El banco central debe impulsar la economía y el instituto requiere plena independencia

Urge cambiar forma de operar de INEGI y BdeM: Boltvinik

Confía en que partidos apoyarán reformas para mejorar el funcionamiento de los organismos

ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO

La discrecionalidad con que se controla la inflación y se manejan las cifras del Banco de México (BdeM), así como la manipulación política de las encuestas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), hacen imprescindible una reforma constitucional de ambas instituciones, consideró el diputado del PRD Julio Boltvinik. Planteó que, al dedicarse exclusivamente a proteger el poder adquisitivo de la moneda, el banco central frena la economía, y señala que al INEGI se le debe "proteger de los vientos políticos".

El jueves pasado, cuando fijó la posición de su partido frente a la política interna del gobierno de Vicente Fox, Boltvinik cuestionó el papel del BdeM de ancla y no de impulsor del desarrollo nacional, y habló de la necesidad de emprender cambios de fondo en sus mecanismos de operación.

En entrevista para ampliar su propuesta, el también investigador detalló que el banco central ha convertido en "objetivo único" el control de la inflación, lo cual "le pesa como una cuchilla", pues el gobernador en turno sólo tiene dos alternativas "siniestras y nefastas" para el país: "congelar fondos monetarios -los famosos cortos, que reducen el otorgamiento de créditos- y evitar junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que el peso se deslice, porque cualquier deslizamiento implica inflación".

La reforma al banco, indicó, implicaría ajustes a su ley orgánica para dar equilibrio a sus políticas y definir que no sólo detenga el proceso inflacionario, sino también "empuje la economía".

Ejemplificó: "En Estados Unidos la Reserva Federal no tiene ese único mandato, sino también cuidar el crecimiento. Por eso cuando hay recesión (Alan) Greenspan se pone las pilas y empieza a bajar las tasas de interés. Aquí, desde que se volvió autónomo, al Banco de México no le hemos visto ninguna política para impulsar el crecimiento económico".

Además, señaló, es necesario quitarle la facultad de medir la inflación, tarea que no se trasladó al INEGI cuando éste se constituyó, "seguramente por la resistencia del banco", que se quedó con la atribución de calcular el Indice Nacional de Precios al Consumidor y la balanza de pagos.

"No se puede dejar a la institución responsable de controlar la inflación que también la mida. Es juez y parte, porque tiene un interés creado en que sea baja y puede incluso tener la tentación de manipularla. Sobre todo en momentos como los de ahora, en los que se debate la relección o no de Guillermo Ortiz al frente del banco.

"Es probable que no, pero ahí está la tentación. Los seres humanos caemos en ella, sobre todo en momentos críticos para uno mismo", expresó.

Respecto del INEGI, señaló que la apuesta debe ser por consolidar su autonomía, lo cual le permitiría aumentar la credibilidad en sus estadísticas.

-Eso es lo que está de por medio. Sobre todo por el uso político que se da a sus informes, como el de la pobreza, que se dio a conocer antes de las elecciones de julio.

"Ese es un ejemplo terrible. ƑQué confiabilidad puede tener una institución que por "casualidad" terminó muy a tiempo la encuesta de ingresos y gastos, que soltó dos semanas antes de las elecciones? šPor Dios! Rompieron récord.

"En particular, esta encuesta, que sirve para medir la pobreza, la han jugado con los tiempos políticos."

Boltvinik cuestionó, en ese sentido, un ajuste reciente que da a la SHCP el control pleno sobre las políticas del INEGI, al constituir un consejo cuyas decisiones están por encima del director, a quien "se convirtió en un empleado" de ese cuerpo colegiado, que integran el secretario y los subsecretarios de la dependencia, así como el titular de BdeM.

"Antes el instituto se manejaba con bastante autonomía de Hacienda, tenía acuerdos con el Presidente de la República, en tanto este cambio le permite a la secretaría controlar al INEGI con mano férrea y eso es muy delicado", comentó.

A partir de ese cambio, señaló, el instituto continúa atado a las políticas de Hacienda, sobre todo en lo que se refiere al manejo de información, y ahí también está la "tentación de cucharear" los datos. Por eso precisamente es urgente una reforma constitucional que le dé plena autonomía.

"Incluso el PAN la apoyaría. Ellos saben que no estarán siempre en la Presidencia y cuando sean oposición no les gustará que el gobierno en turno manipule los tiempos y, eventualmente, hasta los contenidos de la información del INEGI", aseveró.

En esa manipulación, comentó, también participa la Secretaría de Desarrollo Social, porque no sólo aplica los programas contra la pobreza, sino también los mide. Antes de las elecciones, expresó, "se pasó por el arco del triunfo a su consejo técnico, porque tenía prisa de sacar la encuesta sobre pobreza". Por ello, concluyó, es preciso también constituir un organismo autónomo que evalúe los resultados del gobierno en ese rubro.