Llama la AJF a dignificar a los adultos en plenitud

Promueven festejar cada 27 de agosto el Día del Respeto al Anciano

JAIME WHALEY

Por la dignificación del anciano se pronunció el pasado miércoles un conglomerado de gente de la antes llamada tercera edad que se agrupa en la irónica Asociación Juvenil Femenina (AJF), denominación que no esta exenta del humor que, dicen, la vejez debe contener.

Rutha Jalili, dama veracruzana que encabeza la AJF, explicó que a partir de este año cada 27 de agosto se festejará el Día del Respeto al Anciano que, dijo, diferirá de las fechas consagradas a la tercera edad, hoy oficialmente conocida como etapa de adultos en plenitud, en el sentido de que los ancianos son merecedores de una vida más digna, pues hasta la AJF han llegado reportes del maltrato a las personas de edad avanzada, inclusive, señaló, por sus mismos familiares, y puso como ejemplo el caso de una nonagenaria que en la colonia San Pedro de los Pinos fue lanzada de su casa, por lo que la AJF acudió en su auxilio.

''Queremos hacer algo distinto'', expresó por su parte, Patricia Luna, la vicepresidenta de la agrupación que celebró la instauración de la fecha con una tempranera merienda en una cafetería del rumbo de San Jerónimo, al sur de la ciudad, sitio en el que, desde luego, no estuvieron todos los que son pero los que estuvieron si eran.

La AJF mantiene nexos con casi un centenar de instituciones de ayuda, como los asilos. Las dirigentes informaron que recientemente consiguieron 50 sillas de ruedas, y entre sus planes inmediatos está el gestionar ante las autoridades del gobierno del Distrito Federal el apoyo para que las personas de edad en condición de indigencia sean retirados de pedir limosna en el Metro. Asimismo, dijeron que también pugnarán por que se instalen señales reflejantes en escaleras y pasillos de las estaciones de ese medio de transporte.

La agrupación, que tiene una década de funcionar, se mantiene de ayudas por parte de la iniciativa privada y de particulares, cuenta con tres mil afiliados a los que no se les cobra cuota o membresía alguna y tiene ya dos ramales, uno en Altotonga, Veracruz, y otra en Guadalajara, Jalisco.