México D.F. Viernes 5 de septiembre de 2003
Nos envía el procurador Macedo, aseguraron
sin identificarse, en las instalaciones de La Jornada
Agentes de la PGR trataron de interrogar al reportero
Castillo
Pretendían que les revelara fuentes de información
sobre la identidad de un presunto sobrino de El Mayo Zambada Nuevo
episodio de acoso policiaco a comunicadores de este diario
ENRIQUE MENDEZ
Enviados de la Agencia Federal de Investigación
(AFI), dependiente de la Procuraduría General de la República
(PGR), se presentaron ayer en las instalaciones de La Jornada para
interrogar al reportero Gustavo Castillo García, lo que se tradujo
en un nuevo episodio de acoso a reporteros de esta casa editorial.
Los agentes pretendían que Castillo revelara qué
fuentes le proporcionaron informes sobre la identidad de Luis Antonio Félix,
presunto sobrino de Ismael El Mayo Zambada, que fue detenido en
junio pasado durante un operativo en Culiacán, en el que
además se hizo un importante decomiso de cocaína.
Los elementos de la AFI, quienes se negaron a presentar
una identificación que los acreditara como integrantes de esa agencia,
llegaron a esta casa editorial a las 15:30 y pidieron hablar con Castillo,
para que ''de manera económica'', pues no traían un citatorio,
les dijera ''quién le dio la información''. Por la mañana,
los agentes habían llamado por teléfono para saber la hora
en la que el reportero suele estar en la redacción.
En curso, seis quejas
El
hecho ocurre mientras siguen en curso las quejas que seis reporteros de
La Jornada -Enrique Méndez, Roberto Garduño, Ciro
Pérez Silva, Andrea Becerril, Rubén Villalpando y el propio
Castillo- presentaron en noviembre pasado ante la Comisión Nacional
de Derechos Humanos (CNDH) contra el procurador Rafael Macedo de la Concha;
el visitador general de la Procuraduría General de la República
(PGR), Angel Buendía Buendía, y el ex fiscal especial de
la extinta Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO), José
Luis Santiago Vasconcelos, por el citatorio que se les giró para
revelar sus fuentes en el Pemexgate.
En las quejas se solicitó la intervención
de la CNDH para que terminaran las presiones de la PGR, que bajo el argumento
de desahogar investigaciones internas citó como testigos a reporteros
de este diario, ''en diligencias que se tradujeron en intentos de coartar
las libertades de expresión, de opinión y derecho al trabajo''.
Después de presentado el recurso, la CNDH consideró
que ''hay probables conductas violatorias de las garantías individuales''
de los reporteros citados, y el ombudsman José Luis Soberanes
declaró que eran sujetos de una ''persecución sutil'' por
parte de la procuraduría.
Frente al rechazo de amplios sectores, el Partido Acción
Nacional (PAN) respaldó el abuso contra los informadores de La
Jornada y cuestionó la naturaleza crítica de la prensa.
En contraparte, legisladores de los partidos Revolucionario Institucional
(PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) calificaron ese
episodio de ''un capítulo más en la historia del autoritarismo''.
Además de esos citatorios, el 3 de octubre del
año pasado dos elementos de la AFI se presentaron en este diario
para obtener declaraciones, ''a manera de apoyo para una investigación''.
Ayer el objetivo fue el mismo: que se les revelaran las fuentes informativas
de notas publicadas.
De los dos enviados de esa misma agencia que buscaron
la tarde de ayer jueves a Gustavo Castillo, sólo uno, vestido de
traje oscuro, aceptó proporcionar su nombre: Edson Martínez;
su acompañante, quien ante la cámara de La Jornada
ocultó su rostro con las copias de la nota y de la averiguación
previa, se reservó su identidad. Señalaron que por órdenes
expresas de su ''jefe'' se presentaban en el edificio del diario.
-¿Quién es su jefe?
-El procurador (Rafael) Macedo de la Concha -dijo Martínez.
La nota, que se publicó el 19 de junio en la página
49, hace referencia a una contradicción entre los reportes que la
Policía Federal Preventiva (PFP) y la Procuraduría General
de la República dieron sobre un decomiso de cocaína en Culiacán,
el 12 de junio pasado, y de la detención de tres presuntos narcotraficantes,
uno de ellos al parecer sobrino de Ismael El Mayo Zambada, uno de
los líderes del cártel de Juárez.
Mientras que la PFP dijo que se incautó una remesa
de cocaína que, por su pureza, habría significado la puesta
en circulación de por lo menos 30 kilogramos de la droga, la PGR
informó que se decomisaron 46 kilogramos.
La información que en esa fecha publicó
este diario concluía: ''Asimismo, la dependencia que dirige Rafael
Macedo de la Concha no informa de la captura de tres personas, entre ellas
Luis Antonio Félix, quien según fuentes oficiales declaró
ante el Ministerio Público Federal ser sobrino de El Mayo
Zambada, ni del paradero de sus acompañantes, Daniel Rojo Gastélum
y Javier Cuevas Martínez, a quienes supuestamente la PFP detuvo
cuando realizaban la compraventa de cocaína".
Los dos enviados de la AFI pretendían que Castillo
también les aclarara ''por qué sacó la nota'', e inclusive
el que se identificó como Edson Martínez aventuró
un objetivo sensacionalista de la empresa: ''A lo mejor para vender más
periódico''.
Ambos indicaron que se había iniciado una investigación
para determinar si Luis Antonio Félix tiene algún parentesco
con el presunto narcotraficante. ''Ya lo interrogamos, pero él lo
negó. Entonces, necesitamos saber quién lo dijo para nosotros
sustentarlo también'', señalaron los policías.
Martínez reveló que en la AFI hay una sección
de ''análisis táctico'' que se dedica a clasificar información,
y que desde esa oficina partió la primera orden para que se buscara
a Castillo.
Ayer llegaron a La Jornada a pedir que ''de manera
económica'' se les revelaran las fuentes informativas. ''Queremos
que nos platique de dónde sacó la información'', dijo
el agente que se cubría la cara con los papeles. Antes de retirarse
pidieron el número telefónico del reportero. Ya para marcharse
el agente que permaneció en el anonimato ofreció: ''Si usted
nos da su número, nosotros le damos el de la oficina''.
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