México D.F. Sábado 27 de septiembre de 2003
Susan George, investigadora y militante altermundista
Hay que cambiar las reglas comerciales y financieras que rigen el neoliberalismo
GEORGINA SALDIERNA
Frente a la exclusión que genera el neoliberalismo de millones de personas que viven en la pobreza, la socióloga Susan George, vicepresidenta de la asociación para la gravación de transacciones financieras (ATTAC), destacó que se requieren reglas diferentes de comercialización y financieras.
Integrante del movimiento altermundista, refirió que uno de los objetivos de quienes forman parte de este mecanismo es precisamente modificar las normas que rigen el neoliberalismo, sistema que ya demostró que no funciona.
Ante estudiantes y académicos de El Colegio de México, explicó que el movimiento altermundista no surgió en Seattle, como se cree, sino que sus orígenes se ubican en las décadas de los 60 y los 70, cuando se registraron protestas por la guerra en Vietnam y diversas agrupaciones manifestaron su solidaridad con las luchas del hemisferio sur.
En los 80, añadió, se observó el punto más bajo en las movilizaciones de protesta y las pocas organizaciones que existían tenían un caracter religioso, sin ninguna experiencia como movimientos de solidaridad. Pero el surgimiento del zapatismo, las huelgas en Francia, y la pretensión de la OCDE de negociar un acuerdo multilateral sobre inversiones que daba privilegios a los países desarrollados sin tener ninguna obligación hacia las naciones pobres, hicieron que la gente volviera a hablar y a protestar.
La socióloga, autora de libros como El Reporte Lugano y Cómo muere la otra mitad, dijo que las agrupaciones altermundistas de su país establecieron alianzas con sindicatos y grupos campesinos y feministas. Tras diversas movilizaciones, destacó que lograron matar el acuerdo de inversión que promovía la OCDE, al obligar al gobierno francés a retirarse de las negociaciones. Después otros países siguieron el ejemplo francés.
También dirigente de Greenpeace, Susan George agregó que el movimiento altermundista combina la protesta con la enseñanza a la población de los efectos de la globalización y el acercamiento a la prensa y a los legisladores. Destacó que se trata de un mecanismo pacífico que rechaza la violencia y cuyo objetivo es intentar cambiar las reglas económicas, porque el neoliberalismo no funciona y así lo ha demostrado al excluir a millones de personas que viven en la pobreza y sin los servicios mínimos de salud y educación.
Añadió que el movimiento no ha cesado de crecer y ha trascendido las fronteras para convertirse en uno de carácter internacional, que también cuenta en sus filas con el apoyo de personas que se manifestaron en contra de la guerra y de otras que han comprendido que con la Organización Mundial de Comercio no obtendrán ninguna ventaja social.
Para obtener recursos que se puedan destinar a las naciones desfavorecidas, dijo que el movimiento altermundista impulsa la gravación de las transacciones financieras y eliminar los paraísos fiscales. Además plantea que se anule la deuda de las naciones más pobres y que haya reglas más estrictas para proteger el medio ambiente.
Por último destacó que el movimiento altermundista avanza por consensos y en sus cinco años de existencia visible a la prensa ya ha adquirido cierta madurez.
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