Falta de gobernabilidad, descuido en su gestión y el águila mocha, entre los temas mencionados

Cascada de cuestionamientos a Creel en su comparecencia ante las cámaras

Priístas y verdes arremetieron contra el funcionario por su posible candidatura en 2006

ENRIQUE MENDEZ, ROBERTO GARDUÑO, ANDREA BECERRIL Y GEORGINA SALDIERNA

''¿Por qué no le entra? Es su chamba. ¿Por qué sólo está cuidándose el rostro frente a una temprana y desenfrenada lucha por la sucesión presidencial?'' El cuestionamiento de la senadora del PRI Martha Tamayo fue uno de los muchos que ayer recibió el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, en su doble comparecencia, primero ante el pleno de la Cámara de Diputados y luego en comisiones del Senado.

Aunque Diego Fernández de Cevallos trató de arropar y cuidar al funcionario e intentó manipular para acortar los tiempos, los priístas de Xicoténcatl no le dieron respiro. Héctor Michel Camarena le recordó que su trabajo es construir la gobernabilidad y no su imagen, y le pidió reconocer que ha fracasado como secretario de Gobernación, mientras Oscar Cantón Zetina lo llamó ''candidato enmascarado'' del PAN para 2006.

Creel Miranda no quiso meterse en el tema de la sucesión, respondió a algunos de los muchos cuestionamientos y aseguró que tan hay gobernabilidad democrática en el país, ''que se vela la crítica y la autocrítica''. Ante la insistencia de los priístas en el sentido que el gobierno ha permitido que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ''haya construido un Estado dentro del propio Estado'', el titular de Gobernación reivindicó las juntas de Buen Gobierno creadas por los rebeldes chiapanecos.

Les recordó a los senadores del tricolor, entre ellos la chiapaneca Arely Madrid, que el conflicto zapatista se rige por dos leyes: la de Amnistía, de 1994, y la Ley para el Diálogo, de 1996, ''ordenamientos que el gobierno federal considera positivos'', pero que los legisladores pueden modificar, ya que tienen el recurso de iniciativa y de reforma.

Por la mañana, en la Cámara de Diputados imperó la apatía y la extrañeza por el contenido de las respuestas que ofreció el funcionario. Ahí, Creel convocó a las fuerzas políticas para llegar a acuerdos sobre la reforma del Estado y a defender el manejo del escudo nacional, que se redujo a la llamada águila mocha, habló de la ''calidad jurídica del logotipo'', lo que causó hilaridad de la oposición.

Al evaluar el desempeño de Creel en San Lázaro, el PRI -en voz del ex titular de Gobernación, Emilio Chuayffet Chemor- lo declaró ''reprobado'', porque sólo ofreció ''palabrería sin luces, conceptos pirotécnicos''. Y sobre las evasivas del funcionario a las preguntas, Angel Aguirre, ex gobernador interino de Guerrero, redondeó: ''Se comportó como una trucha enjabonada''.

Durante la glosa del tercer Informe de Gobierno de Vicente Fox, en el ámbito de la política interior, el salón de sesiones permaneció semivacío, sin llamar la atención de las bancadas, y tres horas y media después Santiago Creel salió a hurtadillas por la puerta lateral que da a la enfermería, para evadir a los reporteros.

Al inicio de la sesión, Gonzalo Yáñez, coordinador de la bancada del PT, hizo una serie de preguntas al titular de Gobernación sobre la pertinencia de reactivar la mesa para la ''reforma democrática'' del Estado; el impulso de un proceso pluripartidista donde se prohíba la publicidad gubernamental en tiempos de campaña electoral; se impida el financiamiento privado a los partidos políticos, y que se elimine el secreto bancario en el manejo financiero de los organismos políticos.

Creel Miranda resaltó que el gobierno federal está de acuerdo en la transparencia y rendición de cuentas y, en aras de la equidad, se precisen los plazos para lograr un acuerdo en ese sentido: ''Coincidimos en la necesidad de transparentar el manejo financiero de los partidos, de regular precampañas y hacer que sea obligatorio y público entre los candidatos. Nos sumamos a la propuesta de sancionar a quienes excedan los topes de campaña (...) en lo que se refiere al acceso a los medios de comunicación estamos convencidos de garantizar la equidad''.

Más adelante, en su primera intervención en la tribuna, el coordinador de los verdes, Jorge Kahwagi Macari, leyó atropelladamente y con dificultad un texto escrito, a pesar de que le correspondía la réplica a la respuesta de Creel.

Con tono áspero, la priísta Rebeca Godínez espetó: ''Ya basta de la ausencia del estado de derecho y de la vigencia del Estado de impunidad''. Fue respaldada por los aplausos de su bancada, cuando le dijo al secretario que ''es una necedad'' el insistir en el uso del escudo mutilado. ''¿Los papeles oficiales no merecen el uso de nuestro escudo? ¿Tienen que inventarse uno para esta administración?''

El reclamo no quedó ahí y llevó otro tema a la tribuna que entre los panistas causa escozor: ''Sigue en el aire y produciendo suspicacias por qué el caso Amigos de Fox no ha llegado a una resolución, y por qué a más de tres años no se ha emitido ninguna sanción''.

También en el Senado lo cuestionaron sobre ese asunto. La senadora del Verde Ecologista Sara Isabel Castellanos le preguntó si piensa asumir con gallardía su responsabilidad, pero no obtuvo respuesta. Creel en cambio no dejó pasar la alusión al conflicto interno del PVEM.

''Estamos totalmente ajenos a cualquier disputa interna en los partidos. No aprovechamos las disputas para debilitarlos'', señaló el secretario de Gobernación. En otra parte de la comparecencia, Creel refutó la aseveración de la senadora priísta Martha Tamayo, quien lo acusó de no saber siquiera cuidar al Presidente de la República y de obligar al Congreso a mantener la legalidad a través de las controversias constitucionales.

El funcionario reviró e hizo notar que el Ejecutivo sólo ha tenido que enfrentar tres controversias constitucionales interpuestas por el Congreso, y en cambio el Legislativo tiene más de 300 por el caso de la reforma indígena. Fueron sus únicos destellos, porque los priístas y los del Verde Ecologista lo apabullaron. De nada valió que el presidente de la Comisión de Gobernación, el panista Gildardo Gómez Verónica, siguiera la instrucción de Fernández de Cevallos de acortar el tiempo de los legisladores.

Más de cinco horas debió enfrentar Creel a una oposición, fundamentalmente priísta, que no desaprovechó oportunidad alguna para advertirle que consideran a su gestión ''confusa, incongruente y lamentablemente inoperante e ineficaz''.