México D.F. Jueves 11 de septiembre de 2003
Es urgente articular una política respetuosa de los derechos humanos, plantean a Creel
Obispos de México y EU instan a acelerar un acuerdo migratorio
El secretario pide desechar la vía policiaca y canalizar recursos a seguridad fronteriza
ALONSO URRUTIA
Obispos de Estados Unidos y México solicitaron ayer al titular de la Secretaría de Gobernación, Santiago Creel Miranda, que intensifique las gestiones para alcanzar un acuerdo migratorio con el país del norte. Plantearon que es urgente que se reconozca y se ofrezcan alternativas al fenómeno migratorio para articular una política humana y respetuosa de los derechos de los migrantes.
En respuesta, Creel Miranda destacó la importancia que tiene para México el acuerdo desde sus diversas vertientes, subrayando la seguridad y la economía. Destacó que este año se han incrementado 25 por ciento las remesas de los mexicanos que laboran en el extranjero, lo cual favorece la dinamización de la economía nacional.
Sin embargo, fue más crítico en el renglón de la seguridad. Consideró que carece de sentido canalizar recursos tendientes a fortalecer las medidas policiacas, cuando la migración no se puede detener. Negarla, agregó, sería querer "tapar con un dedo" una realidad que se impone, "sería como desconocer un fenómeno que ocurre día a día en la frontera".
En el Salón Juárez de la Secretaría de Gobernación, el obispo de Ciudad Juárez, Renato Ascencio León; el reverendo Michael A. Blume, subsecretario del Consejo Pontificio para la Pastoral de Migrantes del Vaticano, y John Manz, obispo auxiliar de Chicago, entre otros, presentaron a Creel Miranda los resultados de los estudios realizados sobre el fenómeno migratorio.
Ascencio León dijo que es urgente el reconocimiento pleno de la migración, no sólo en lo social y político sino también en lo económico, en virtud de las transferencias de dinero que realizan los connacionales radicados en Estados Unidos, y consideró prudente que se regule la actividad de las empresas relacionadas con el envío de dinero. Asimismo, los obispos lamentaron que desde los atentados de septiembre de 2001 se haya frenado el impulso que tenía la negociación sobre el acuerdo migratorio.
Creel señaló que México comparte la preocupación de Estados Unidos ante el combate al terrorismo y ha planteado plena colaboración para lograr una frontera segura para ambos países.
Destacó que la visión mexicana considera que el acuerdo migratorio y la regularización de los 4 millones de connacionales que radican sin papeles en Estados Unidos debe concretarse como una medida de seguridad, pues actualmente no hay control de dónde viven esas personas.
Además, dijo, contar con documentos ofrece seguridad jurídica a los mexicanos para vivir con garantías del respeto a sus derechos.
México no puede conformarse pasivamente "ante políticas de vigilancia y de control fronterizo que no han servido para disminuir la inmigración". Sostuvo que carece de sentido privilegiar la vía policiaca para detener la migración cuando, si se regula el fenómeno migratorio, se pueden canalizar esos recursos al fortalecimiento de la seguridad fronteriza.
Señaló que México ha comenzado a instrumentar acciones de promoción del desarrollo en los 300 municipios con mayores índices de expulsión de personas, pero debe reconocerse que la migración no solamente ocurre por la pobreza y la marginación, sino que influyen otros factores que hacen poco factible detenerla.
Creel indicó que, a futuro, el mundo nos depara un flujo constante de personas. Afirmó que "la comunidad mexicana en Estados Unidos es una muestra de cómo la migración puede contribuir a la fortaleza económica, social y cultural del país vecino; por esta razón la migración no puede ser contemplada exclusivamente desde la perspectiva de la seguridad nacional".
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