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México D.F. Sábado 27 de septiembre de 2003

Juan Arturo Brennan

Sinfónica de mujeres

ƑUna orquesta sinfónica formada sólo por mujeres? En el papel, ésta parecería ser una buena idea, sobre todo en un país de machos, gobernado y dominado por machos, en el que la discriminación, la desigualdad de género y la violencia sexual (evidente o encubierta) son el amargo pan de cada día. Sin embargo, por razones no sólo musicales, la reciente creación e inauguración de la Sinfónica de Mujeres del Nuevo Milenio plantea más preguntas de las que responde, y algunas de esas preguntas revisten una importancia capital en el contexto del panorama cultural y musical del momento.

El miércoles por la noche, en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (CNA) se efectuó el primer concierto de la joven (en más de un sentido) orquesta, bajo la dirección de su titular, Gina Enríquez. Sin duda, Bellas Artes también se hubiera llenado hasta el tope, como hasta el tope se llenó el Blas Galindo para este concierto gratuito, quedando fuera de la sala alrededor de 300 personas. ƑY qué resultó de tanta expectativa y de tan nutrida asistencia? Como happening, esta presentación inaugural de la Sinfónica de Mujeres del Nuevo Milenio resultó curiosa; como romería familiar, caótica y desorganizada; como concierto, apenas un esbozo de lo que, quizá, se pueda lograr en el futuro.

Como primera consideración, es menester señalar que el proyecto de formar una orquesta de mujeres con alto nivel de excelencia tiene en su contra el hecho de que las mejores ejecutantes instrumentales ya ocupan importantes atriles en las orquestas establecidas. Por otro lado, y por razones bien conocidas que de nuevo tienen su raíz en el muy mexicano sexismo musical, no se ve fácil llenar las plazas, por ejemplo, de ejecutantes de contrabajos y metales, que casi siempre han sido ocupadas por hombres.

Al respecto, es notable la gran diferencia que hay en la capacidad técnica de las diversas secciones de esta nueva orquesta, en la que destaca con mucha claridad una sólida sección de percusiones, que es básicamente la misma que la de la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez. Una de las razones que impidió calibrar del todo a esta orquesta en su concierto inaugural fue el programa elegido, de calidad irregular tirando a mala.

Los arreglos a obras de Gershwin y de la dupla Rodgers-Hammerstein resultaron de poco interés, mientras que la Fantasía sobre Rigoletto de Paul Agricola Genin debe ser una de las extrapolaciones operísticas más torpes y ramplonas de la historia, redimida parcialmente sólo por el profesionalismo y la buena actuación de la flautista Frida Fernández. Algunos fragmentos del Peer Gynt de Grieg, un Tango de Gina Enríquez y el ubicuo Huapango de Moncayo completaron un programa en el que, quizá, pudo haberse incluido música de alguna de nuestras compositoras más importantes; obras no faltan en los catálogos de Lara, Ortiz, Rodríguez, Villanueva, Cuen, Agudelo, Vázquez, Derbez, etcétera.

Tampoco ayudó mucho al contexto del concierto la presencia de un público un tanto despistado que, ciertamente, no fue el ''público inteligente" que de manera idealista deseó Lucina Jiménez, directora del CNA, en su texto de bienvenida e inauguración.

Entre las preguntas que permanecen en el aire, después de este primer concierto de la Sinfónica de Mujeres del Nuevo Milenio, tenemos: Ƒesta orquesta viene a llenar una necesidad real y a proponer un necesario debate de género en nuestro medio cultural, o finalmente es un proyecto tan incompleto y excluyente como una orquesta formada sólo por hombres? ƑLa orquesta tendrá un presupuesto estable, un espacio para ensayos y sede propia, o deberá mendigar recursos, salones y teatros y deambular de aquí para allá?

Asimismo, Ƒpodrá la orquesta planear y programar temporadas estables y bien organizadas? ƑLos funcionarios y funcionarias que hoy la apoyan se aburrirán pronto de su juguete nuevo y dejarán que se descomponga? ƑSus solistas y batutas huéspedes serán sólo femeninas? ƑEn su programación se abordará de manera especial la obra de las compositoras mexicanas y extranjeras, de antes y de hoy? ƑSeguirán asistiendo las multitudes a los conciertos de la orquesta cuando pase la novedad y cuando no hagan acto de presencia tantos parientes de sus miembros?

Y, sobre todo, una pregunta que desde la noche del miércoles comenzó a flotar en el aire. Dadas las circunstancias, Ƒes viable crear en este momento una nueva orquesta, o sería preferible aplicar recursos, trabajo y promoción a otras orquestas que viven en constante penuria e incertidumbre?

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