A PLENO ZOCALO

José Agustín Ortiz Pinchetti

La política tiene sus horas contadas

DECIA EL doctor Salvador Nava poco antes de morir: "El reloj de la política tiene sus horas contadas". La política tiene como elemento decisivo el tiempo, es decir, la oportunidad. Cronológicamente estamos a la mitad del régimen, y en la verdad política en el crepúsculo. La posibilidad de concretar compromisos que dieran relevancia histórica al gobierno de Vicente Fox y al primer Congreso de la alternancia es brevísima. No se puede pensar en grandes acuerdos. Esa oportunidad se extinguió al final de la primavera de 2001. No vamos a gozar de tres años para hacer reformas progresivas. La lucha por la Presidencia de la República inundará el escenario político a más tardar al principio del otoño de 2004 y entonces los actores van a privilegiar la competencia y el antagonismo.

CALCULO QUE contamos apenas con unos tres meses, es decir, con el espacio temporal de este periodo legislativo, para que aquellos que toman decisiones en este país se pongan de acuerdo en lo importante y lo posible. Estos acuerdos mínimos deberán ser procesados en cada partido, en cada fracción, en cada Cámara, y habrá un trabajo muy importante hasta la base, pero sin el impulso original desde arriba ninguna propuesta podrá prosperar desde abajo.

ƑCUALES SERIAN las reformas mínimas posibles y eficaces? En otros artículos he mencionado algunas, y cada quién tiene una lista, aunque casi todos coinciden en casi todas. Son un buen catálogo las reformas propuestas por Manuel Camacho en la Cámara de Diputados: la reforma del Código Electoral, para controlar el dinero de las campañas; la autorreforma del Congreso; la creación del gabinete; la independencia del Ministerio Público; otorgamiento de derechos políticos a nuestros migrantes; la reforma del federalismo, que pudiera impulsarse en la próxima convención fiscal.

YO AÑADIRIA una reforma hacendaria que comience con un reajuste radical en el costo de la burocracia. También una reforma laboral, que esta prácticamente consensuada. Todos los partidos deberían de renunciar a aquellas reformas que no sean consensuadas por lo menos por los tres grandes partidos. Parece que no es mucho pedir, pero no será fácil. Cada quién tendrá que asumir su propia responsabilidad.

PARA MEDIR la dimensión de los obstáculos, vean ustedes lo que sucedió en la Cámara de Diputados con la cancelación del juicio de procedencia al líder petrolero y senador Ricardo Aldana.

HABRIA QUE reconocer con espíritu deportivo que la maniobra estuvo bien diseñada y muy bien operada. El PRI logró un acuerdo previo con los jefes de todos los partidos, con excepción del PRD, e introdujo de forma sorpresiva un asunto que no estaba en el orden del día: la revocación de la convocatoria al enjuicimiento para pérdida de fuero de Aldana. Sus argumentos jurídicos son muy endebles pero su intencionalidad política es clarísima: proteger a un sindicato clave de un viejo sistema y dar garantías de impunidad a todos los príistas. Logró convencer a Convergencia y al PT, que abandonaron (por un rato) su furibunda lucha en contra de la corrupción. Controló al Verde Ecologista, que ya le había dado un salvoconducto antes.

AUN CON esos votos el PRI no tenía la mayoría en la Cámara de Diputados y hubiera sido fácil vencer la maniobra si PRD y PAN hubieran dejado la reunión para romper el quórum. El PRI y ellos lo han hecho inumerables veces, y sería plenamente legítimo ante un albazo. Pablo Gómez, líder de la fracción del PRD, lo propuso, pero el PAN se negó y estoicamente prefirió esperar para votar contra el PRI y para šser derrotado! Para colmo, 10 diputados del PRD y dos del PAN se evaporaron y el PRI ganó. Aunque no vi que nadie hiciera la roqueseñal.

ESTE LANCE nos demuestra que los acuerdos para cambiar son muy difíciles, pero que los acuerdos para dejar intactos los intereses vigentes están al alcance de la mano.

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