.. |
México D.F. Jueves 25 de septiembre de 2003
RECUPERACION DE PRINCIPIOS
El
discurso del presidente Vicente Fox en Nueva York ante la 58 Asamblea General
de la Organización de Naciones Unidas (ONU), así como el
desempeño de la delegación mexicana en general, marcan un
viraje hacia la recomposición de la política exterior mexicana
y el restablecimiento de sus principios (sistemáticamente socavados
durante los dos primeros años del presente gobierno). Merecen, por
ello, el respaldo y reconocimiento sin cortapisas de la sociedad.
Desde su llegada anteayer a la ciudad estadunidense, el
mandatario mexicano empezó con pie derecho al firmar la adhesión
de nuestro país al Protocolo de la Convención contra la Tortura,
ceremonia en la que señaló, con atingencia, que "si toda
violencia es execrable, la violencia desde el poder es moralmente inadmisible
y políticamente inaceptable, pues erosiona la confianza en el gobierno
y en quienes tienen la encomienda de proteger y custodiar derechos fundamentales
de las personas". El propósito no debe pasarse por alto, no sólo
porque constituye una toma de posición inequívoca ante la
persistencia de la práctica de la tortura en nuestro propio territorio,
sino también porque se expresa en momentos de generalizada amenaza
a los derechos humanos en el mundo, a consecuencia de la "guerra contra
el terrorismo" encabezada por George W. Bush.
Ayer en su alocución, Fox realizó una correcta
aplicación, en las circunstancias mundiales actuales, de las más
valiosas e irrenunciables tradiciones de la diplomacia nacional. Propugnó
-en sintonía con los gobernantes de Francia, Alemania, China y Rusia,
y en discordancia con los de Estados Unidos, Gran Bretaña y España-
una rápida restitución de la soberanía nacional iraquí,
destacó la necesidad de combatir el terrorismo con una lógica
multilateral, desde el total respeto a la legalidad internacional mediante
la solución de los problemas estructurales que lo generan (especialmente
los desequilibrios económicos y sociales), propuso una reforma de
la ONU que in- cluya su democratización -como ampliar el número
de miembros permanentes del Consejo de Seguridad y limitar y reglamentar
el derecho de veto de los actuales cinco- y el respeto de sus normas por
todos los países que la integran, y la reorientación hacia
la promoción del desarrollo.
También demandó que se privilegien la diplomacia
y la negociación para atender las disputas internacionales y criticó
la globalización económica "que causa desequilibrios en detrimento
de los países en desarrollo". Además, en una alusión
evidente a la arbitrariedad con la que Bush y Tony Blair ignoraron a la
ONU y agredieron y sojuzgaron militarmente a Irak, Fox destacó la
necesidad de que los estados miembros actualicen "su definición
de cuándo es legítimo el uso de la fuerza".
Por otra parte, en un encuentro con el secretario general
de la ONU, Kofi Annan, el presidente de México habló de la
necesidad de atender los asuntos del desarrollo, la pobreza y la salud,
y manifestó al funcionario internacional que "estamos con Naciones
Unidas y continuaremos brindando nuestro apoyo absoluto". La frase tiene
una significación evidente, habida cuenta de que la víspera
Annan discrepó abierta y claramente de las criminales "guerras preventivas"
lanzadas por Washington y Londres.
En el ámbito de las relaciones con el vecino del
norte, y aunque no pudo concretarse un encuentro formal entre Fox y su
homólogo estadunidense, el mandatario mexicano, ante empresarios
e intelectuales de ese país, enfatizó la necesidad de lograr
un acuerdo migratorio entre ambas naciones. El mensaje es claro: la agenda
bilateral debe retomarse a partir del punto en que fue interrumpida por
la alharaca "antiterrorista" de Bush, en septiembre de 2001.
Otro momento positivo de la delegación mexicana
en el encuentro de Nueva York fue la participación del canciller
Luis Ernesto Derbez en la reunión ministerial del Consejo de Seguridad
de la ONU, donde el jefe de la diplomacia nacional otorgó el pleno
respaldo de nuestro país a la Corte Penal Internacional, señalando
que el Consejo de Seguridad "debe fomentar y facilitar el recurso a instancias
penales internacionales de carácter permanente, evitando el establecimiento
de tribunales adhoc cada vez que surge una situación o conflicto
que amenace la paz y la seguridad internacionales". En ese mismo encuentro,
el canciller mexicano habló, atinadamente, de la necesidad de "utilizar
de manera más intensa las medidas de arreglo pacífico de
las controversias".
Las intervenciones de los representantes mexicanos en
Nueva York, en suma, constituyen una ratificación de una política
exterior independiente y apegada a los principios de la convivencia pacífica,
de respeto a las soberanías nacionales y a la autodeterminación,
de promoción de la cooperación internacional y la solución
pacífica de los conflictos. Esa política honra al país
y a su gobierno, y es un aporte de esperanza, estabilidad y paz en el descompuesto,
violento e incierto entorno internacional del momento presente.
|