México D.F. Miércoles 10 de septiembre de 2003
Mensaje de la comandanta Esther a la
movilización
El neoliberalismo nos humilla como campesinas y como
mujeres
Palabras de la comandanta Esther para la movilización
de Vía Campesina, parte de las acciones contra el neoliberalismo
en Cancún, septiembre de 2003.
Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Hermanas mujeres indígenas, campesinas y de la
ciudad:
Les mandamos un saludo a todas las que asistan en esta
gran movilización mundial contra la Organización Mundial
del Comercio, especialmente a quienes participan en las acciones Vía
Campesina.
Les agradecemos que nos dan la oportunidad de decir nuestras
palabras como Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Hermanas mujeres indígena y campesina, les queremos
decir que se organicen para luchar contra el neoliberalismo que nos humilla,
que nos explota y que nos quiere desaparecer como indígenas, como
campesinas y como mujeres.
Porque nuestro producto que vendemos no nos pagan a precio
justo, mientras los productos de ellos cada vez lo suben de precio.
Todo lo que compramos nosotros los pobres cada vez más
caros y sólo unas cuantas personas se benefician y viven mejor.
Y mientras millones de hombres y mujeres y niños
pobres se mueren de hambre y de enfermedad.
Y eso ya no lo vamos a permitir que hagan sus pendejadas
como ellos quieren.
Ya no permitamos que sigan muriendo de hambre y de enfermedad
hombres, mujeres y niños de todo el mundo.
Porque sabemos que nosotras como mujer indígena
y campesina, somos la que sufrimos más con nuestros hijos porque
nosotros lo cuidamos y lo mantenemos.
Aparte de eso trabajamos en el campo.
Con esto debemos tener más coraje a luchar para
acabar toda esta explotación y humillación.
También le queremos decir a los hombres que nos
respeten nuestro derecho como mujer.
Pero no lo vamos a pedir de favor, sino que lo vamos a
obligar a los hombres a que nos respeten.
Porque muchas veces el maltrato que recibimos las mujeres
no sólo lo hace el rico explotador.
También lo hacen los hombres que son pobres como
nosotras y bien que lo sabemos y no hay quien lo puede negar.
Porque como mujeres que somos, nos quiere humillar el
rico, pero también el hombre que no es rico, o sea el que es pobre
como nuestros esposos, nuestros hermanos, nuestros padres, nuestros hijos,
nuestros compañeros de lucha y los que trabajan y están organizados
junto con nosotras.
Entonces claro decimos que cuando exigimos respeto las
mujeres, no sólo lo demandamos de los neoliberales, también
se lo vamos a obligar a los que luchan contra el neoliberalismo y dicen
que son revolucionarios pero en su casa son como el Bush.
También les queremos decir a todas las mujeres
de la ciudad que se organicen para luchar juntas porque también
sufren la misma situación, la humillación y la explotación.
Porque las que trabajan en las fábricas como obreras,
empleadas, maestras, secretarias, tienen en su patrón o patrona,
porque las mujeres ricas también nos humillan y nos desprecian.
Y lo que ganan no le alcanza para la atención de
sus hijos de salud, de educación y de alimentación.
Y también tienen que cumplir el horario que le
dan y por si no cumplen la sacan de su trabajo mas sin embargo no le pagan
el salario justo.
Y también las mujeres jóvenes que las persiguen
y las molestan y las violan y los hombres ponen pretexto de cómo
se visten las mujeres, pero eso no debemos permitirlo porque cada quien
se viste como le da la gana y no por eso vamos a molestar o a violar.
Y queremos decir también sobre las mujeres que
son asesinadas en Ciudad Juárez que es el estado de Chihuahua, aquí
en México.
Ahí muchas mujeres son secuestradas y violadas
y asesinadas y son puras mujeres jóvenes, pobres y trabajadoras.
Y sus familiares piden justicia y los gobiernos no hacen
nada más que hacerse patos.
Y como no hay justicia pues siguen los asesinatos.
Viera que son hombres y ricos los que son secuestrados,
violados y asesinados y verán qué rápido el gobierno
y sus policías encuentran al culpable.
Pero no, no hacen nada porque las que mueren son mujeres
y son pobres.
Por eso tenemos que organizar, para defendernos y obligar
a nuestros derechos y de nada sirve esperar que el gobierno hace algo porque
no hace nada más que dar entrevistas de radio y de televisión
y de periódicos.
Por todo esto les decimos, hermanas indígenas,
campesinas y de la ciudad, que las invitamos a que todas se organicen para
luchar juntas ya que sufrimos igual la humillación de los ricos
y también de nuestros hombres que no nos quieren respetar como mujer.
Pero ahora es el momento de que juntas obliguemos a los
hombres a que nos respeten lo que somos y como merecemos.
¡Vivan las mujeres indígenas!
¡Vivan las mujeres campesinas!
¡Vivan las mujeres de la ciudad!
¡Vivan las mujeres pobres!
¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!
Desde las Montañas
del Sureste Mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia
General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Comandanta Esther
México, septiembre del 2003
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