LETRA S
Septiembre 4 de 2003

Abrir la detección sin restricciones

Manuel Figueroa

El Programa de VIH/sida de la ciudad de México cuenta con 20 Centros de Consejería y Diagnóstico Voluntarios, en los que además de practicar la prueba de detección de anticuerpos al VIH se proporcionan servicios de asesoría sicológica, prevención de ITS y salud sexual reproductiva, entre otros. Carmen Soler, directora de este programa, informó en entrevista que en cada una de las 16 delegaciones políticas del DF existen estos centros; en las demarcaciones Álvaro Obregón, Benito Juárez, Gustavo A. Madero y Xochimilco existen dos debido a factores como dispersión geográfica y exceso de población. Aun así la cobertura es insuficiente, por lo que también se emprendió la modalidad de Consejería Móvil, la cual consiste en trasladar los servicios a lugares o eventos concurridos, e incluso a planteles escolares.

Los Centros de Consejería, explica la doctora Soler, funcionan sin etiquetas de ningún tipo, pues identificarlos como servicios especiales para grupos vulnerables desalienta la asistencia de la gente. Ofrecerlos para poblaciones como la de homosexuales o trabajadores (as) sexuales implica estigmatizarlos desde el inicio, y lo que se pretende es que los servicios sean cada vez menos discriminatorios. Por ello, agrega, también cuenta con un programa para mujeres embarazadas, con perspectiva de género. Si una mujer embarazada sale positiva en la prueba para VIH, también se ofrece la prueba a su pareja, que en su mayoría también saldrá positivo. En este caso se trabaja mucho con ellos para su atención.

A los centros móviles, por otra parte, asiste un sicólogo que da consejería grupal preprueba, explica en qué consiste la prueba y por qué sí o por qué no deberían hacérsela. Lo acompaña una enfermera para tomar las muestras de sangre de quienes acepten realizarse la prueba. Esta modalidad también surgió porque muchas veces la gente no puede asistir en los horarios hábiles. En el metro La Raza, por ejemplo, se instaló un centro móvil, y en aproximadamente diez días se hicieron la prueba más de 500 personas. Los resultados se entregan personalmente en los Centros de Consejería, siempre por un consejero. "El temor aquí --dice la doctora Soler-- era que la gente no regresara por sus resultados, pero el porcentaje de quien no lo hace es de 20 por ciento. En este sentido, yo creo que en la consejería preprueba se debe reforzar en la gente la noción de que hacerse la prueba es un proceso completo. La intención no es que la gente se haga la prueba, sino que conozca el resultado y conozca las medidas preventivas para mantenerse negativo o para ser atendido si es positivo. Eso es lo que hace del diagnóstico un componente clave de los programas, tanto de atención como de prevención.

En lo que va del año, asegura Carmen Soler, se han realizado alrededor de 5 mil pruebas a la población, con una prevalencia de seropositividad más alta en hombres, aunque acepta que aún no tiene datos específicos. "El primer balance que tengo --dice-- es que básicamente es el mismo número de hombres y de mujeres que acuden a hacerse la prueba. Las mujeres se están sensibilizando más al respecto."

Actualmente la Clínica Especializada Condesa atiende a 1,800 pacientes, aunque en sus registros tiene a 2,220 personas. Lo que sucede, explica, es que "en dos años hemos tenido 400 bajas, más de la mitad por defunciones y la otra mitad por causas variadas, como gente que dejó de recoger sus medicamentos porque se sentía bien, porque eran de otras entidades federativas o porque tuvieron acceso a otro sistema de seguridad social. En promedio se integran 80 pacientes al mes. De cualquier manera, toda persona seropositiva que no cuenta con seguro social y llega a la clínica, de inmediato ingresa al programa de antirretrovirales. Se le abre un expediente y se evalúa su estado de avance de la infección mediante un conteo de sus células CD4 y determinación de carga viral; si los parámetros indican la necesidad de empezar un tratamiento, se empieza. Si salen asintomáticos se les pide que vengan cada seis meses para observar su evolución."

Sin embargo, la mayoría de los pacientes de la Clínica Condesa no son detectados en los Centros de Consejería. "Quienes llegan en la etapa más tardía de la infección fueron detectados en algún servicio de urgencias, o muchos que ya conocen su estatus serológico se vienen directo a la clínica, sin haber pasado por nuestro sistema de diagnóstico. Y eso es lo que queremos que a mediano plazo ya no suceda. Que la gente sepa que está infectada y sepa que va a requerir medicamentos en un momento dado."

Ante ello, Carmen Soler señala que se prevé abrir más centros de consejería, así como capacitar más consejeros en todas las jurisdicciones, porque la manera en que se haga el diagnóstico y se dé el resultado es una parte muy importante de la evolución de la propia persona, pues generalmente la gente está conociendo y confrontando sus factores de riesgo, por lo que el trabajo preventivo de los centros de consejería es clave.