ASTILLERO

Julio Hernández López

La biblia perredista (según san Leonel)

El dirigente quiere frenar tempranos furores tropicales

LEONEL GODOY FUE a Tabasco a darle un jalón de orejas a quienes andan organizando comités de apoyo a la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador. Según el entusiasta dirigente interino del partido del sol azteca, "una candidatura de ese tamaño requiere un partido organizado, fuerte, unido, y no pensar que ello se resuelve con mercadotecnia o con apoyos tipo Fox". Arcángel flamígero que se cree capaz de echar del paraíso del sol azteca a quienes osen tratar de comerse la torta antes de tiempo, Godoy soltó en Villahermosa su lectura personal de la biblia perredista: "si no nos dedicamos a organizar el partido y si algunos creen que esto es de comités de apoyo, están equivocados. Hay que organizar al partido primero, construir un proyecto que sea atractivo, como lo son las personalidades del partido para los mexicanos". Su paso declarativo por el pantano perredista tabasqueño incluyó como cortesía casi echeverrista la siguiente perla: "ya debemos vivir en una sociedad democrática: sin tapados, sin destapados..." (sino todo lo contrario, le faltó decir a don Leonel).

ATRASADO DE NOTICIAS sin duda anda el sucesor de Rosario Robles respecto a lo que sucede en el partido que casi por default le fue encomendado semanas atrás: Andrés Manuel López Obrador no tiene entre sus prioridades la reorganización, reunificación o fortalecimiento del PRD, sino la creación de un amplio movimiento ciudadano en el que se diluyan credenciales partidistas junto a personas sin militancia alguna. Por ello, el tabasqueño chilanguizado evitó dar cualquier tipo de batalla cuando Robles renunció a su cargo: recuérdese que de inmediato retiró la posibilidad de que su secretario general de gobierno, Alejandro Encinas, fuese considerado posible relevo, y que dejó abiertamente que la familia Cárdenas comisionara a Godoy para encargarse de los fierros partidistas. Conocedor de las entrañas de la organización que fatigosamente presidió años atrás, López Obrador sabe que los pleitos internos y la imagen siempre descompuesta del partido del sol azteca de poco le sirven en sus propósitos futuristas: hoy es el PRD quien necesita de su imagen (y por ello ha habido tanto pleito en busca de usarlo como gancho publicitario: recuérdese la tesis rosarista de que Andrés Manuel era un capital político sobre el cual el PRD tenía derecho a disponer como mejor quisiera, aun en contra de las reticencias personales del propio involucrado).

HOY, A PESAR del juego lopezobradorista de darse por muerto (aunque cada día es más difícil tratar de continuar con el engaño), lo cierto es que la organización de la red nacional ciudadana que apoyará su candidatura ha sido echada a caminar, no sólo por decisión estratégica del equipo político madrugador, sino inclusive como protección ante los asomos de oportunismo que en varios estados se han dado por grupos políticos sin relación directa con el lopezobradorismo que, sin embargo, están tratando de posicionarse en sus entidades mediante la toma temprana de la bandera pejelagarta. De hecho, hay cercanos al jefe de Gobierno que juran que éste se molestó de verdad cuando supo que su hermano Pío había anunciado la creación de un comité de apoyo en el sureste. Otro hermano, Ramiro, ha hecho que se juegue con la broma de que López Obrador ya aceptó la candidatura a presidente pues, en efecto, Ramiro ha sido postulado por el PRD como aspirante a la silla municipal de Macuspana, la tierra de Andrés Manuel.

SIN EMBARGO, GODOY sigue creyendo que las expectativas de López Obrador pasan necesaria y condicionadamente por el PRD ("...los perredistas que estén apostando a construir solos el 2006 van a construir sólo un espejismo...", dijo en sus epístolas de Villahermosa), sin darse por enterado de que el tabasqueño está apostando a su alta popularidad personal, al reciclamiento de los liderazgos perredistas estatales y regionales que se la jugaron con él cuando fue dirigente nacional (con militantes con fuerza propia, como Ricardo Monreal, que está encaminado a ser el presidente nacional del PRD de la alternancia grupal, cuando cese el interinato cardenista de Godoy) y con personalidades externas fuertes, como Carlos Slim y Manuel Camacho (se habla también de Juan Ramón de la Fuente como una alianza alcanzable, aunque el rector de la UNAM mantiene en reserva la posibilidad de que ciertas circunstancias dieran viabilidad a una candidatura ciudadana, a la que podrían dar plataforma segmentos identificados con lo que fue México Posible y organizaciones como La ronda ciudadana -www.laronda.org.mx-, en la que participan numerosos funcionarios de la UNAM).

COMO PUEDE VERSE, el presidente del PRD pareciera haber escogido discurso y destinatario equivocados. En Tabasco, donde su partido retrocedió en las pasadas elecciones federales (al grado que el PRI madracista reivindicó las glorias del carro completo), donde hoy se viven enfrentamientos indecorosos entre grupos que se acusan mutuamente de oportunismos y agandalles a propósito de la postulación de candidatos a las presidencias municipales, Leonel Godoy creyó posible poner un alto al desatado activismo extrapartidista de un Andrés Manuel López Obrador que, la verdad, poco está necesitando al PRD.

ASTILLAS:JOSE MANUEL Suárez López, presidente municipal de Nuevo Laredo, ha dicho que la PGR nada más hace ruido respecto a presuntas acciones contra el narcotráfico y que, en el caso de aquella población fronteriza tan golpeada por las guerras de bandos de delincuentes, no ha realizado investigaciones verdaderas respecto a enfrentamientos como el de finales de julio del presente año (donde se usaron bazucas para derretir camionetas blindadas), y que esa procuraduría federal envía a aquella región a funcionarios para proteger narcos en lugar de combatirlos. El procurador Macedo de la Concha, ante esos señalamientos, dijo que prefiere no polemizar con la autoridad municipal y reiteró que su oficina indagará hasta castigar, "caiga quien caiga", a los responsables de tantos desaguisados.