México D.F. Jueves 25 de septiembre de 2003
Sólo digo que no a los hechos políticos
negativos, dice la periodista a La Jornada
Poniatowska, artífice de una obra con alcance
internacional: Urrutia
Analiza en cuatro libros la condición femenina,
dice Carlos Monsiváis
Coloquio en el Colmex
CESAR GÜEMES
Para conmemorar el vigésimo aniversario del Programa
Interdisciplinario de Estudios de la Mujer (PIEM), de El Colegio de México
(Colmex), este miércoles comenzó el Coloquio Internacional
en Homenaje a Elena Poniatowska.
Elena
Urrutia, profesora e investigadora del PIEM y organizadora del encuentro,
afirmó que la motivación del coloquio en torno a Poniatowska
se encuentra ''en su fecunda y ejemplar trayectoria como escritora, periodista,
cronista, maestra, testigo sensible y crítica de su tiempo, cuya
obra ha suscitado innumerables trabajos académicos y periodísticos,
originados en diversos países y varias lenguas".
Urrutia recordó que cuando en 1967 apareció
publicada la primera edición del Diccionario de escritores mexicanos,
de Aurora Ocampo y Ernesto Prado, la ficha de Elena Poniatowska abarcaba
ya una página entera, y que en la más reciente versión
tiene 24 páginas que reflejan una obra ''difícilmente abarcable
y venturosamente reconocida tanto en casa como más allá de
sus fronteras".
Fe rodeada de imprecaciones
A su vez Marta Torres, coordinadora del PIEM, aclaró
que ''varias de las publicaciones que alimentan nuestra experiencia tienen
como temática central la literatura". Mientras que el titular del
Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios del Colmex, Aurelio
González, confirmó: ''No hay nada mejor para homenajear a
alguien que analizar su obra, porque eso demuestra la voluntad de entenderlo".
En su turno, Andrés Lira González, presidente
del Colmex, señaló que ''de la obra de Elena Poniatowska
se ha dicho ya algo, se dirá mucho a lo largo del coloquio, pero
no creo que se diga todo".
Autor de la ponencia Jesusa Palancares y la relaboración
de la desdicha, Carlos Monsiváis señaló respecto de
Hasta no verte Je-sús mío: ''El proceso del libro
es sencillo y complejo a la vez. Poniatowska encuentra a una mujer excepcional,
la estudia y la graba por muchas horas, y de ahí desprende a la
Jesusa Palancares de Hasta no verte Jesús mío, sustentada
en la fidelidad a lo proyectado por una mujer del pueblo, de existencia
cifrada en muertes, de la familia, los amigos, las esperanzas; y en el
cumplimiento de la virtud, que aquí es el otro nombre de la fe rodeada
de imprecaciones".
Monsiváis precisó que ''en cuatro de sus
novelas Elena Poniatowska resume, desde diversas posiciones, la entrega,
el compromiso, la desesperanza, las exigencias, el escepticismo radical
de la condición femenina", novelas que son Hasta no verte Jesús
mío, Querido Diego, te abraza Quiela, Tinísima y Paseo
de la Reforma. Sus personajes femeninos, dijo, ''han trascendido cualquier
expectativa y han gastado su energía en la aceptación del
rechazo último: de la vida, del ser amado, de la disciplina de partido,
del activismo insomne de lo que sea".
Al monólogo del personaje Jesusa Palancares a cargo
de la directora de la Casa del Lago, Carmen Carrara, siguió la participación
de Aurora Camacho, del Swarthmore College, de Estados Unidos, quien definió
a la homenajeada como ''la mujer que se asombra, escucha, pregunta mucho,
juega, ríe, sonríe y siempre dice que sí".
Elena Poniatowska, sonriente en efecto, tomó el
micrófono para comentar:
''Sólo les puedo decir una palabra que todos amamos,
que es muy grande y muy chiquita al mismo tiempo: gracias."
Las actividades del coloquio que se desarrolla en el Colmex
continuarán a lo largo de hoy para concluir mañana a las
18 horas con la ponencia de Sara Poot-Herrera, titulada Mis dos Elenas.
La homenajeada rinde tributo a sus padres
''Los Poniatowski han sido muy patriotas''
CESAR GÜEMES
En un aparte del coloquio que la absorbe y la mantiene
todo el tiempo en diversas conversaciones, sentada sobre unas escalinatas
solitarias, Elena Poniatowska escribe. Es la imagen que tiene de sí
misma: la de una mujer cuyo trabajo, si de escribir se trata, le produce
reposo.
La periodista recibió anoche el grado de Oficial
de la Legión de Honor por el gobierno de Francia y a ese reconocimiento
llega, dice en entrevista, ''con mucha ilusión, pero también
con tristeza de que mi madre haya muerto. Siento que ella debió
tenerla, en parte por el hecho de ser la conductora de una ambulancia durante
la guerra. Al recibirla hago un tributo a mis padres. Tuve un sobrino que
también murió en la guerra. Todos los Poniatowski han sido
muy patriotas, como los polacos suelen ser".
-Pese a sus varios compromisos, escribe tanto como siempre.
-Sí, ahora estoy con una novela sobre ferrocarrileros,
basada en Demetrio Vallejo, aunque no es precisamente sobre él.
Dedico las mañanas a trabajar en la literatura, sobre todo porque
es cierto que se me generan compromisos profesionales y familiares. Tan
sólo poner atención a mis nueve nietos implica buena parte
de la vida. Pero los libros se abren paso. Cuando a uno le gusta mucho
una profesión, le dedica tiempo.
-Avanza aunque el país no vaya políticamente
a su ritmo.
-Claro, porque dentro del país hay muchas personas
que son como uno quiere. Por ejemplo, estoy muy contenta con los textos
que publicó Jaime Avilés en La Jornada sobre Guido
Belsasso.
-¿Con su propia obra se percibe igual de satisfecha?
-No, quizá descansaría si hubiera alcanzado
un libro o un texto redondo. Me parece que en el fondo soy muy insegura.
-¿Cómo hace para descansar, entonces?
-Escribir es un acto solitario. Y al escribir es cuando
descanso, porque estoy sola frente a la máquina, con el silencio
y acaso con el canto de los pájaros que visitan mi casa.
Un sí para el testimonio
-Buena parte del coloquio en su homenaje se ha dedicado
al personaje de Jesusa Palancares. ¿Podría alguien como ella
vivir en el México actual?
-No lo creo. Ella era la última soldadera. Ya no
hay seres humanos así. Salvo Demetrio Vallejo, que tenía
la misma entereza.
-Dice siempre que sí cuando se trata de colaborar
en algún trabajo. ¿Ese sí proviene de la bonhomía
o de la necesidad de continuar escribiendo?
-Proviene de la timidez y de la inseguridad que vivo desde
niña. Siempre digo sí, todo el día. A lo único
que le digo no es a los hechos políticos negativos. Como periodista
sé que es siempre más importante lo que digan los demás
que mis elaboraciones personales. Digo siempre que sí, pero en mi
trabajo trato de que hablen los demás. Es un sí para los
otros, para el testimonio que a fin de cuentas es lo que se queda.
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