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México D.F. Domingo 21 de septiembre de 2003
El misterio Galíndez y Arven
se proyectaron ante una crítica poco entusiasta
San Sebastián, sin grandes sorpresas
Recibe Isabelle Huppert el Premio Donostia en reconocimiento
a su trayectoria artística
ARTURO GARCIA HERNANDEZ ENVIADO
San Sebastian, 20 de septiembre. La tercera jornada
del Festival de Cine de esta ciudad no fue de grandes sorpresas, por lo
menos en lo relatrivo a la sección oficial. Se proyectaron El
misterio Galíndez, dirigida por el español Gerardo Herrero,
basada en la novela homónima de Manuel Vázquez Montalbán,
y Arven (Inheritance o La herencia), del cineasta
danés Per Fly.
El
misterio Galíndez -coproducción de España, Portugal,
Italia, Gran Bretaña, Cuba y Francia- está basada en un hecho
real: la misteriosa desaparición en Nueva York, en 1956, de Jesús
Galíndez, representante en ese tiempo del gobierno del País
Vasco ante la ONU. Aunque nunca fue aclarada, se presume que la desaparición
se llevó a cabo por órdenes del entonces dictador dominicano
Rafael Leónidas Trujillo, en colaboración con la CIA. El
hilo conductor de la historia, que de acuerdo con el programa oficial,
"se mueve entre la aventura, el thriller y la crónica política",
es la investigación que 30 años después del hecho
llevó a cabo la historiadora estadunidense Muriel Colbier, encarnada
por Saffron Burrows. En el reparto también está Harvey Keitel,
una de las figuras de renombre internacional que han hecho acto de presencia
en Donostia, conocido por su participación en filmes como Smoke,
primer trabajo como cineasta del escritor Paul Auster, y Perros de reserva,
cinta ya de culto de Quentin Tarantino.
En la conferencia de prensa posterior a la proyección
de la cinta, el escritor Manuel Vázquez Montalbán consideró
que la cinta se apega al contenido y esencia de su novela. Coincidió
con Herrero al señalar que el mensaje subyacente en El misterio
Galíndez es la "ética de la resistencia" frente al abuso
y la impunidad del poder, cualquiera que sea su signo y su procedencia.
Aun cuando suscitó un animado intercambio sobre distintas vertientes
del tema tratado y su vigencia, la cinta en sí no tuvo una respuesta
entusiasta luego de su exhibición ante críticos y periodistas.
Mejor le fue a Per Fly, cuyo filme por lo menos dividió
opiniones, que iban del elogio entusiasta -por su ''impecable'' factura-
a la crítica -que la calificó de ladrillo con escenas
excesiva e innecesariamente prolongadas. Lo más llamativo de Arven
(Inheritance o La herencia) fue la aproximación que
hace al ámbito de la clase alta danesa. La ambición, el poder,
el amor, la envidia y la vanidad conforman la red de pasiones en la que
se ve atrapado un hombre que abruptamente tiene que asumir el reto de remplazar
a su padre en la dirección de una compañía acerera
de propiedad familiar. El personaje, protagonizado por Ulrich Thomsen,
se ve dividido entre la tiranía de su madre, su propia ambición
y el amor a su esposa y a su hijo. Esta cinta es la segunda de una trilogía
que Fly hace sobre la sociedad danesa contemporánea. La primera
fue Baenken, que exploraba el mundo de la clase baja.
Por otra parte, este sábado se entregó el
primer galardón del festival. Se trata del Premio Donostia, concedido
a la actriz francesa Isabelle Huppert, cuya trayectoria abarca más
de 80 películas, entre las que sobresalen La encajera, Madame
Bovary, No va más y El pianista, recientemente
exhibida en México. Otros dos premios Donostia por trayectoria artística
serán entregados en los próximos días a los actores
estadunidenses Robert Duvall y Sean Penn.
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