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México D.F. Domingo 14 de septiembre de 2003
ANDANZAS
Colombia Moya
Karl Orff en el Auditorio
MIENTRAS UNA VEINTENA de grupos de danza folclórica
han teñido el mes de septiembre con fervor patrio, ansias nacionalistas
y el rescate de nuestra maltrecha identidad en los más diversos
escenarios, la estruendosa Carmina Burana, de Karl Orff, estremecerá
a los asistentes al Auditorio Nacional con la Compañía Nacional
de Danza (CND) los días 20 y 21, a las 20:30 y 17 horas, respectivamente,
en una reposición coreográfica de la experimentada Nellie
Happee, veterana que ha navegado con brújula firme por los más
accidentados oleajes de la danza mexicana a través de varios decenios,
con preciso instinto y mejor visión.
EL
COMPOSITOR ALEMAN Karl Orff, nacido en Munich, Alemania, en 1895, y
ampliamente conocido como investigador y amante de la danza y los niños,
pues contribuyó en la creación y fundación de la escuela
Gunther de Eurythmia y Música en 1925, así como del célebre
libro en cinco volúmenes Música para niños;
descubrió una serie de manuscritos antiguos hallados en el monasterio
benedictino de Bauren, en la región de Bavaria, redactados principalmente
en latín y algunos fragmentos en francés y alemán,
surgidos alrededor de los años 1100 y 1200, por aquellos monjes
goliardos conocidos por su desenfreno, y dados a todos los placeres de
la vida: el amor, la bebida y la comida, sin menosprecio alguno del conocimiento
y la cultura, por lo que fueron capaces de escribir textos tan vivos y
eróticos, que apasionaron de manera definitiva al compositor, llevándolo
a crear Carmina Burana, partitura que difícilmente lo deja
a usted impávido en su asiento. La obra es arrolladora y misteriosa
y crea por sí sóla una efervescente atmósfera que
garantiza naturalmente cualquier versión dancística y la
lleva fácilmente a la apoteósis.
LA VERSION DE Nellie Happe, revestida de la formalidad
y ortodoxia que la caracteriza, es una buena obra que ha pasado a ser parte
importante del repertorio de la Compañía Nacional de Danza,
y que pone a prueba su calidad a los 20 años de su estreno (1983),
ahora acompañada por la Orquesta de Cámara de Bellas Artes,
el Coro de Madrigalistas, los Niños Cantores de Chalco, que parecen
no darse abasto -lo cual es elocuente por sí mismo-, así
como las voces de Lourdes Ambriz, Javier Medina, Laura Morelos, Raúl
Fernández, Jaime Vargas, y Jorge Vega, dirigidos por el maestro
Jesús Medina.
COMO SEGUNDA PARTE del programa, y en homenaje
al querido pintor y escenógrafo Eugenio Servín, muerto recientemente
a los 71 años de edad, cosa que me conmueve profundamente y me hace
echar de menos nuestras deliciosas charlas telefónicas, donde sus
comentarios siempre doctos y atinados sobre mis cápsulas de danza
y variaciones se convertían en agradable complicidad e indudable
impulso para aquel laborioso trabajo en el ingrato Instituto Mexicano de
la Radio. Decía pues, que para Eugenio Servín se presentará
el tercer acto del ballet Raymonda, de su autoría escenográfica,
como un tributo a los años de colaboración que vivió
con la CND creando escenarios para ballets como La bella durmiente,
La sílfide y el escocés, El cascanueces, Coppelia, Baile
de graduación y un largo etcétera.
ESTA VERSION DEL ballet Raymonda, con la
estrepitosa música de Glazunov y algunas afortunadas melodías,
se debe a Fernando Bujones, basada en la original de Marius Petipa, resumiendo
en el tercer acto un ballet completo, ya que todo se vale en esto de meterle
mano a las obras tradicionales del ballet, adaptándolas al tiempo
y gustos de la actualidad, además who knows... cómo
eran las versiones originales, es muy difícil saberlo y más
comprobarlo, pero así se usa y funciona... qué hacer.
MIENTRAS TANTO, LOS folclóricos seguirán
hasta fines de mes con sus talleres y funciones en este afán, ya
tradicional en septiembre, de recordarnos o reinventarnos, ante lo cual
no estaría nada mal para todos revisar la historia nuestra. Guerras
e invasiones; aquello del Destino Manifiesto y otras maravillas de la avaricia
de la bestia insaciable con piel de cordero victimado; y reforzar ese sentido
patriótico escénico con una verdadera actitud consciente
y solidaria con nuestra propia ruta histórica...
DONDE TAL VEZ encontremos una salida digna y provechosa
ante el maremoto que nos está preparando hace tanto tiempo y que,
nosotros, como no pocas veces, parecemos haber dormido demasiado sobre
el cuento de la Independencia y la autosuficiencia. Pero no se preocupe,
vaya al ballet en el auditorio o a ver a nuestros esforzados danzantes
folclóricos, previa consulta a la cartelera, y verá que de
todos modos la va a pasar ¡requeteque bien!
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