México D.F. Lunes 8 de septiembre de 2003
Daña garantías individuales, coinciden Soberanes Fernández y el obispo Arizmendi
Reconocen que hay graves problemas de intolerancia religiosa en Chiapas
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de Las Casas, Chis., 7 de septiembre. José Luis Soberanes Fernández, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de la diócesis local, coincidieron en que en Chiapas hay graves problemas de intolerancia religiosa y, por tanto, de daño a las garantías individuales.
A su vez, Javier Moctezuma Barragán, subsecretario de Población y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, afirmó que el gobierno federal trabaja todos los días para que en el país haya un clima de respeto a la libertad religiosa.
Lo anterior fue expuesto en un acto realizado esta mañana en San Cristóbal, en el que fueron presentados los folletos Descubre los derechos humanos en la Biblia, organizado por la Sociedad Bíblica de México.
Durante su intervención, Arizmendi dijo que en Chiapas y otros estados son frecuentes las violaciones a los derechos humanos por intolerancia religiosa, como en San Juan Chamula, donde muchos niños no son aceptados en escuelas públicas porque sus padres son protestantes.
Añadió que hay comunidades en las que "por acuerdo de asamblea" se toman decisiones que violan los derechos humanos, como en el caso del municipio de Chanal, en los Altos de Chiapas, donde las autoridades tradicionalistas no han permitido la entrada del obispo al templo católico, el cual mantienen cerrado para los feligreses del lugar desde hace varios años.
En tanto, Soberanes reconoció que en Chiapas existen graves problemas de intolerancia religiosa, pero "así es la condición humana". Sostuvo que la CNDH lucha por que haya una convivencia fraternal y las religiones sirvan a los humanos para unir, no para dividir.
Al preguntarle su opinión acerca del caso de San Juan Chamula, donde en días pasados las autoridades habilitaron tres casas particulares como escuelas -de las cuales dos fueron cerrados poco después por falta de maestros- para que fueran atendidos 111 niños evangélicos, el ombudsman nacional respondió: "Que se abran escuelas es una solución transitoria, porque lo ideal es que todos los niños, independientemente de la religión que profesen, tengan igualdad de derechos y que la fe no sea punto para diferencias. La CNDH no valida la segregación".
Moctezuma Barragán manifestó que Gobernación, el gobierno de Chiapas y la CNDH hacen de manera "coordinada y decidida muchos esfuerzos para asegurar a todos por igual el libre ejercicio de la libertad religiosa y de culto".
El funcionario refrendó el compromiso del presidente Vicente Fox de conservar la laicidad del Estado mexicano, así como por "la promoción y protección de la libertad de creencias y de culto de todas las personas, sin distinción alguna, mediante la aplicación de la ley".
En la misma reunión indígenas evangélicos solicitaron la intervención de Soberanes para que sean liberados casi 80 tzotziles del municipio de Chenalhó, encarcelados por su presunta participación en la masacre de Acteal.
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