El médico altruista y clown ofreció un seminario en la ciudad de México

George W. Bush es un fascista, es lo más parecido a Hitler: Patch Adams

Lamentó la falta de preocupación por la salud y alimentación de los niños

JUAN JOSE OLIVARES

Hunter Patch Adams, médico altruista, activista político, clown que ofrece terapias de felicidad y salud a lo largo del mundo, conocido por su manera de cuidar y curar a sus enfermos argumentando que la felicidad es la mejor medicina, no desaprovechó el foro de su segundo taller ofrecido ante cientos de mexicanos para reiterar su opinión sobre el presidente George W. Bush: ''Es un fascista, es lo más parecido a Hitler, porque mientras millones de personas mueren de hambre en Estados Unidos (y en el mundo), él hace recortes presupuestales que benefician sólo a los ricos. Debería preocuparse por una política hacia la salud y alimentación de los niños".

Adams, quien visita México por quinta vez luego de pasar por Argentina, Chile, Colombia y Uruguay, y quien cuenta en Virginia, su estado natal, con el llamado Gesundheit Institute, donde cientos de personas han curado sus males con terapias especiales de diversión donde los pacientes "son tratados como amigos'' y se tiene la filosofía del altruismo y cierto activismo político, ha recorrido con sus terapias y talleres vivenciales más de 40 países en todo el mundo, en los que ha profesado siempre a cambiar los sistemas de salud, las estrategias para desarrollar el amor, pero, sobre todo, encontrar los caminos hacia la felicidad.

"No se puede separar la salud individual de la de la familia, la comunidad y del mundo, que parece estar lleno de odio y temores", reiteró el clown en los espacios de reflexión entre un ejercicio y otro durante su taller de ayer jueves, Vive la vida con felicidad -el del miércoles, que congregó a unas 800 personas, se llamó Cuál es tu estrategia para amar-, que realizó en el hotel María Isabel Sheraton ante alrededor de 300 personas, en su mayoría mujeres.

Crítica a los medios

Adams hizo reír, bailar y reflexionar a los asistentes (que pagaron 360 pesos por cada día de seminario y 50 pesos por cada traductor eléctrico), que en cada gesticulación del clown descubrían su propósito: incitarlos a descubrirse como seres humanos vivos. "La mejor medicina del alma es la risa", repitió.

Más que activista político, Adams se erigió como un activista de la felicidad. Al menos así lo comentaron algunas de las asistentes al taller, ya que en cada foro u espacio (como el de ayer) puso énfasis en el descuido de los políticos por la salud y alimentación de las personas. "La diversión es sin duda una solución a nuestros temores, que se acentúan por la soledad humana. El miedo destruye comunidades; a los gobiernos les conviene tener gente temerosa, para que no actúe. A lo que sí debemos tener miedo es a la pobreza. Seis millones de personas en el mundo sufren de soledad. Cuando una persona dice que está aburrida es que está muerta."

Adams, quien desde los años 70 propuso en muchos hospitales de Estados Unidos y del mundo la terapia de la risa, se avocó a la predicación de su filosofía: "la felicidad es como una fuente de alimentos frente a uno, los cuales sólo se necesita tomar", dijo y continuó con sus ejercicios de interacción, charla y auto conocimiento durante las más de tres horas y media que duró el taller.

En su discurso, se lanzó contra los medios, sobre todo los estadunidenses, de los cuales dijo que "son amantes del odio. ¿Cuándo han leído en los diarios noticias buenas? Es como el Washington Post, uno de los más importantes; cuando sacas la sección de finanzas te das cuenta de que las empresas trasnacionales han devorado a las empresas chicas. O cuando lees los espectáculos te das cuenta de que la persona más famosa del cine o la televisión se besó con alguien más. Por qué no sacan una buena noticia, por ejemplo: a dos personas besándose en la calle, o por qué no dicen que cada día miles de niños mueren de hambre."

La animadversión hacia los medios se notó durante el seminario, pues al darse cuenta de la presencia de reporteros, pero sobre todo de fotógrafos, Adams de inmediato mostró su desagrado por el uso de cámaras fotográficas. "Si vuelven a tomar fotos los saco; pagaron su entrada", afirmó.

No obstante, su prédica siguió encaminada a la búsqueda de la felicidad, a la amistad y al amor, porque, dijo, "ningún otro animal trabaja tanto con el odio como el estúpido ser humano. Tenemos que darnos otra oportunidad de ser felices. Por qué no ponemos en práctica la salud mental. Si a nuestros gobiernos no les interesa, tenemos que ayudarnos nosotros mismos. Esa salud mental comienza por la enseñanza a los niños, que ahora ven por televisión y por las películas estadunidenses sólo asesinatos, comerciales y otra vez asesinatos".

Una historia de altruísmo

Su altruismo, su discurso político antibelicista e insistencia en ayudar a los desamparados y enfermos quizá provengan de su infancia difícil. El joven Hunter se caracterizó por su pensamiento antirracista y por pelear contra el "sistema".

Adams adoptó el mote de Patch, nombre de un paciente que conoció, y en determinado momento de sus estudios en la Universidad de Washington se dedicó a estudiar los efectos de la soledad. así como las ventajas de las relaciones humanas y de la felicidad en las personas. Argumentaba que era más importante la felicidad y la amistad que cualquier otra medicina.

Hablaba de cambios en el típico modelo médico del doctor serio, sabelotodo, que da órdenes y tiene prohibido llevar una relación personal con sus pacientes. Patch, sin embargo, y a escondidas, se divertía con sus pacientes (a quienes llama amigos).

La visión en ese momento de Adams era formar una comunidad creativa, sanadora, sana, y cuidadosa, donde las personas pudieran vivir en armonía. Tiempo después y un poco improvisado, estableció en sus dormitorios en Arlington, Virginia, su primer centro, que sirvió de programa piloto para verificar que sus ideas funcionaban. Durante 12 años creció y su Gesundheit Institute tomó tintes serios. Pero en 1979 Patch y Lynda, su esposa, dejaron el centro y se han dedicado exclusivamente a buscar donadores, patrocinadores y apoyo para poder ayudar a más personas.

En 1980 pudieron comprar una propiedad de más de 600 hectáreas en Virgina del Este, donde actualmente el Gesundheit Institue alberga a más de 200 personas que viven con autonomía en una atmósfera de diversión y amor que es extraña para nuestros días.

Gracias a la película Patch Adams (protagonizada por Robin Williams), y aunque él haya dicho que en ella se "hizo superficial su mensaje", ganó mucha popularidad, lo que le ha servido para darse a conocer y encontrar apoyo en miles y miles de personas.