraigadas en los sueños, a la necesidad de la forma y del orden en esa ensoñación que, a su vez, nos conduce a una estética de creación."

Además, Becerril combina lo anterior con tres cuadros de Paul Delvaux, pintor que hace dos años también había abordado en otra coreografía. ''Lo mezclo en una necesidad de comprensión de lo que sucede en escena mediante las palabras de María Zambrano".

La coreógrafa trata de ''caminar" aquí con esta tercera María para, por medio de la acción coreográfica, decir una serie de ideas relacionadas con una ''apreciación o apunte metafísico".

Manejo de emociones

Se busca una estética, explica Becerril, ''que nos lleve a momentos muy rigurosos en términos de trazos coreográficos y manejo de emociones, pero también a momentos poéticos de gran belleza".

La necesidad de Sabe María, comenta, es dejar claro diversos niveles de conocimiento en el ser humano: ''La gran complejidad del conocimiento de María Sabina puede, de alguna manera, caminar junto a la gran complejidad filosófica de Zambrano, cuyas reflexiones sobre la percepción del conocimiento mediante la filosofía y de la poesía nos ayudan al hecho coreográfico".

Aclara que Zavala, más que una mujer de conocimiento, plantea la posibilidad de la mirada, la fuerza y la decisión que implican ''la mucha sabiduría" de establecerse como personaje en la guerra, en un momento límite. ''Ella es una mujer que toma grandes decisiones, las cuales tienen que ver con un conocimiento de la vida".

Becerril señala, además, que en la puesta existe una recurrencia simbólica al tren: su imagen, sus sonidos, sus vías, que ayudan a la recreación de atmósferas.

Como intérpretes participan Frida Islas, Norma Suárez, Moisés Mendelewicz y Becerril. Escenografía e instalación de Rodrigo Flores; iluminación de Jaime Razzo; música de Ana Ruiz y Magali Babin.

Sabe María se estrenó ayer y se presentará este sábado y domingo y el próximo fin de semana en el Foro Experimental/ Caja Negra del Centro Nacional de las Artes.