México D.F. Domingo 14 de septiembre de 2003
Filas de hombres para presenciar cintas ''sexys''
Boom de cine pornográfico en Irak tras la caída de Saddam Hussein
REUTERS
Bagdad, 12 de septiembre. La caída de Saddam Hussein liberó a la industria de cine iraquí de la noche a la mañana. En las afueras de los cines de la calle Saadoun, grupos de hombres curiosean carteles de películas de mujeres desnudas, cuyas partes expuestas han sido cubiertas con prendas interiores dibujadas torpemente con plumas de colores.
En el interior del principal circuito de salas de cine de Bagdad, el panorama es diferente. Cientos de hombres llenan las salas, en su mayoría fumando, y observan en silencio total desde la oscuridad las escenas de nudismo y sexo por mil dinares iraquíes (50 centavos de dólar).
"Con Saddam, olvídense. Usted iba la cárcel por proyectar o mirar algo así", dijo el espectador Mohammed Jassim en el cine Atlas, donde una de las películas en exhibición lleva el título de Violación real.
Las películas pornográficas que antes circulaban en secreto, han salido de pronto al mercado abierto. El contrabando de filmes del exterior se ha convertido en importación y la demanda es elevada a pesar de las estrictas normas morales musulmanas de Irak.
Exito económico
Sin departamento de censura del Ministerio de Información que lo impida, los cines de Bagdad ahora proyectan más que nada películas "románticas" y "sexys", como llaman los iraquíes a la pornografía moderada y fuerte, respectivamente.
Los pocos lugares que tratan de mantener una respetabilidad se han visto obligados a mezclar su cartelera para incluir alguna película que atraiga a las multitudes para cubrir sus gastos.
"Nos sentimos mal y disgustados de mostrar esas películas, porque este cine siempre proyectó buenos filmes, pero si no lo hacemos, no hay dinero para pagar los salarios y la renta", dijo Issam Abdul Kareem, quien trabaja desde hace 20 años en el prestigioso cine Semiramis, de Bagdad.
La proliferación abierta de películas pornográficas filmadas en Estados Unidos y Europa y los carteles que las anuncian, han impactado a los dirigentes religiosos iraquíes.
Ellos esperan que la novedad pase y un nuevo gobierno iraquí reimponga restricciones como una edad límite en los cines y una prohibición del nudismo.
"Una revolución o un gran cambio como el que tuvimos a la caída de Hussein es como una crecida (de un río)", dijo Johammed Saleh Al-Ubaidi, imán musulmán sunita de 73 años cuya mezquita en Bagdad está muy cerca de la calle Saadoun.
"Arrastra mucha basura y troncos de madera, pero después las aguas retroceden. Eso es lo que esperamos para Irak. Con Hussein sólo había prohibiciones, ahora tiene que haber también persuasiones.''
Algunos entre la mayoría chiíta están tomando el asunto en sus propias manos. En el sur mayoritariamente chiíta del país, por ejemplo, tres cines en Basora cerraron por dos semanas cuando jóvenes en motocicletas pasaron advirtiendo que si proyectaban películas pecadoras serían incendiados.
Cuando reabrieron, el sexo estaba fuera de la cartelera y regresaron a las películas árabes y los filmes de acción estadunidenses, como antes de la guerra.
El gerente de un cine, que pidió no ser identificado para no provocar la ira de los clérigos, recordó los juegos peligrosos que usaba cuando Hussein. "Teníamos que llevar las películas para que las aprobara el Ministerio de Información, donde ellos podían decir 'no' o cortar las partes malas", dijo. "Pero pagábamos sobornos para mantener las secuencias calientes o si las cortaban buscábamos a alguien que las comprara y las incorporábamos otra vez".
Ahora opera con libertad, sus cines de Bagdad están llenos de carteles de los símbolos sexuales estadunidenses Pamela Anderson y la estrella pop Christina Aguilera. En cartelera estaba la versión cinematográfica de la explícita novela del escritor británico D. H. Lawrence El amante de Lady Chatterley y el filme italiano Amor, placer y romance.
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