México D.F. Viernes 29 de agosto de 2003
El zapatismo significó el retorno del
sujeto social a la historia, destaca el estudioso español
En Chiapas se recuperó el concepto de progreso,
afirma Carlos Barros
Buena parte de los planteamientos de los altermundialistas
proviene del levantamiento indígena
El experto participará en un encuentro del grupo
Historia a Debate, que se celebrará en la UNAM
CESAR GÜEMES
''El día que el subcomandante Marcos pueda
regresar a la academia como profesor, se habrá completado la transición
democrática en México'', afirma categórico el historiador
español Carlos Barros, quien se encuentra en nuestro país
para participar en la Jornada Historiográfica del grupo Historia
a Debate, que se llevará a cabo el próximo lunes en la Biblioteca
Nacional. Ese grupo reúne a 3 mil 300 historiadores de 350 universidades
en todo el mundo, entre las que se encuentra la Nacional Autónoma
de México (UNAM). Barros, quien visita frecuentemente México,
regresó esta semana de un viaje a Oventic, Chiapas, donde se encontró
con autoridades zapatistas para seguir de cerca las nuevas propuestas del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), movimiento
del cual afirma: ''En Chiapas renació en 1994 la idea de que es
preciso transformar el mundo para mejorarlo, y con ello se recuperó
el concepto de progreso''.
Barros,
coordinador general de Historia a Debate, introdujo en la academia europea
el tema zapatista cuando dio a conocer en 1998 su ponencia titulada Chiapas
y la escritura de la historia. Así define a su disciplina: ''Vivimos
un momento de enorme aceleración histórica. Las previsiones
de lo que vendría luego de la caída del muro de Berlín
se han visto desmentidas por la realidad de los más recientes 15
años. En su momento, la voz general era que nadie preveía
la caída del muro. Parece que desde el alzamiento zapatista en México
hasta la nueva guerra contra Irak todos los acontecimientos son una sorpresa,
y no es verdad. Lo que ocurre es que este tipo de hechos no se ven desde
la perspectiva de la historia, que es en términos modernos la relación
entre pasado, presente y futuro. Por eso, la historia como disciplina ha
recobrado actualidad, porque los ciudadanos han percibido que es necesaria
para entender nos sólo dónde estamos, sino dónde queremos
ir.
Uno de los motores sociales más importantes, dice
Barros, se encuentra en la actual latinidad: "El mundo histórico
latino es la región en que nacen ahora experiencias nuevas. Al decir
esto abarco a toda Latinoamérica, la Europa latina y la parte que
de latino tiene Estados Unidos de América. En esta amplia área
es donde pueden nacer las alternativas al neoliberalismo y al posmodernismo".
Por su parte, el historiador mexicano Boris Berenzon,
quien coordina los trabajos de la jornada historiográfica del próximo
lunes, señala: "Para mi generación y para el país
ha sido importante la opción de Historia a Debate, porque surge
frente a las modas de la posmodernidad, de los nihilismos ya agotados y
del cómodo neopositivismo. Como conjunto proponemos la idea de que
la historia es útil, y eso permite observar que es completamente
falso que la historia esté muerta".
Al respecto, Barros considera que ante la decadencia de
las ideologías neoliberal y posmoderna "es necesario reagrupar tanto
los movimientos sociales en la historia inmediata como a la academia misma.
Partimos de la base de que somos un movimiento académico, pero al
mismo tiempo podemos demostrar la utilidad social de la historia".
Uno de los beneficios de que el encuentro de Historia
a Debate se celebre en la UNAM es, explica Berenzon, "que abre la posibilidad
de recuperar el diálogo entre los académicos, práctica
completamente socavada en nuestros países por la aplicación
de conceptos neoliberales".
-¿Cuál es su percepción al regresar
a México y visitar Chiapas con fines de trabajo?
Responde
Barros: ''Me da mucho gusto comprobar que teníamos razón
en cuanto a la significación del levantamiento zapatista. Ese alzamiento
demostró que la historia continuaba. En Chiapas renació en
1994 la idea de que es preciso transformar el mundo para mejorarlo, y con
ello se recuperó el concepto de progreso. Teníamos razón
al decir que el zapatismo, a pesar de su acotada envergadura numérica,
fue de enorme trascendencia porque significó el retorno del sujeto
social a la historia. El movimiento altermundialista que nació en
Seattle en 1999, ha alcanzado en sólo cuatro años dimensiones
ciclópeas. Y debemos recordar que buena parte de los conceptos que
toda esa gente maneja provienen del levantamiento zapatista. La alternativa
que nació en Chiapas en 1994 se corresponde a la actual necesidad
de movilidad social. El día que el subcomandante Marcos pueda
regresar a la academia como profesor, se habrá completado la transición
democrática en México''.
La Jornada Historiográfica del grupo Historia a
Debate será inaugurada el próximo lunes en la Biblioteca
Central (Centro Cultural Universitario) por el director del Instituto de
Investigaciones Bibliográficas, Vicente Quirarte, y contará,
entre otras, con las ponencias X aniversario de Historia a Debate: balance
y perspectivas, sustentada por Carlos Barros, así como Historia
a Debate: de los nihilismos al rescate histórico, presentada
por Boris Berenzon.
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