México D.F. Sábado 27 de septiembre de 2003
El respeto a la vida humana y las garantías individuales no deben ser sacrificados, dicen
Exigen ONG que sus planes se incluyan en las políticas hemisféricas de seguridad
AI admitió que las autoridades deberán buscar consensos antes de satisfacer las demandas
JOSE GALAN
Defensores de los derechos humanos solicitaron a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ser invitados a la próxima Conferencia Hemisférica sobre Seguridad de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebrará aquí a finales de octubre próximo, para que su voz se escuche en el diseño de las políticas de seguridad con un esquema de democratización y de respeto a la vida humana.
En una junta realizada ayer por la mañana en las instalaciones de la SRE con Miguel Hakim, subsecretario para América Latina; Patricia Olamendi, subsecretaria para Asuntos Globales y Derechos Humanos; el embajador de México ante la OEA, Miguel Ruiz Cabañas, y el director general de Derechos Humanos, Juan José Gómez Camacho, los representantes de la sociedad civil organizada sostuvieron que en la declaración final de dicha conferencia las garantías básicas no deben quedar afectadas por nociones de seguridad o la lucha contra el terrorismo.
Por parte de las organizaciones no gubernamentales estuvieron Amnistía Internacional (AI), capítulo México; la Comisión Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos; el Centro Miguel Agustín Pro Juárez; el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana; Milenio Feminista; Centro Fray Francisco de Vitoria; Human Rights and Public Security, y la Comisión Civil Internacional de Observación para los Derechos Humanos.
Carlos Mario Gómez, de AI, informó que solicitaron al gobierno mexicano subrayar la importancia de fortalecer el sistema interamericano de derechos humanos como un mecanismo de control de las políticas de lucha contra el terrorismo.
Así, el argumento de que un esquema de seguridad regional basado en el respeto de los derechos humanos es necesario en la región, debido a la vulnerabilidad de los mismos en el contexto de las luchas contra la amenaza a la seguridad. Además, consideraron que es necesario desmilitarizar el concepto de seguridad, así como definir la seguridad humana como el pleno goce de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
"Planteamos la necesidad de que en el documento final de la conferencia quede plasmado que el esquema de seguridad debe trabajar desde el goce de los derechos individuales, y no desde sus límites", dijo el representante de AI en México. "y que no todos los problemas de seguridad constituyen una amenaza. Por ejemplo, en el caso de la pobreza, la amenaza es la inacción de los gobiernos por combatirla, y no la pobreza en sí".
Además, los activistas manifestaron la urgente necesidad de que los países participantes en la conferencia ratifiquen los instrumentos internacionales y regionales en materia de garantías básicas, en particular la Convención Americana de Derechos Humanos, el Estatuto de la Corte Penal Internacional y la Convención de 1951 sobre el Estatuto de Refugiados.
Hablaron además del caso Colombia y el peligro de adoptar un enfoque de que cualquier oposición o pensamiento crítico respecto de las acciones en favor de la seguridad constituyan un apoyo al terrorismo.
Carlos Mario Gómez reveló que los funcionarios de la cancillería "estuvieron muy receptivos a la postura de las organizaciones", y que "es importante reconocer que existe una apertura. Tomaron nota de los comentarios, y afirmaron que tratarán de incorporar algunos de los temas. Pero advirtieron que tendrían que buscar consensos con otros participantes".
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