PENULTIMATUM

La Robinson al Teletón

LA COMPARECENCIA DE Lucero (ya nunca más Lucerito, y mucho menos Luceritito) en El Noticiero del lunes ha venido a demostrar el miedo que en los altos círculos del Teletón causó el contenido de la columna anterior -que por única vez se publicó en sábado. Proponíamos simplemente una lista de sucesores al puesto de la vibración más amable y candorosa del mundo, lugar que Luce (ya no más Lucero) perdió al insultar a los medios y al mostrarse despótica sin necesidad, porque el lugar teletónico ya se le chispó.

LU (YA NO más Luce) lloró en su interior, como suelen hacer las estrellas cuando están dejando de alumbrar. También se lanzó a humildades de las que no la soñábamos capaz. Y finalmente dijo que había estado mal informada, sin tener el valor civil de acusar a quien le informó mal, aunque lo más seguro es que se trate de su guardaespalda, que será responsable de todo lo que le suceda a L (ya nunca más Lu) en lo que le quede de carrera artística.

... (YA NUNCA más L) falló con su imagen de la inventora de la pureza y la santa patrona de las sillas de ruedas; falló al no convertirse en ángel y al perder las alas en el primer encontronazo de su guarura. Ojalá y el fracaso misericorde le sirva para acercarse más a los pobres y los desvalidos que, como se sabe por las estadísticas del INEGI, son apenas el 0.0001 por ciento de la población.

POR LOS MOTIVOS anteriores, y luego de innumerables consultas con los astrólogos, esta columna ha decidido proponer como futuro rostro del Teletón a Carlota Robinson, una vez que ... en su entrevista con Joaquín López Dóriga dejó sin piso la posibilidad de que los mencionados el sábado en esta columna (Carlos Cabal Peniche, Angel El Divino Isidoro Rodríguez, Lino Korrodi, Guido Belsasso, David Peñaloza y Pedro Ferriz de Con) dirijan el Teletón. La razón es muy simple: la opinión pública, es decir, Televisa, exige nuevos rostros. Y el de Carlota Robinson sería una estrella más en el canal de las estrellas.

TODAVIA NO SE estrena y ya se cierne sobre ella la censura. Nos referimos a La pasión, película de contenido religioso protagonizada por Mel Gibson y la que, según el rabino Marvin Hier, puede retratar a los judíos como culpables colectivos de la crucifixión de Jesucristo. Aunque Hier y otro rabino, Eugene Korn, no han visto el filme, aseguran que contiene "muchas enseñanzas peligrosas", por lo que solicitan que se modifique. Por su parte, sacerdotes católicos ultraconservadores de Estados Unidos sostienen que existe la posibilidad de que Gibson utilice su película para desafiar las enseñanzas de la Iglesia. En respuesta, el actor y director sostiene que no hay en La pasión nada que aliente el odio, la intolerancia o el antisemitismo. Por el contrario, agrega, el filme es sobre el amor, la fe, la esperanza y el perdón. En Hollywood no falta quien afirme que, en el fondo, lo único que se está logrando es hacerle publicidad a un tema religioso que, desde el punto de vista de los productores cinematográficos, pasó a un tercer plano en términos de taquilla.