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México D.F. Viernes 5 de septiembre de 2003
ASTILLERO
Julio Hernández López
Verdes
Los niños González y Ortiz
Aldana: el que esté libre de Amigos....
EL ESCENARIO POLITICO de pronto parece ser ocupado al
mismo tiempo por distintas compañías teatrales empeñadas
en privilegiar y hacer prevalecer sus montajes sobre los otros.
PRIISTAS Y PANISTAS PASAN, a toda velocidad, de presuntos
acuerdos profundos en materia de reformas estructurales a enfrentamientos
ríspidos a causa de la pretensión de desaforar al senador
petrolero Ricardo Aldana. La maestra Elba Esther, comandante en jefe de
las operaciones presuntamente encubiertas (que llevarían a liberaciones
energéticas, fiscales y laborales), se desespera ante las revolturas
imprevistas y amenaza con buscar otras alianzas y olvidar pactos secretos.
Enfrenta, esa heroína de los libros elaborados por la asociación
Ignacio Manlio Altamirano, las resistencias internas de algunas de sus
ovejas, pero también los jaloneos de panistas rejegos que no desean
aceptar los arreglos cupulares y, desde luego, el empuje seco, directo,
de perredistas que, como la propia P3 (Primera Profesora del País)
vio el lunes pasado en mesa redonda televisiva con Pablo Gómez,
pueden ser más incontenibles de lo que su presencia numérica
permitiría y de lo que las pretensiones bipartidistas PRI-PAN desearían.
No parecería, sin embargo, que estas batallas legislativas puedan
de verdad trastocar los acuerdos de impunidad a que Los Pinos y el PRI
han llegado para disolver sus pecados más notables. El propio senador
Aldana dijo ayer a la prensa algo que podría traducirse como la
advertencia de que quien esté libre de Amigos que tire el primer
Pemexgate. Ruido y confusión, ciertamente, pero en el fondo
subyacen las complicidades básicas, el proyecto mayor (que significa
la sobrevivencia del foxismo en su último tramo de suplicio, la
resurrección del salinismo y la mayor recuperación del PRI),
y las reformas por todos (los inversionistas y los comisionistas) tan deseadas.
MERO
PATALEO INFANTIL sería en ese contexto el escenificado ayer por
la pandilla de juniors que medra a nombre de un tal Partido Verde
Ecologista de México. Bañados en su propio color distintivo,
varios de los Amigos del Niño Verde, y este mismo, se lanzaban
ayer sin pudor contra el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
que de manera irrevocable calificó el negocio familiar de los González
como un ente falto de principios democráticos. El boxeador que Elba
Esther y Jorge Emilio González habilitaron como diputado federal
estuvo a punto de escenificar una versión menor de las glorias del
guardaespaldas de Lu Cero, enojado con los reporteros de San Lázaro
que se atrevían a preguntar sobre nepotismos que el púgil
Kahwagi negaba con la misma enjundia con que es capaz de decir que no han
sido tongos las farsas sobre el ring en las que ha ganado títulos
boxísticos inventados. A fin de cuentas, por desgracia, el brazo
de la justicia electoral federal no podrá impedir que la estructura
actual de ese partido falto de democracia vuelva a montar funciones al
estilo Kahwagi para elegir de nueva cuenta al Niño Verde
como su presidente nacional.
DISFRAZADO TAMBIEN DE niño verde (por el coraje),
Francisco Ortiz Ortiz decidió dejar a su cliente principal de los
tres años recientes (la mercancía llamada Vicente Fox, según
descripción que el mismo experto en mercadotecnia hacía)
para pasar a un retiro turístico en el que compartirá claustro
con Rodolfo Elizondo, el secretario a quien el director de Fonatur, Johny
Mc Carthy, otro Lutero de los negocios encargado de la iglesia del erario,
trata de romperle la paz. Ortiz Ortiz se va de Los Pinos decepcionado de
que Alfonso Durazo haya enfilado al presidente Fox hacia la búsqueda
de comunicación con la clase política y no con los ciudadanos,
y de que esté privilegiando los espejismos de los arreglos entre
políticos en vez de seguir conectándose con la gente, con
el pueblo: si Fox ya no quiere ser Pedro Infante ni Pancho Pantera, sino
un político más, entonces el especialista en la venta de
ilusiones no tiene más que hacer allí, en Los Pinos de plumaje
cambiado.
EL POLITICO-POLITICO que en las horas recientes ha surgido
en Los Pinos les leía la cartilla mientras tanto a los integrantes
de su plantilla esencial de trabajo. En el aire aún el recuerdo
del cese de dos secretarios (a uno, Lichtinger, se le exhibió como
expulsado; el otro, Martens, aunque se le permitió manejar la versión
de la renuncia, en realidad también fue echado), el presidente Durafox
volvió a encomiar el trabajo político, precisó que
las líneas dadas en su discurso informativo del lunes son "inegociables"
y advirtió que ya no quiere "pretextos" a la hora de evaluar resultados.
LEJOS DE LOS PLEITOS entre grillos, resuena en el norte
el crujir de los reacomodos de las empresas exportadoras más exitosas
del país. En Nuevo Laredo aparecen ejecutados algunos empleados
ejecutivos de las firmas comercializadoras de productos vegetales nacionales
y sudamericanos y de algunas obras de ingenio químico igualmente
bien recibidas por el exigente mercado estadunidense. En Durango, un funcionario
de la PGR es asesinado, y así va tejiéndose en todo el país
el nuevo mapa del poder del narcotráfico, entre boletines de prensa
y declaraciones oficiales optimistas, y entre cargadas de autoridades hacia
uno u otro de los bandos que pugnan por estabilizar el mercado y lograr
un nuevo entendimiento geopolítico.
Y, MIENTRAS ARNOLD Schwarzenegger continúa exhibiendo
su postura contra los migrantes mexicanos, y recibiendo uno que otro huevazo
en su visita a universidades californianas, ¡feliz fin de semana,
y aquí nos encontraremos el próximo lunes, para ver qué
sorpresas nos depara la cartelera política!
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