México D.F. Viernes 12 de septiembre de 2003
Miles de personas reviven la prolífica atmósfera cultural previa a la dictadura
Tardío reconocimiento oficial a Víctor Jara; el estadio Nacional llevará el nombre del compositor
REUTERS
Santiago, 11 de septiembre. No obstante que su música se convirtió en emblema internacional de la opresión sufrida por miles de chilenos y resistió en la clandestinidad a la dictadura de Augusto Pinochet, el reconocimiento oficial al asesinado cantautor chileno Víctor Jara tardó mucho más de lo previsto: 30 años.
Su viuda, que pese a vivir más de cuatro décadas en Chile mantiene el acento del inglés, su lengua natal, ve con orgullo la decisión del gobierno de rebautizar el tradicional estadio Nacional con el nombre de su esposo, torturado y acribillado en ese lugar tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973.
''Muchas veces pedimos el cambio de nombre, pero no había respuesta, ni siquiera nos decían que no, y ahora, milagrosamente, resultó", dijo Joan Jara a Reuters. Ahora, el presidente Ricardo Lagos impondrá oficialmente el nombre de Víctor Jara a ese estadio.
El cantautor tenía 40 años al momento de su muerte y era profesor de una de las universidades estatales que impartía los planes de educación dispuestos por el gobierno de Allende desde 1970.
''Si Víctor estuviera vivo, creo que hoy estaría en la calle con las agrupaciones de derechos humanos y los miles de familiares de las víctimas de la dictadura", dijo su esposa.
Saludo de Gilberto Gil
Miles de chilenos evocan por estos días la festiva y prolífica atmósfera artística que se respiraba antes de la dictadura y que ha resurgido en decenas de actos culturales para recordar al presidente Salvador Allende y el sangriento golpe de Estado que lo derrocó en 1973.
En un colectivo afán por revivir el pasado, las canciones que marcaron el gobierno de la Unidad Popular, como se conocía a la coalición de izquierda que apoyaba a Allende, y la música de protesta acallada por la dictadura de Augusto Pinochet, se reditó en dos multitudinarios actos que congregaron a más de 80 mil personas.
Y aunque parte importante del público de estos espectáculos nació después del 11 de septiembre de 1973, cuando se inició la dictadura, las incesantes imágenes de las postrimerías del gobierno de Allende y los albores de la dictadura les hacen rememorar el pasado como si hubiesen estado allí.
Películas, documentales, libros, pinturas, esculturas y fotografías son algunos de los productos de este verdadero fervor cultural en torno al 11 de septiembre chileno.
Pero sin duda, el principal espectáculo de conmemoración fue el recital El sueño existe, en alusión a la figura de Allende, que congregó a artistas como el ministro de Cultura de Brasil, Gilberto Gil, el cubano Silvio Rodríguez y los argentinos Víctor Heredia, León Gieco y Pedro Aznar, entre otros.
''Vengo a saludar a Chile, su historia y su memoria, y a contribuir en el esfuerzo para que las nuevas generaciones sepan de los momentos de alegría, pero también de la tragedia de su pueblo", dijo el compositor Gil durante la actuación en el estadio Nacional de Chile, el mayor coliseo del país.
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