.. |
México D.F. Viernes 29 de agosto de 2003
La escritora califica al Presidente de hombre bienintencionado, pero sin liderazgo
Priva el desencanto por Fox, sostiene Poniatowska
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 28 de agosto. La escritora mexicana Elena Poniatowska aseguró hoy que en los tres primeros años de Vicente Fox al frente del gobierno de su país prevalecen el "desencanto" y la "decepción", mientras "todo languidece en medio de la violencia". En el contexto de un curso de la Universidad Complutente de Madrid sobre la imagen en el arte y la literatura, que se celebró en la localidad madrileña de El Escorial, Poniatowska analizó la aportación artística y política de Tina Modotti, y la importancia de esa literatura que nace de los testimonios y los movimientos sociales.
La también periodista y articulista de La Jornada participó los días anteriores en un taller de análisis sobre la literatura hispanoamericana y su "simbiosis" con otros campos de las artes, como la fotografía, el cine, la música y la pintura, que este año se centró en los fenómenos artísticos mexicanos desde la Revolución de 1910 hasta los años recientes, y en la aportación modernista del poeta nicaragüense Rubén Darío.
Poniatowska, ganadora del Premio Alfaguara de Novela por La piel del cielo, manifestó también su punto de vista sobre la situación que vive México en el ecuador del sexenio de Fox: ''Los mexicanos están muy desencantados, porque creyeron que con Fox iba a haber un cambio enorme, y realmente en su tercer año de gobierno ha muerto; inclusive ya se empieza a hablar de la sucesión, de lo que va a pasar con Andrés Manuel López Obrador, de la mancuerna de Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo. Se siente que es un jefe de gobierno que no está gobernando. Yo creo que es un hombre bueno y lleno de buenas intenciones, pero no es un líder político. Siento que la gente está decepcionada con él; ve que las cosas que dijo que iba a resolver, como el problema de Chiapas, no las ha resuelto. Y mientras, todo languidece en medio de la violencia".
Sobre las políticas educativa y cultural de los recientes tres años, Poniatowska sostuvo: ''no ha habido nada y no ha hecho grandes cambios; todavía hay muchos niños que se quedan sin escuela, además de que se tienen que cambiar los planes de estudio porque los jóvenes llegan a la universidad sin preparación y eso es un crimen, porque en nuestro país hay una enorme inteligencia natural y millones de personas que tienen muchísimas posibilidades, pero que se encuentran que al final del túnel no hay ni siquiera una luz".
La escritora mexicana, nacida en París y de origen polaco, reconoció que México siempre ha sido el motor de su obra, ya sea por medio de las entrevistas y los libros que registraron los testimonios de hechos dramáticos en la historia de su país, como el movimiento estudiantil de 1968 o el temblor de 1985, pero también el alzamiento de los zapatistas en Chiapas. "Ese movimiento es muy importante, porque en México tenemos 10 millones de indígenas totalmente segregados y olvidados, pero un blanco, el subcomandante -que ahora ni siquiera aparece, ya no habla-, preguntó qué van a hacer con nosotros, qué van a hacer con 10 millones de indígenas precisamente cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Nos van a matar, nos van a eliminar o qué van a hacer con nosotros, les preguntó. Eso fue muy importante y le dio a México una imagen moral, una especie de Che Guevara que escribía mejor, además de que rescató un poco el país que había vivido ese año el asesinato de Colosio, la corrupción de Raúl Salinas de Gortari y nos dio como un soplo de aire fresco. Por fin alguien que no decía mentiras, por fin alguien en quien creer".
Poniatowska también adelantó el origen de su próxima novela, que tendrá como personaje principal a Demetrio Vallejo, líder ferrocarrilero de finales de los años 50. ''La nueva novela tiene que ver con una gran huelga ferrocarrilera que hubo en 1959, que propició la desaparación de los trenes de pasajeros en México, que -con Demetrio Vallejo a la cabeza- logró paralizar a todo el país; inclusive las mujeres, sobre todo las juchitecas, se tiraban a lo largo de los rieles con sus grandes enagüas floreadas para que los maquinistas no fueran a reventar la huelga y encendieran las locomotoras. Me sorprendió mucho que un solo hombre, que había llegado sólo a tercero de primaria, se convirtiera en un líder de estas dimensiones y con una inteligencia deslumbrante. La historia estará basada en él, pero no se será él, pues entonces no tendría la libertad de inventarme todas las historias de amor que yo quiera''.
En este sentido, Poniatowska consideró que la labor de la literatura es ''escribir bien", mientras el periodismo es el principal responsable de la "indignación" y la "denuncia social". "Ha habido una evolución en el periodismo mexicano; me acuerdo que cuando me inicié en el periodismo, en 1953, había tres tabúes: la Virgen de Guadalupe, el Presidente y su familia y el Ejército. En el periódico te decían: tú no puedes hablar de esos temas. Y ahora eso está abolido, ahora puedes hablar de todo, afortunadamente".
|