México D.F. Lunes 15 de septiembre de 2003
Encapuchados interrumpen ceremonia al apedrear
a policías; lesionan a cuatro
Incidentes tras actos en memoria de víctimas
de Pinochet dejan 37 detenidos
En entrevista, el ex dictador criticó con dureza
a los presidentes que lo sucedieron
AFP Y DPA
Santiago, 14 de septiembre. Por lo menos 37 detenidos
y cuatro policías lesionados dejaron este domingo incidentes ocurridos
tras la marcha pacífica de unas 5 mil personas al cementerio general
de Santiago, acto para recordar a los detenidos desaparecidos durante la
dictadura de Augusto Pinochet, al culminar la semana de conmemoración
de los 30 años del golpe de Estado contra el presidente constitucional
Salvador Allende.
El acto de la Asamblea de los Derechos Humanos, que se
desarrollaba en total normalidad en el cementerio, fue interrumpido por
encapuchados que lanzaron piedras contra agentes de Carabineros. La policía
respondió con bombas lacrimógenas y carros lanzagases y aprehendió
a por lo menos 37 personas.
En el camposanto, cientos de claveles rojos tapizaron
la base del Memorial que recuerda a mil 198 detenidos desaparecidos durante
la dictadura.
La manifestación ocurrió en medio del debate
abierto a partir de la propuesta que lanzó el gobierno de Ricardo
Lagos para reparar a los familiares de las víctimas del régimen
militar, pero también para reducir las penas a los represores que
colaboren con la justicia y agilizar los juicios por violaciones a los
derechos humanos.
La propuesta "consagra la impunidad", señalan los
familiares de las víctimas, mientras el presidente lo niega, aunque
admitió que no es posible derogar una amnistía que dictó
Pinochet en 1978 para dejar sin castigo los crímenes cometidos entre
1973 y ese año.
"Se equivocaron conmigo"
Por su lado, el ex dictador criticó duramente a
los presidentes que le sucedieron al regreso de la democracia y negó
su vinculación con el asesinato de su ex superior Carlos Prats,
en una entrevista publicada por La Tercera.
Esta,
la "entrevista más franca" con Pinochet, la realizó el historiador
estadunidense James Whelan el 27 de febrero de 2001 en la residencia de
descanso del ex dictador y está considerada "la última entrevista
conocida" que se ha hecho al general retirado, según el diario.
Se le preguntó si creía que Allende, quien
lo nombró comandante en jefe del ejército para suceder al
general Carlos Prats, se sintió decepcionado al enterarse que él
era quien encabezaba el golpe. Pinochet dijo, entre risas: "Claro (...)
es que yo nunca le dije nada y fui el candidato a la comandancia en jefe
de él".
"¿Sabe quién me recomendó con Allende?
El Partido Comunista (PC). Ellos sí que se equivocaron conmigo",
dijo a Whelan.
Añadió que el apoyo del PC fue mucho más
importante que el de Prats para que pudiera hacerse cargo del ejército.
Prats "era muy desconfiado, no creo que haya sido él (el que sugirió
su nombre a Allende). Aunque quizás me miraba como un pobre tontón".
Admitió que nunca contó a Prats lo que pensaba de Allende
y "por eso se sintió tanto".
Negó además su vinculación con el
atentado que acabó con la vida de Prats y su esposa en Buenos Aires,
donde ambos se habían refugiado en 1974 y por el cual la justicia
argentina ha pedido la extradición de dos agentes de la inteligencia
pinochetista.
Agregó que el ex mandatario Patricio Aylwin (1990-94)
es "el peor presidente que ha tenido Chile" y "operó siempre con
la Democracia Cristiana para dañar mi gobierno", porque "es un desgraciado".
Esto, a pesar de que fue Aylwin uno de los políticos que entonces
justificaron el sangriento golpe de Estado. Sobre el presidente que siguió,
Eduardo Frei (1994-2000), dijo que era "inofensivo": "Uno iba a darle cuenta
de una situación, se quedaba callado y después decía
que lo iba a pensar y que daría una respuesta".
Al referirse a su detención en Londres a partir
de octubre de 1998, cuando fue arrestado por delitos de lesa humanidad
por orden del juez español Baltasar Garzón, quien quería
extraditarlo a España para juzgarlo, Pinochet dijo: "logré
eludir que me destruyeran. Me detuvieron en Inglaterra y me querían
llevar a España para juzgarme y encerrarme en una jaula". Pinochet
fue liberado por el gobierno británico por "razones humanitarias".
El ex dictador aprovechó para criticar a Garzón,
quien, afirmó, "no tenía muchos medios cuando joven, y eso
lo volvió muy ambicioso".
Luego la justicia chilena intentó enjuiciarlo,
entre otros casos, por el de la Caravana de la muerte, comitiva
militar que partió hacia el norte del país poco después
del golpe para asesinar a opositores. Pinochet dijo durante la entrevista,
que se desarrolló cuando el proceso estaba aún abierto: "no
tengo nada que ver con eso. Lo único que tienen son deducciones
en mi contra".
Por otro lado, La Tercera publicó declaraciones
del general retirado y jefe de la inteligencia francesa en Argelia durante
la guerra de independencia, Paul Aussaresses, quien dijo que los régimenes
dictatoriales de América Latina, como Chile y Argentina, en los
años 70 y 80, usaron sus métodos de tortura y que éstos
no van contra los derechos humanos.
"Los revolucionarios no respetan los derechos humanos
y atacan de manera ciega a la población civil para que ésta
actúe contra el gobierno", dijo Ausaresses, quien manifestó
que después de la guerra de Argelia enseñó las técnicas
represivas en Fort Bragg, Carolina del Norte, y que, como agregado militar
en Brasil a mediados de los 70, habló con oficiales chilenos pinochetistas,
con quienes compartió sus experiencias en Argelia.
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