Privilegiar las medidas represivas genera violaciones a garantías, advierte Alvarez Icaza

Abatir la inseguridad implica atender su causa social: CDHDF

El problema, más que asunto de policías y bandidos, tiene que ver con la pobreza provocada por el modelo económico neoliberal "que nos vendieron hace 20 años", dice el ombudsman

MIRNA SERVIN VEGA

Aunque las autoridades han incrementado las acciones para abatir el problema de la inseguridad pública en la ciudad, algunos de sus enfoques privilegian medidas represivas que lo único que generan es "violentar las garantías de las personas", afirmó Emilio Alvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), al inaugurar el seminario Seguridad pública y derechos humanos: perspectivas internacionales. Lecciones para México.

Advirtió que la inseguridad en la ciudad de México no es un asunto sólo de policías y bandidos, sino implica solucionar conflictos sociales y abatir la pobreza que ha generado el modelo económico neoliberal "que nos vendieron hace 20 años y que ya dio evidentes muestras de que no funciona".

El ombudsman capitalino señaló que el problema de inseguridad no se va a resolver con más policías, sino abordando las causas de los conflictos sociales. Hay zonas de la ciudad, dijo, adonde ni siquiera puede entrar la autoridad, como colonias de Iztapalapa, Miguel Hidalgo, Alvaro Obregón y Cuauhtémoc, específicamente Tepito.

"Tenemos que abordar esa problemática para hablar del asunto de la seguridad, porque de lo contrario se puede dar una falsa solución", acotó Alvarez Icaza.

En el seminario, organizado por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y la CDHDF, el titular de ésta consideró que la seguridad pública no es un asunto exclusivo de la autoridad, sino también requiere de la participación ciudadana, ya que hoy muchas familias viven con miedo y es necesario revertir esa situación. "El tema sustantivo es cómo reducimos ese temor. Esto no sólo requiere de acciones inteligentes, eficaces y dentro de la legalidad por parte de la autoridad, sino que la ciudadanía participe corresponsablemente".

Erróneo, que sea aleatoria la aplicación del alcoholímetro

Al referirse a la aplicación del alcoholímetro, Alvarez Icaza dijo que el excesivo consumo de alcohol es un problema social y de salud pública, cuyas consecuencias son lamentables. En este contexto, añadió, la CDHDF no se opone a que la autoridad lleve a cabo acciones, al contrario, son parte de su quehacer. Sin embargo, sostuvo, hay deficiencias como el carácter aleatorio de las revisiones. Al respecto, aseveró que si la autoridad llama a la legalidad, tiene que poner el ejemplo respetando la ley.

"Los datos recientes han revelado que más de 94 por ciento de las personas a las que se ha aplicado este instrumento no tienen ningún problema de ingestión de alcohol". Refirió que en Estados Unidos sólo se detiene a los conductores si hay indicios de que van en estado de ebriedad. Sostuvo que aun cuando los ordenamientos de orden federal prohíben estas acciones, hay otros, del fuero local, que dan la atribución a la autoridad para hacer iniciativas de ese tipo, por lo que llamó a armonizar los procedimientos.

Por la tarde, Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), al participar en la mesa sobre inseguridad en México, dijo que una tarea fundamental de la dependencia capitalina ha sido su restructuración y pasar de un modelo antiguo de policía a uno de proximidad con el ciudadano.

Sin embargo, insistió en que eso conlleva también la reforma de las normas penales para los reincidentes y delitos como el robo, sobre el cual recordó que ahora ya no importa el monto de lo sustraído para considerarlo un delito grave. Negó que la reforma promovida por la SSP para sustentar esta medida sea "un modelo maximalista penal".

Por otra parte, afirmó que los 30 mil elementos de la dependencia recibirán clases en materia de derechos humanos, en la Universidad Nacional Autónoma de México, ya que los policías aún consideran a la CDHDF como su enemiga y es una idea que se tiene que transformar, ya que los uniformados tienen que ser parte de esos preceptos.