El sector energético no se privatizaría; "se abrirían las puertas a la inversión privada"

Se buscan todos los acuerdos políticos que permitan lograr las reformas: Fox

La región debe fortalecer relaciones económicas ante la adversidad, dice a empresarios de AL

JOSE ANTONIO ROMAN Y DAVID ZUÑIGA

Ante empresarios de América Latina, el presidente Vicente Fox señaló que su gobierno está en busca de todos los acuerdos políticos para poder sacar adelante las reformas fiscal y energética, así como el de las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado.

Aseguró que a México "le urge" una reforma fiscal, pues con una recaudación que representa 12.4 por ciento del producto interno bruto es una de las más bajas a escala mundial. Dijo que ante la carencia de esta reforma, el país se ha apoyado en el ingreso del petróleo, "pero no es una buena solución, frecuentemente carecemos del recurso, del ingreso del petróleo y nos vemos en severas dificultades".

En una sesión de preguntas y respuestas, poco antes de declarar inaugurada la 14 asamblea plenaria del Consejo Empresario de América Latina 2003, en un hotel de Paseo de la Reforma, el jefe del Ejecutivo trató de aclarar que la reforma energética no significa privatizar la industria, sino solamente "abrir las puertas a la inversión privada, situación que permitiría duplicar el esfuerzo que estamos haciendo en inversiones en energía que tienen un enorme potencial en nuestro país".

Al responder una pregunta sobre la relación entre México y Brasil, dijo que en varios sectores de la economía se está avanzado de manera parcial, con la intención de seguir adelante y consolidar las relaciones actuales. El interés de México es llegar a concretar un acuerdo de libre comercio, ya sea binacional o -de preferencia- con el Mercado Común del Sur en su conjunto.

En su mensaje de apertura, el Presidente señaló que los países latinoamericanos están obligados a fortalecer sus relaciones económicas y a buscar estrategias para participar de manera más amplia en la economía global, ante el ambiente de incertidumbre y lento crecimiento que prevalece en el entorno internacional.

Agregó que su gobierno se ha empeñado en multiplicar los intercambios con otras naciones y grupos de países, por lo que hoy tiene acceso a mercados de América del Norte y de la Unión Europea, además de que se está negociando un acuerdo de libre comercio con Japón para que México esté posicionado en el eje multipolar del comercio mundial.

Inclusive señaló que los acuerdos comerciales que se tienen con una decena de naciones latinoamericanas han contribuido a que el intercambio comercial de México con ellas haya aumentado 174 por ciento entre 1994 y 2002, lo que contrasta con los países con que no hay ningún convenio comercial.

Expresó su convicción de que un sistema multilateral de comercio abierto, transparente y justo es una palanca de desarrollo de todos los países del mundo. "Estamos decididos a seguir por ese camino", apuntó.

Más tarde, en la residencia oficial de Los Pinos, donde se reunió en privado con miembros de la Asociación de Instituciones Financieras Internacionales, destacó que por primera vez en décadas el país pudo superar las crisis cíclicas, manteniendo la fortaleza y estabilidad de la economía en un entorno adverso. Dijo que gracias al manejo responsable de la economía, en lo que va de este gobierno la inflación se ha reducido a la mitad y las tasas de interés a la tercera parte de los niveles que se tuvieron a finales del año 2000.

De igual manera mencionó que la estabilidad ha permitido a México proteger su planta productiva, y más adelante, estar en condiciones de reactivar su crecimiento económico con generación de empleos.

Vicente Fox apuntó también que en los años recientes México ha mantenido una estrategia responsable en la administración de su deuda pública externa, que ha servido para extender los plazos de vencimiento, reducir las tasas de interés y diversificar las fuentes de capital externo. Resultado de estas medidas, el monto de la deuda ha disminuido más de 50 por ciento entre 1994 y 2003, como proporción del producto interno bruto. Entre 2000 y 2002 esta reducción ha sido de 11.5 por ciento, según el Presidente.