Regulará el comercio de transgénicos; es obligatorio para México, pero aún falta una ley

Entra en vigor protocolo sobre biodiversidad

ANGELICA ENCISO L.

Este jueves entra en vigor el Protocolo de Cartagena sobre Diversidad Biológica, después de que fue ratificado por 50 naciones y a pesar de la oposición de Estados Unidos. De esta forma se regulará el comercio transfronterizo de organismos genéticamente modificados o transgénicos.

A partir de hoy el protocolo se convierte en obligación para México, porque el país lo ratificó. Se trata de una legislación que debe cumplirse, aunque se requiere de una ley nacional para su aplicación, explicó Gustavo Alanís, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.

Por su parte, el director de programas de Greenpeace Internacional, Bruno Rebelle, sostuvo que la larga lucha para la entrada en vigor de este convenio representa el consenso global sobre el tema de bioseguridad, ya que se trata de un compromiso de la comunidad internacional para proteger la salud humana y la biodiversidad del planeta contra el control de las corporaciones y el libre comercio que pretenden imponer.

Agregó que ese consenso global es amenazado por la demanda que presentó, el 13 de mayo anterior, Estados Unidos contra la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la moratoria sobre transgénicos que existe en esa región.

Estados Unidos no ratificó el Convenio de Diversidad Biológica -como tampoco lo hizo con el Protocolo de Kyoto sobre cambio climático-, pero se mantuvo activo en las negociaciones con el propósito de frustrar el acuerdo, señaló.

Esto, agregó, "simboliza el conflicto que existe entre la agenda del libre comercio de la OMC y las prioridades de seguridad y protección del ambiente, contenidas en los acuerdos multilaterales ambientales".

Con ese convenio las naciones que pretendan exportar transgénicos deberán solicitar permiso a los países de destino, lo cual no ocurre actualmente. Además, se establece el principio precautorio, que es fundamental porque cuando no hay certeza científica acerca de si habrá daños o no, es mejor no utilizar el producto, indicó Alanís.

"Hay científicos que no están de acuerdo con ese principio, porque dicen que no están comprobados los efectos dañinos, por eso es necesario utilizar la precaución. Hay quienes apoyan la prevención, pero eso ocurre cuando se sabe que algo va a pasar y por tanto se adoptan medidas", precisó.

En el caso de los transgénicos, aún no se sabe con certeza los efectos que ocasionan en la salud y el medio ambiente, por eso es mejor ser precavidos en su uso, planteó. La importancia de este convenio internacional es que promueve la conservación de la biodiversidad, que exista una distribución equitativa de los beneficios de esos recursos y el respeto al conocimiento tradicional indígena.

En la actualidad existe una ley de bioseguridad en la Cámara de Diputados, que ya fue aprobada por el Senado de la República y elaborada por la Academia Mexicana de Ciencias.