México D.F. Miércoles 10 de septiembre de 2003
"De muchas maneras me identifico con Silvestre Revueltas", expresa el músico alemán
Lo mío era improvisar; nunca hice caso a los maestros: Breuker
Al clarinete, que adquirió a crédito, le ha arrancado tanto desgarradoras como sublimes emociones Se presentará su grupo La Colectividad en el Polyforum Cultural Siqueiros
AMALIA RIVERA
"La primera vez que escuché a Silvestre Revueltas tuve un shock porque de muchas maneras me identifiqué con él: siempre guardó distancia de la academia y se movió en la dirección política correcta. Su obra tiene un poder inmenso, pero sobre todo es muy humana." Habla Willem Breuker, fundador de La Colectividad, la mejor banda europea de jazz, con casi 30 años de experiencia, que el 12 de septiembre estará en México para ofrecer un solo concierto en el Polyforum Cultural Siqueiros.
Entrevistado vía telefónica, antes de su partida de Amsterdam a Toronto -primer punto del Tour 2003, que incluye Estados Unidos, México y concluye en noviembre en China-, habla para La Jornada de su inicio en el jazz, de la muerte del jazz libre, de su admirado Silvestre Revueltas, de los alcances del Movimiento Provo, de Bertolt Brecht y del destino de la humanidad.
Nacido en Amsterdan en 1944, es reconocido como uno de los herederos de la escuela de Eric Dolphy. Su interés por la música lo despertaron aquellos pesados discos de pasta de 78 revoluciones por minuto, así como los órganos y las bandas típicas que recorrían las calles de Amsterdan. "Siempre quise estudiar piano, pero después de la Segunda Guerra Mundial la gente no tenía dinero y tener un piano era un lujo que no podíamos darnos. Además, nunca me atrajeron las cuerdas, así que la única opción fue un clarinete que pude comprar con un plan de crédito." Y se disciplinó en su estudio, tanto que luego de conocerlo pudo hacerlo cantar, bailar, reír, llorar, retorcerse, pitorrearse y arrancarle todo tipo de emociones desgarradoras o sublimes.
Por el camino de la intuición
Aunque pasó por el conservatorio, se jacta, "nunca hice caso a los maestros. Jamás me interesó su enseñanza de los clásicos y teníamos prohibido improvisar: estudiante que sorprendían improvisando, era expulsado. Pero yo tenía gran necesidad de improvisar, y eso no podían enseñarlo, así que seguí mi intuición". De ahí en adelante continuaría el camino de autodidacta y se convertiría en multinstrumentista, y fundamentalmente en compositor.
Guiado por su intuición, ganó en 1966 un concurso de aficionados con una composición inspirada en la huelga de los trabajadores de la construcción del 14 de junio de ese año. Entre los participantes en los mítines estuvieron los provos (provocadores), Willem entre ellos, quien se unió con gran entusiasmo al movimiento contestatario-anarquista, cuya crisis y fin sobrevendría en 1968.
"El Movimiento Provo -evalúa 35 años después- fue una reacción lógica a los convencionalismos y a la educación que nuestros padres querían darnos. Terminó súbitamente porque todos querían tener su propia forma de comportarse..."
Y si bien valora a la distancia sus aportaciones, algo no les perdona: "Los provos odiaban mi música".
En 1972 funda y preside el Bond Improviserende Musici, sindicato de músicos del que continúa siendo miembro activo, pues considera que debe impulsarse que "los músicos sean autogestionarios. Aunque existen subsidios del Estado para el jazz, tenemos que trabajar en el extranjero porque Holanda es muy pequeña. El jazz libre está muerto, así que hay que estar en otras corrientes musicales, hacer de todo".
Sería en 1974 cuando cristalizaría un sueño con la fundación de su propia banda: el Willem Breuker Kollektief: "Quería tener más de 10 músicos, pero no pude hacerlo, es muy difícil. Para conformar la banda busqué que fueran grandes músicos, sobre todo enormes improvisadores, cuya voz individual supiera amalgamarse a la colectividad".
Arreglos a Sensemayá, de Silvestre Revueltas
Tomarse "la libertad" de hacer arreglos a Sensemayá, de Revueltas, exigió gran esfuerzo. No fue nada sencillo recoger la visión del sacrificio ritual mexicano con una música que hipnotiza mientras la serpiente repta debajo de la piel, escribió Breuker en el cidí With strings attached, producido por BVHAST, su sello discográfico.
-ƑQué lo motivó a hacer los arreglos a Sensemayá?
-Cuando escuché por primera vez a Silvestre Revueltas sufrí un shock, porque su música es muy poderosa. En su corta vida artística, 10 años, realizó obras arrolladoras y convincentes porque son muy humanas.
Y la admiración hacia el compositor mexicano no se circuscribe al plano musical: "Revueltas -agrega- caminó en la dirección política correcta: estuvo en España en 1937 para pelear contra el régimen fascista de Franco y escribió música contra el fascismo; la más famosa es un homenaje a Federico García Lorca. Mucho tiempo su música estuvo envuelta en el misterio, era muy difícil conseguir sus obras. Por fortuna en los últimos años se ha dado a conocer un poco más en Europa".
Nuevas creaciones sobre las olas de Brecht
Colaborador del Teatro Baal de Amsterdan, Willem Breuker ha creado nuevas composiciones sobre obras de Bertolt Brecht, lo cual se antojaría anacrónico dados los vientos que soplan; no obstante, explica: "Cuando se derribó el Muro de Berlín, en 1989, la gente perdió el interés en la obra de Brecht, pero ahora la gente está volviendo a disfrutar sus obras y está convencida de sus contribuciones al teatro y al pensamiento político".
-Dadas sus convicciones políticas y los cambios que le ha tocado vivir, Ƒve alguna esperanza para el mundo?
-Ninguna. Hoy las grandes trasnacionales rigen al mundo y es una pena que el arte no pueda influenciar a la política. Toca a las nuevas generaciones recoger la antorcha, pero habrá que empezar por mejorarse uno mismo.
"Hombre de pocas palabras", según se definió este músico iconoclasta en su primera visita a México en 1988, estará con La Colectividad en el Polyforum este 12 de septiembre con lo mejor que sabe hacer: romper cartabones, improvisar y borrar fronteras entre el jazz, lo popular y lo clásico, recreando el blues, mezclando polkas, valses, tangos, marchas y circo.
(Boletos a la venta en la taquilla del Polyforum Cultural Siqueiros y en Producciones Independientes Martenot. Teléfono: 1113-1200.)
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