ASTILLERO

Julio Hernández López

El retorno del nunca ido

Salinas, el socio Ƒmayoritario? de la empresa del cambio
López Obrador y los riesgos del 94

TIENE RAZON EL jefe Diezmo: Carlos Salinas de Gortari nunca se ha ido, pues políticamente siempre ha tenido representantes y operadores como el mismísimo senador panista de barbas en permanente remojo. Pero nunca antes había logrado instalarse el polémico ex presidente en la primera línea de fuego político como lo está haciendo ahora, expresamente incrustado en los batallones foxistas promotores de acuerdos a cuenta de reformas presuntamente estratégicas.

SIN FRENO, SABEDOR del enorme vacío político en que se mueve el actual Presidente (que desde tiempo atrás vive en una especie de abdicación semiconfesa), poseedor de los hilos de los que depende el futuro foxista (las jefaturas oficiales del PRI, con Madrazo y Gordillo peleando entre ellos pero reconociendo el maximato; del Partido Verde-Salinista y de la fracción panista encabezada por Fernández de Cevallos), el hermano de Raúl Salinas de Gortari ha creído llegado el momento de su reactivación a tope: entrevistas con medios nacionales propios o ajenos pero cercanos, conferencias a propósito de becas que llevan su controvertido nombre, crónicas de sus andanzas heroicas internacionales y, sobre todo, el embate contra su principal adversario de peligro, Andrés Manuel López Obrador, y su abierta reinstalación como "una de las voces" (bien informadas, constructivas, propositivas, patrióticas, pues) que impulsarán en estos meses críticos la aprobación de las reformas tan deseadas por Fox pero que seguramente serán mejor aprovechadas en términos económicos y políticos por el propio Salinas, futuro héroe de todos los Gritos foxistas a favor de "acuerdos políticos".

ES POSIBLE QUE nunca se haya ido (y quien lo crea así "miente, es un inocente o un engañador", como a todo pulmón sentencia a título de intimidades conocidas el barbado senador antedicho), pero nunca antes habían vuelto esa imagen y esa voz tan conocidas a difundirse con tan aparente naturalidad en México, como si el pasado sangriento, corrupto, frustrante a ellas asociado hubiese sido solamente un paréntesis superado o perdonado por el bondadoso actual Presidente de la República, que sin acordarse ya de sus tiempos de diputado contestatario con boletas electorales a forma de grandes orejas, y sin honrar sus encendidas arengas de campaña presuntamente justicieras, ahora se allana a la reinstalación pública del nuevo socio (Ƒmayoritario?) de la empresa lucrativa del cambio. No hay, desde luego, en Los Pinos, los arrestos del aparentemente inocuo Ernesto Zedillo que tuvo a raya al ex presidente mediante el encarcelamiento de su hermano Raúl y mediante golpes bajos como la difusión de pláticas telefónicas entre esos dos ladrones hermanados por el aprovechamiento del poder político para el enriquecimiento familiar. Por el contrario, el ocupante de Los Pinos es actualmente un angustiado pero simple buscador de acuerdos que le permitan sobrellevar la desgracia de tener que aparentar que se gobierna cuando no se tiene oficio ni voluntad para ello. En ese contexto, el cazador que desde 1994 está con el cartucho cortado ha creído llegado el momento de saltar sobre la presa (y liberar al preso).

(POSDATA NECESARIA: No está de más advertir que la reaparición de Salinas de Gortari polarizará la opinión pública y empujará a un buen número de sus opositores, que hasta ahora estuviesen indecisos respecto al 2006, hacia el regazo futurista de López Obrador, convertido así en el único adversario con fuerza suficiente para enfrentarse al poderoso ex presidente. Siendo Andrés Manuel el enemigo a vencer, Salinas de Gortari ha decidido lanzarse en su contra cuando de manera natural lo más previsible es que los altos y casi inmejorables niveles de popularidad del tabasqueño tiendan a bajar, lo que podrá ser mañosamente acomodado por el corredor de Agualeguas como resultado de la confrontación por él buscada. Nada grave sucederá mientras sea ese el terreno en que se libre la batalla pero, por desgracia, y sin forzar escenarios ni exagerar las cosas, el retorno de Salinas de Gortari puede significar también la reinstalación de las formas de dirimir diferencias políticas que se vivieron en el salinismo, sobre todo en 1994. López Obrador seguirá moviéndose libremente, sin guardaespaldas ni protección especial, porque así es y quiere ser él, pero también sabe, porque cada vez son más quienes en privado se lo comentan con preocupación, que su riesgo personal aumenta proporcionalmente al grado de intereses que afecta o amenaza.)

ASTILLAS: ES URGENTE QUE la señora Mercedes Quesada viuda de Fox organice una adelantadísima fiesta de cumpleaños para que invite a Edgardo Codesal y a Felipe Ramos Rizo a que departan animadamente con ella y, de paso, platiquen con su hijo para acordar celeridad en la resolución de las averiguaciones por espionaje telefónico y otras linduras que han permitido a los directivos del futbol profesional mexicano dar licencia al primero, que preside la comisión de arbitraje, y suspender en sus actividades al segundo, que es considerado el mejor árbitro mexicano en activo. Sabido es que la señora Quesada festejó el pasado domingo la fecha de su nacimiento, que es justamente hoy, pero (y aun cuando los involucrados no sean grandes jefes católicos) bien podría adelantar esos almuerzos cuantas veces fuera necesario, de aquí al siguiente cumpleaños, para ver si así arreglan sus broncas los investigados por presuntos delitos de los que quieran darse por exonerados argumentando que los acusan para dañar a las instituciones de las que forman parte... šCaray! Pese a que almorzaron codo con codo (resultado, como se sabe, de la poderosísima diplomacia mexicana que consiguió que Vicente Fox tuviera silla contigua a la de George W. Bush), nomás no pudieron arreglar nada serio los presidentes que antes de Irak tan amigos eran. Nada de formalizar entre cucharas y tenedores algún asunto migratorio o de estampar en servilleta de ocasión algún tratado económico trascendente. Si acaso, según el vocero presidencial mexicano, habrá más delante una "reunión bilateral" en Tailandia, durante la cumbre de la APEC. Pero, šhíjole!, qué emocionante haber tenido durante hora y media al mandatario estadunidense a un costado, aunque Luiz Inacio, Lula, Da Silva, Kofi Annan, Jacques Chirac y Gerhard Schroeder impidieron que el texano le dedicara atención completa al solícito guanajuatense...šAh, que ahora sí tiene orden de aprehensión Romero Deschamps!... Y mientras Guillermo Ortiz predice un repunte económico para finales de este año de la reaparición de Salinas, y legisladores gringos amenazan a México con represalias por, según eso, no cumplir obligaciones derivadas del tratado económico norteamericano, šhasta mañana!

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